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"Había miedo en el avión, no hablábamos mucho"

El mexicano  Juan Carlos Salinas de 43 años sobrevivio a un accidente de avión en Ocean County. Éste es el relato de cómo Salinas sobrevivió al siniestro, en…

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Juan Carlos Salinas, de 43 años, lleva más de 20 años dedicado a observar ballenas y delfines, pero siempre lo había hecho desde embarcaciones.

El pasado sábado 17 de mayo era la primera vez que este mexicano lo hacía desde el aire, y casi fue la última.

De momento se encontró en medio de un bosque en el sur de Nueva Jersey y no sabía si estaba en el piso o colgando de la copa de los árboles.

Nunca perdió la consciencia, no se sentía herido, no podía ver a los demás y sólo escuchaba quejidos, pero no sabía de quién provenían. Él viajaba con otros dos biólogos marinos y el piloto dueño de la avioneta Cessna 337.

Sólo pensaba en su esposa Cristina y su hija Zoe, de 6 años, en "no dejarlas desamparadas" y lo reconfortaba que pronto las autoridades encontrarían el lugar del siniestro gracias a una llamada que él hizo desde su celular a Dallas, a su jefe.

La avioneta había despegado temprano en la mañana del aeropuerto de Millville (NJ) para sobrevolar el Atlántico como parte de una evaluación de abundancia de mamíferos marinos en la región.

Éste es el relato de cómo Salinas sobrevivió al siniestro, en el que murió un colega y el piloto, y que mantiene en coma a la bióloga Jacalyn Brown:

"Había mucho viento y las olas no nos permitían observar bien a los delfines, así que estábamos considerando regresar. Cuando transcurría nuestro tercer transecto (técnica lineal para la observación) el capitán nos informó que teníamos que volver porque el avión tenía problemas, pero nunca nos dijo de qué problemas se trataba, yo creo que era el combustible.
Recuerdo que mi compañero Stephen (Claussen) que se encontraba a mi lado izquierdo, le preguntó al piloto qué tan lejos estábamos del aeropuerto (el Eagle's Nest), y él le contestó que diez minutos.

Había miedo en el avión, no hablábamos mucho, sentí que el motor empezó a pararse. Entonces Stephen dijo 'ya veo la pista', pero nunca logramos llegar a ella. Íbamos bajando rápidamente, sentí cómo el avión caía y empezamos a chocar contra árboles hasta estrellarnos.

De momento no supe si estábamos colgando en los árboles o si estábamos en el piso. Recuerdo que me podía mover poco y preguntaba si alguien estaba bien, pero nadie me contestaba. Sólo escuchaba quejidos dentro del avión.

Estaba consciente, trataba de salir, pero estaba atrapado, veía hacia arriba y veía la copa de los árboles, yo traía mi celular en la bolsa del pantalón. Entonces lo alcancé y llame a mi jefe y, afortunadamente, contestó.

Él se preocupó y me dijo que no le colgara, al mismo tiempo contactó al servicio de emergencia. El helicóptero que nos fue a rescatar no nos podía ver, pero gracias a esa llamada fue que pudieron triangular la posición del avión que no era tan visible desde el aire".

Salinas dijo que nunca vió que tuviera sangre y que no sabía si estaba malherido. Afirmó que no recuerda cuánto tiempo pasó entre los árboles, pero que sólo pensaba en su familia.

Unas tres horas después del desplome de la avioneta Cessna, de cuatro pasajeros, el servicio de emergencias localizó la aeronave y trasladó a Salinas y a Brown al Centro Médico de Atlantic City. Eran los dos únicos sobrevivientes.

"Mi compañera Jacalyn y yo veníamos en la parte izquierda que fue la menos dañada", afirmó Salinas.

Claussen y Jophn Ambroult volaron en el lado equivocado de la avioneta, el izquierdo, y fallecieron en el siniestro.

Brown, de 28 años, permanece en "coma estable", mientras Salinas sufrió una fractura en una vértebra cervical, la cual no necesita operación; una contusión en la cabeza y golpes en el cuerpo.

Sin embargo, él se mostró más preocupado por su hija Zoe, quien se quedó en casa, ya que su esposa Cristina vino a EEUU cuando se enteró del accidente. Ambos ansían regresar pronto a Ciudad de México.

El mexicano no sabe el número del teléfono que los salvó de morir, dice que lo compró en San Diego y que sólo lo utiliza cada mes cuando viene a Estados Unidos.

Causas están por determinar

La Policía de Nueva Jersey investiga aún las causas del accidente, informó Julian Castillo, de la Oficina de prensa, quien dijo que todavía es muy prematuro establecerlas.

Mark Tanner presidente de la compañía Geo-Marine, Inc., con matriz en Plano, Texas, declaró sentirse muy triste por quienes perdieron la vida. "Nuestros pensamientos y oraciones a los familiares de aquellos que perdieron la vida. No hay palabras que puedan aliviar tan grande dolor", indicó.

Tanner dijo que se sentía orgulloso de Salinas, quien trabaja con ellos desde enero como observador de mamíferos marinos.

"Ellos (el gobierno de Nueva Jersey) planean la construcción de una planta de energía y para eso contrataron esta empresa de investigación para hacer un estudio de impacto ambiental", dijo el biólogo mexicano. Precisó que se trata de un censo de ballenas y delfines existentes en el área.

Salinas se graduó en Baja California y ha trabajado con la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA)