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Benedicto XVI pidió por los inmigrantes en EEUU

El Papa les pidió a los inmigrantes que "no se dejen vencer por el pesimismo, la inercia o los problemas".

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El papa Benedicto XVI tuvo
un primer encuentro con los fieles católicos estadounidenses, que le
demostraron su afecto durante una misa celebrada en el estadio de
béisbol del Nationals Park de Washignton y en la que por primera vez en
este viaje se dirigió a los hispanos.

Benedicto XVI celebró una
misa ante los 45.000 fieles católicos que pudieron conseguir una
entrada para participar en la ceremonia, mientras que decenas de miles
no obtuvieron boletos y se quedaron sin ingresar, aseguraron fuentes
eclesiales locales.

Las fuertes medidas de seguridad y los
cuidadosos controles hicieron que muchos de los fieles tuvieran que
llegar hasta cuatro y cinco horas antes de que comenzara la ceremonia
(10.00 hora local) y aguantar largas filas.

Los católicos hicieron sentir su calor a Joseph Ratzinger con numerosos aplausos, gritos de "Viva el Papa"
y agitando las miles de banderitas estadounidenses y con los colores
amarillo y blanco del Vaticano, que fueron repartidas por la
organización.

La misa de Washington demostró el carácter
multiétnico de la sociedad estadounidense, desde la diversidad cultural
de los fieles que estuvieron presentes a las canciones interpretadas
por las cerca de 500 voces que formaban los coros, que pasaron del
"Goospel" a los ritmos e instrumentos latinoamericanos.

Por
ello, Benedicto XVI habló en español, por primera vez desde su llegada
a Estados Unidos el pasado martes, y recordó que el crecimiento de la
Iglesia católica en este país se debe a la llegada de inmigrantes latinoamericanos.

En su mensaje, destacó "la vitalidad del testimonio de fe" de los fieles de lengua española.

"La Iglesia de Estados Unidos, cogiendo en su seno a tantos de sus hijos inmigrantes, ha ido creciendo gracias también a la vitalidad del testimonio de fe de los fieles de lengua española", afirmó.

A
ellos les pidió que "no se dejen vencer por el pesimismo, la inercia o
los problemas" y que sean fieles a los "compromisos que adquirieron al
ser bautizados".

Asimismo, instó a los fieles hispanohablantes a
"seguir contribuyendo al futuro de la Iglesia en este país y a la
difusión del Evangelio".

"Sólo si están unidos a Cristo y entre
ustedes, su testimonio evangelizador será creíble y florecerá en
copiosos frutos de paz y reconciliación, en medio de un mundo muchas
veces marcado por divisiones y enfrentamientos", añadió.

Joseph
Ratzinger tuvo un gesto de deferencia con otro hispanohablante ilustre,
el tenor español Plácido Domingo, a quien se levantó a saludar y
felicitar después de que este cantó un aplaudido "Panis Angelicus".

En su homilía, el pontífice recordó a los que llegaron a Estados Unidos
"con la expectativa de encontrar una nueva libertad y nuevas
oportunidad".

También denunció las "injusticias sufridas por las
poblaciones americanas nativas" y de aquellos "que fueron traídos de
África con la fuerza como esclavos".

Este primer encuentro con
los fieles católicos sirvió al jefe de la Iglesia católica para retomar
el tema de los casos de abusos sexuales a menores por parte de los
sacerdotes estadounidenses.

El Papa
se dijo consciente del "daño" que este escándalo causó dentro de la
comunidad de la Iglesia, aludiendo a que tras ello muchos católicos
abandonaron la práctica de esta religión.

Invitó entonces a los
fieles "a promover la recuperación y la reconciliación para ayudar a
quienes han sido dañados", y a que "estimen a sus sacerdotes y los
reafirmen en el excelente trabajo que hacen".

"Ninguna palabra mía podrá describir el dolor y el daño producido por dicho abuso", exclamó.

Además,
destacó la importancia ahora de "prestar una cordial atención pastoral
a los que han sufrido" y apuntó que "ya se han hecho grandes esfuerzos
para proteger a los niños y estos han de continuar".

Por otra
parte, recriminó el comportamiento "desconcertante" de algunos
católicos en EE.UU. que "se inclinan a adoptar actitudes contrarias a
la verdad del Evangelio".

El Papa
volverá a celebrar una misa que se espera multitudinaria el próximo 20
de abril en Nueva York, también en un estadio de béisbol, en el último
día de su viaje a Estados Unidos.