Durante años las dietas más famosas han limitado el consumo de pasta. Los nutricionistas aludían entonces a su alto contenido en carbohidratos para recomendar a las personas que querían adelgazar que la desterraran de sus platos. Ahora un nuevo estudio podría hacer que todas estas teorías acerca de la pasta desaparecieran.

Un nuevo estudio realizado por investigadores del Hospital St. Michael de Toronto en Canadá defiende que este alimento, no solo no engorda sino que además podría ayudar a bajar de peso.

Para llegar a esta conclusión, los científicos encargados de la investigación analizaron 30 ensayos con un total de 2488 personas que seguían una dieta de bajo índice glucémico. Este tipo de dieta supone consumir alimentos con bajo impacto sobre los niveles de glucosa en sangre. La pasta se encuentra dentro de esta clasificación de alimentos ya que incrementa los niveles de glucosa en sangre mucho menos que otros carbohidratos como pueden ser el arroz o el pan.

Los participantes en los estudios comieron un promedio de tres porciones de pasta a la semana. Tras cuatro meses de investigación, los resultados fueron concluyentes. Las personas que comieron pasta perdieron una media de 9,9 stones y no aumentaron el nivel medio de su grasa corporal.

¿Dónde está el secreto?

En contraposición a otros carbohidratos, la pasta tiene un índice glucémico bajo, lo que hace que no aumente el nivel de azúcar en la sangre. Los participantes en el estudio dejaron de tomar otros carbohidratos durante cuatro meses y sustituyeron su consumo por pasta. A tenor de los resultados, se podría concluir que la pasta podría ser un alimento más sano y más propio de una dieta equilibrada que otros carbohidratos refinados.

Cantidad y acompañamiento

Cabe decir que la ración de pasta consumida durante el ensayo fue de una taza. La pasta tiene un importante efecto saciante por lo que esta cantidad suele ser suficiente para una ración. Por otro lado, la pasta se sirvió sola, sin ser acompañada de salsas. Estas suelen ser una importante fuente de grasas y azúcares. Si tenemos en cuenta los resultados de esta investigación, estos acompañamientos podrían ser los causantes de que desterremos la pasta de nuestra dieta por miedo a engordar.