Según un estudio realizado por la American Cancer Society, las mujeres latinas tienen un importante riesgo de sufrir cáncer de mama durante su vida. Se estima que 1 de cada 10 mujeres latinas sufrirán este cáncer en algún momento de su vida. La franja de edad más complicada, se sitúa a partir de los 70 años. Según el estudio, 1 de cada 20 mujeres latinas en esa edad, sufrirán cáncer de mama.

Pero el cáncer de mama puede aparecer a cualquier edad. Los médicos insisten en que es necesario acudir a revisiones periódicas y sobre todo, aprender a distinguir los signos que nos dá nuestro cuerpo cuando está siendo atacado por un cáncer de este tipo. El cáncer de mama es sigiloso, daña nuestro cuerpo sin que nosotras nos demos cuenta. Es por ello que es importante seguir estas cuatro rutinas que pueden salvarte la vida.

Una revisión al año

Deberías visitar a tu ginecólogo una vez al año. Este médico revisará que todo esté correcto y que no existe ningún riesgo de padecer cáncer. Aprovecha para preguntarte cómo realizarte una exploración de manera correcta. Este protocolo forma parte de la prevención de los casos de cáncer de mama así que tu médico te ilustrará en la mejor manera de hacerlo. No te saltes las revisiones, sobre todo si eres mayor de 65 años.

Actúa con rapidez

Alrededor del 70% de los casos de cáncer de mama se detectan tras intuir un pequeño bulto en el pecho. Si notas algo raro o detectas un bultito en uno de tus senos, no dudes. Llama cuanto antes a tu médico para que te visite. Piensa que unas semanas o meses pueden marcar una gran diferencia cuando se trata de tratar este tipo de dolencias.

Piensa en la familia

El cáncer de mama tiene un componente genético. Averigua si en tu familia hay antecedentes de cáncer de mama. Si los hay no te asustes, no significa que tu también lo vayas a desarrollar. Pero sí que es necesario que lleves un seguimiento y que te sometas a revisiones periódicas. Si hay que verle un lado bueno a esta situación, si aparece lo tendrás controlado desde un principio.

Observa las señales

Antes hemos hablado de actuar con rapidez ante cualquier señal de tu cuerpo. Pero no hay que esperar a que esta sea evidente, sino que tiene que ser la propia mujer la que las busque. Observate el pecho. ¿Ha cambiado de color? ¿Notas algún cambio especial en una de las mamas? ¿Tienes la piel roja u oscura? Ante cualquiera de estos cambios deberías llamar a un doctor.

Incluir estos cuatro simples hábitos en tu vida puede ayudarte a evitar el desarrollo de un cáncer de mama. Ante la enfermedad lo mejor es siempre la prevención.