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La inseguridad en el empleo conduce a problemas de salud

Las personas que experimentan incertidumbre laboral persistente podrían ser considerablemente más altos durante esta recesión global.

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La inseguridad sobre el empleo está vinculada de manera más fuerte con el deterioro de la salud que la pérdida real del empleo.    

La persistente inseguridad del empleo es una amenaza importante para la salud de los trabajadores, de acuerdo con un nuevo estudio que publica la edición  actual (septiembre de 2009) de la revista de evaluación por colegas Social Science and Medicine. El estudio usó datos de largo plazo de dos encuestas de muestras representativas nacionales de la población de EE.UU. para evaluar el impacto de la inseguridad crónica en el empleo aparte de la pérdida del empleo en sí misma.

“Los grandes cambios habidos en el mercado laboral de EE.UU. han debilitado los lazos entre empleadores y empleados y han alimentado las percepciones de inseguridad en el empleo”, dijo la socióloga de la Universidad de Michigan, Sarah Burgard, profesora investigadora asistente en el Instituto de Investigación Social (ISR) de la UM.

“El estudio proporciona las pruebas más firmes hasta la fecha de que la inseguridad persistente del empleo tiene un impacto negativo sobre la salud del trabajador. De hecho la inseguridad crónica del empleo fue un factor más fuerte para vaticinar los problemas de salud que el tabaquismo o la hipertensión en uno de los grupos que estudiamos”, añadió Burgard.

La investigadora y sus colegas Jennie Brand, de la Universidad de California en Los Ángeles, y James House de la UM, analizaron datos de más de 1.700 adultos recogidos en períodos de tres a diez años. Las entrevistas con las mismas personas en diferentes períodos permitieron que las investigadoras develaran la conexión entre la mala salud y la inseguridad laboral, y que cotejaran el impacto de la pérdida real del empleo y otros factores. Uno de los estudios se realizó entre 1986 y 1989 y el otro entre 1995 y 2005.

“Puede parecer sorprendente que la inseguridad del empleo crónicamente elevada esté vinculada de manera más fuerte con el deterioro de la salud que la pérdida real del empleo, o el desempleo”, dijo Burgard, quien está afiliada con el Departamento de Sociología y con la Escuela de Salud Pública de la UM. “Pero hay numerosas razones por las cuales esto ocurre. La constante ambigüedad acerca del futuro, la incapacidad para tomar acción a menos que ocurra de una vez el acontecimiento temido, y la falta de apoyo institucionalizado en relación con la inseguridad percibida, se cuentan entre esas razones”.

En cualquiera de los períodos hasta el 18 por ciento de los encuestados expresó sentimientos de inseguridad acerca de sus empleos. Pero sólo alrededor del 5 por ciento de los participantes en la primera encuesta, y el 3 por ciento de los participantes en la segunda informaron que sentían ansiedad acerca de sus empleos en las dos fechas diferentes en las que fueron entrevistados.

Según Burgard las conclusiones del estudio tienen implicaciones potenciales tanto para políticas como para la intervención.

“Sin duda la inseguridad del empleo no es cosa nueva, pero los números de personas que experimentan una inseguridad laboral persistente podrían ser considerablemente más altos durante esta recesión global, de manera que estas conclusiones podrían aplicarse hoy de manera mucho más amplia que hace unos pocos años atrás”, concluyó.