Empleo informal en el mundo alcanzará el 66% en 2020
Para el 2020, el trabajo informal representará el 66%, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En Latinoamérica, Ecuador,…
El empleo informal en el mundo no sólo es un fenómeno muy extendido, con un 60% de la fuerza de trabajo implicada, sino que su peso tiende a ser creciente, de forma que en el horizonte de 2020 representará el 66%, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Más de 900 millones de trabajadores se pueden considerar informales -es decir, sin Seguridad Social- y si se incluyen los del sector agrícola la cifra se eleva a cerca de 2.000 millones, según el informe de la OCDE sobre este fenómeno en los países en desarrollo.
"Hay un claro vínculo entre empleo informal y pobreza", destacó en conferencia de prensa Johannes Jütting, uno de los coautores del informe, que precisó que unos 700 millones de esos trabajadores viven en la pobreza extrema y 1.200 millones tienen ingresos inferiores a dos dólares diarios.
La evolución reciente muestra un incremento del peso de estos trabajadores privados de protección social, y así en Latinoamérica su porcentaje pasó del 52,5% en el periodo 1994-99 al 57% en 2000-2007, mientras en el sudeste asiático aumentó del 53% en 1985-89 al 70% en 1995-99.
Para abordar el círculo vicioso del empleo informal, que además de privar de protección social a los trabajadores constituye una rémora para el desarrollo, la OCDE insiste en que "hay que tener en cuenta la realidad" de que la informalidad es la norma y constituye el único medio de subsistencia para mucha gente.
No obstante, en las estrategias a largo plazo apuesta por favorecer la formalización del mercado de trabajo, lo que pasa por una facilitación del registro del empleo y un desarrollo de los mecanismos de la Seguridad Social que integren a las personas excluidas.
Trabajo informal en Latinoamérica
México y Brasil se han desmarcado en los últimos años de la tendencia general en Latinoamérica y en el mundo desarrollado de un incremento del empleo informal, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicado hoy.
Juan Ramón de Laiglesia, coautor del informe, destacó en su presentación a la prensa el descenso en Brasil y México del peso relativo del empleo informal, referido a los trabajadores que carecen de Seguridad Social.
En el conjunto de Latinoamérica, los trabajadores del sector informal representaban un 52,5% en el periodo 1990-94, una cifra que subió al 54% en 1995-99 y al 57% en 2000-2007.
Paralelamente, las cifras para Brasil fueron del 60%, del 60% y del 51,1%, respectivamente, mientras que para México se situaron en el 55,5%, el 59,4% y el 50,1%.
Laiglesia se refirió a programas puestos en marcha recientemente en esos países para favorecer la integración de los trabajadores informales, como la extensión de la cobertura sanitaria en México o la creación de un régimen tributario específico en Brasil.
El porcentaje de informalidad del mercado laboral en Latinoamérica es inferior al del África subsahariana (76% en 1990-94) o al del sudeste asiático (69,9% en 1995-99) pero superior al de otras regiones en desarrollo como Oriente Medio (43,2% en 2000-2007) o África del norte (47,3% en 2000-2007).
Dentro de América Latina hay una amplia horquilla que va del 35,8% en Chile, el 37,6% en Panamá o el 38,4% en Colombia al 92,6% en Haití, el 74,9% en Ecuador, el 67,9% en Perú o el 65,5% en Paraguay.
Una de las peculiaridades de Latinoamérica, según Laiglesia, es que "hay informalidad dentro del sector formal" y "mucha zona gris" con sectores que comparten elementos de la economía declarada y de la sumergida.
En esa misma línea, en América Latina más que en otras regiones una parte de los trabajadores han optado voluntariamente por estar en el sector informal, que les permite eludir obligaciones fiscales al tiempo que tienen un cierto grado de protección social, ya que existe el Estado del Bienestar, aunque sea incipiente.
Otra de las características latinoamericanas es la gran movilidad de trabajadores entre el sector formal e informal, como lo demuestra que un 25% de los trabajadores formales en 2002 hubieran pasado a ser informales en 2005.
Laiglesia puso el acento en que trabajar para formalizar el mercado laboral tiene sentido para mejorar la protección social, pero con fines de mayor recaudación fiscal.
Para ilustrarlo citó un estudio mexicano de acuerdo con el cual si todo el empleo formal pasara a ser formal, los ingresos fiscales sólo aumentarían en medio punto de Producto Interior Bruto (PIB).
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