El mayor panadero del mundo
Perfil de Roberto Servitje, cofundador del Grupo Bimbo, una pequeña empresa de pan y bollería fundada en Ciudad de Mexico en 1945 que ha conseguido convertirse…
Roberto Servitje tenía solo diecisiete años cuando su hermano Lorenzo (fallecido hace dos semanas) le propuso trabajar en la panadería que acababa de abrir en ciudad de Mexico, en 1945, que acabaría siendo la mayor panificadora industrial del mundo.
Hijo de una pareja de emigrantes catalanes -Joan Servitje Torrellardona y Josefina Sendra- Roberto nació en 1928 en Ciudad de México, donde sus padres tenían ya un pequeño horno de pan. De sus raíces catalanas todavía conserva el idioma, que lo aprendió de sus padres, aunque él se considera la “primera generación mexicana de la familia”. Reconoce que se relacionó poco con el resto de emigrantes catalanes y españoles que llegaron al país huyendo de la Guerra Civil española, ya que no compartía los ideales de izquierdas de la mayoría.
La idea de negocio de su hermano Lorenzo era muy sencilla: aprovechar el horno de pan fundado por sus padres en 1928 para fabricar pan de molde, “pan inglés”, y competir con la gran panificadora mexicana, Ideal, que en esos tiempos era famosa por el mal servicio que prestaba. La clave del éxito sería garantizar transportistas limpios y bien uniformados.
En sus inicios, el requisito básico para ser repartidor de Bimbo era ir siempre bien duchado y con las uñas limpias. En la actualidad, la compañía mantiene varios requisitos de este tipo, como llevar el cabello corto y no lucir tatuajes ni piercings, un hecho que ha sido criticado por ser motivo de discriminación. La idea, sin embargo, fue un éxito. Según ha explicado Roberto en diversas entrevistas, Bimbo llegó a desbordarse en sus inicios, a pesar de contar con una flota de diez camiones.
El negocio fue creciendo de forma progresiva y en 1956 Roberto se hizo cargo de la planta de producción de Guadalajara. Cinco años más tarde se ocuparía de la de Monterrey, y en 1963, de la principal, en Ciudad de México.
El relevo perfecto
Licenciado en Humanidades por la Universidad de Montreal (Canadá), y con estudios de Contabilidad por la Escuela de Bancaria y Comercial de Ciudad de México, Roberto fue convirtiéndose poco a poco en el relevo perfecto de Lorenzo. Al menos hasta que el hijo mayor de éste, Daniel Servitje, tuviera la edad y experiencia necesaria para tomar el control de la empresa.
Para adquirir mayor formación en gestión empresarial, en 1969 Roberto cursó en Harvard un programa de desarrollo de directivos y al regresar se convirtió en el subdirector general del grupo. En 1978 ascendió a director general, cargó que ocupó durante once años, hasta convertirse en presidente ejecutivo. En 1994, pasó a ser presidente del Consejo de Administración, cargo del cual finalmente renunció en abril de 2013 en favor de su sobrino, Daniel Servitje. En la actualidad, Daniel, de 57 años, es Director General de Grupo Bimbo y Presidente del Consejo de Grupo Bimbo.
A pesar del ascenso fulgurante de la empresa y la presencia cada vez más menguante de su hermano, Roberto siempre mantuvo la política empresarial original de Lorenzo: expansión y productividad. Según explicó en una entrevista a Forbes México, durante los primeros años la empresa abrió varias rutas de reparto en zonas poco pobladas de México. Eran rutas poco rentables, pero que los hermanos Servitje mantenían y llamaban cariñosamente “Rutas de hacer Patria”.
La aventura internacional
La primera aventura fuera de México fue en España, donde uno de los primeros socios, Jaime Jorba, había abierto una fábrica de pan de molde con el mismo nombre, con un 20% de capital mexicano, procedente de Bimbo. Bimbo española creció a buen ritmo, pero durante la transición política fue vendida a la multinacional americana Campbelli. No volvió a la matriz mexicana hasta finales de 2011, cuando Bimbo mexicana ya se había consolidado como uno de las panificadoras más grandes del mundo, tras comprar el negocio de pan y bollería del grupo Sara Lee en Estados Unidos.
En contraposición a la moderna visión empresarial de la empresa, la filosofía de los fundadores es bastante más conservadora. Roberto, y especialmente su hermano Lorenzo, es un católico practicante empedernidos y no han dudado en poner los recursos de su imperio al servicio de la jerarquía eclesiástica mexicana. Una de sus primeras obras de envergadura fue crear en el año 1983 el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), un think tank vinculado a la iglesia y al Vaticano, donde, por norma, todos los directivos de Bimbo deben asistir a un “curso de formación social”, según explica un reportaje publicado en la revista mexicana Replicante.
A nivel político, los Servitje han tardado más en posicionarse abiertamente. Tras años de filantropía empresarial destinada a financiar ayudas a las tribus indígenas de Chiapas para evitar que se unieran a la guerrilla, en 2006 no dudaron en dar su apoyo económico al candidato conservador del P.A.N, Felipe Calderón.
Bajo la presidencia de Roberto y la dirección de Daniel, en la actualidad, el Grupo Bimbo es la empresa de panificacion más grande del mundo, con ingresos de más de 8.6 billiones de dólares Bimbo comercializa marcas como Arnolds Bread, Entenmann's cakes, Thomas English Muffins, Pan Bimbo y Mrs. Baird's breads, entre otros.
Después de conquistar los mercados americano y europeo, así como el asiático, la única asignatura pendiente de Bimbo es África. Y los Servitje no tienen intención de dejarla pasar.
En breve, la firma mexicana pretende usar su base en España para arrojar las anclas en el territorio africano, en base a una estrategia de entrar “en mercados con pirámides demográficas de base ancha, con mucha población joven", informa el diario español El País.
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