
El lado oscuro de la cultura del Gig Work
A study published by Harvard Business School reveals the hidden toll of this growing labor trend. The findings are surprising.
La economía gig —basada en trabajos por encargo, plataformas digitales y múltiples fuentes de ingreso— ha sido celebrada como sinónimo de flexibilidad, autonomía y libertad laboral. Pero una reciente investigación de la Harvard Business School revela que, para quienes combinan varios empleos, la realidad puede ser mucho menos halagüeña de lo que parece.
El estudio, titulado The Hidden Costs of Working Multiple Jobs: Implications for Spending Behavior and Wellbeing, fue realizado por Paige Tsai y Ryan W. Buell, quienes analizaron el comportamiento financiero y el bienestar de más de 90.000 personas. La conclusión principal: tener varios trabajos no solo afecta cómo se gasta el dinero, sino también cómo se vive.
En términos generales, no se trata solo de cuánto se gana, sino de cómo se gana.
"Una visión del mundo es que los ingresos son los ingresos. No importa cómo se gane, sino cuánto se gana, lo que determina las decisiones de gasto", explicó Ryan Buell, profesor de la HBS y uno de los autores del estudio. "Pero no es eso lo que vemos. Las personas con varios empleos, que ganan la misma cantidad de dinero, muestran un comportamiento de gasto muy diferente", dijo para la publicación Working Knowledge de la Universidad de Harvard.
Menos gastos... incluso en lo esencial
La investigación encontró que, aun cuando las personas con múltiples trabajos ganan lo mismo que quienes tienen un solo empleo, gastan significativamente menos. De hecho, quienes dependen de más de un ingreso laboral gastan en promedio 17 puntos porcentuales menos de su ingreso total, comparado con quienes tienen un empleo principal.
Esa diferencia incluye:
15,5 puntos menos en necesidades básicas, como vivienda, salud o alimentación.
1,9 puntos menos en “indulgencias”, como entretenimiento o salir a comer.
29% menos de probabilidad de destinar dinero al pago de una hipoteca.
"Vemos que las personas con varios empleos que tienen menos ingresos gastan menos en alimentación y sanidad, por ejemplo, que sus homólogos con un solo ingreso", advierte Paige Tsai, autora principal del estudio. La combinación de horarios partidos, traslados largos y estrés financiero impacta no solo las decisiones de consumo, sino también el bienestar general.
Más educación, más transporte… menos felicidad
Curiosamente, los trabajadores gig destinan 80% más de su ingreso a educación, probablemente como una estrategia para mejorar su situación laboral futura. También enfrentan un incremento del 2,2% en gastos de transporte, y un 16% más en transporte público específicamente, lo cual refleja los desafíos logísticos de quienes se mueven entre empleos.
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Pero ese esfuerzo adicional no parece traducirse en mayor bienestar. De acuerdo con los datos del General Social Survey analizados por los autores, quienes tienen múltiples trabajos reportan menores niveles de felicidad y satisfacción financiera, incluso cuando su ingreso total es equivalente al de quienes tienen un solo empleo.
El ingreso no es neutro
Una de las ideas que el estudio desmonta es la noción de que “el dinero es dinero”, sin importar su origen. Lejos de ser neutro, el ingreso proveniente de varios empleos modifica la forma en que las personas estructuran su vida cotidiana.
Tsai y Buell encontraron, por ejemplo, que los trabajadores con múltiples empleos gastan menos en categorías asociadas con el bienestar físico y emocional: 5% menos en alimentos, 15% menos en salud, 26% menos en entretenimiento y 17% menos en viajes. En cambio, muestran patrones de gasto más frecuentes en transferencias digitales o pagos peer-to-peer, lo cual podría sugerir una mayor dependencia de redes informales o familiares para afrontar el día a día.
¿Qué deben aprender las empresas?
El mensaje de fondo es claro: el diseño del trabajo importa. Según Tsai, los empleadores deberían tomarse el tiempo para entender por qué una persona está aceptando un trabajo. ¿Necesita flexibilidad para estudiar? ¿Busca complementar ingresos inestables?
En palabras de la autora, “ese primer paso de tomarse el tiempo de entender por qué los empresarios están en su puerta en primer lugar sería realmente crítico”.
Los autores proponen que ofrecer un empleo estable pero flexible —por ejemplo, un trabajo de tiempo completo que permita estudiar en las tardes— podría tener un mayor impacto tanto para el empleador como para el empleado, en lugar de dividir ese esfuerzo en múltiples empleos mal conectados.
¿Una tendencia que llegó para quedarse?
La expansión del trabajo gig se aceleró con la pandemia, las plataformas digitales y el auge del trabajo remoto. En un contexto de inflación y dificultades económicas, muchos optan por repartir pedidos o conducir para Uber como complemento. Pero, según el estudio, esta estrategia podría ser contraproducente a largo plazo.
El informe finaliza con una advertencia y una oportunidad: si se desea construir trabajos más sostenibles, hay que mirar más allá del desempeño inmediato y pensar en cómo el trabajo moldea la vida fuera de la oficina.
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