Sin lugar a dudas, fue el retorno soñado de Alejandro Sanz. El músico español culminó el sábado pasado una gloriosa actuación en Madrid, su localidad natal, ante 55.000 fans que abarrotaron el estadio Wanda Metropolitano. El arranque de la gira “Sanz en vivo” no podría haber empezado mejor para el cantante, que ha generado canciones imprescindibles en el listado de canciones latinas de las últimas décadas.

Vestido con un traje blanco, Sanz apareció sobre el escenario con 15 minutos de retraso, pero rápidamente logró compensar la espera. Arrancó con grandes clásicos como “No es lo mismo”, “Todo lo que fui” o “Deja que te bese”, y la euforia se desató entre los presentes. Su primer mensaje fue dedicado a su ciudad de origen. “Llevo mucho tiempo pensando qué iba a decir, pero ahora no tengo ni idea. Esta es nuestra noche, esta noche somos todos Madrid, no importa de dónde vengamos. Y si se acaba el mundo mañana, da igual, porque hoy estoy en Madrid”.

Sanz puede fardar de tener una capacidad de movilización superior a la de los Rolling Stones, que unas noches antes congregaron a 53.000 en el mismo recinto. Algunos fans incondicionales del cantante español llevaban acampados una semana haciendo cola para acceder a la primera fila y estar lo más cerca posible de su ídolo.

Las ganas del músico y sus seguidores se notaban en el ambiente. En 2020, cuando Alejandro Sanz se encontraba en pleno tour por América, estalló la pandemia del coronavirus, por lo que tuvo que suspender decenas de conciertos que tenía programados durante el verano en estadios españoles. La espera se hizo larga, pero valió la pena.

Junto a su corista Karina, cantó la canción “Looking for Paradise”, el éxito que publicó en 2009 junto a Alicia Keys que se convirtió en un éxito global. Luego le siguieron canciones como “Mi Marciana”, “Cuando nadie me ve”, “Amia mía”, o “Mi persona favorita”. El momento más esperado fue cuando empezó “Corazón partío”, el tema estrella del cantante madrileño.

En total, fueron unas dos horas de actuación, donde interpretó casi una treintena de canciones. No obstante, algunas de ellas fueron recortadas y solo interpretó un fragmento, como ocurrió con “Amiga mía”, algo que generó cierto desconcierto.

En el mismo año del lanzamiento de su nuevo disco “Sanz”, donde hace un repaso autobiográfico de su carrera, el artista ilustró su show con imágenes suyas en las que posa desnudo y muestras los múltiples tatuajes que cubren su piel, donde destaca un retrato de su madre cerca del corazón.

Como de costumbre, su actuación vino acompañada por una banda de muchos integrantes, que interpretaron fielmente sus grandes éxitos, como “El alma al aire” o “Deja que te bese”.

“Mares de miel” fue su primer adelanto del nuevo disco, que poco después fue acompañada por “Ida”. Finalmente, dio paso a los bises, donde apareció con una guitarra acústica para interpretar “Viviendo deprisa” y “Y ya te quería”, otra canción del último disco tocada a solas con un piano. Si su gira mantiene la intensidad que demostró en Madrid, Alejandro Sanz dará mucho que hablar.