LIVE STREAMING
Esta semana, Olivia Vazquez, Olivia Prince y Edgar Vijegas compartieron sus testimonios con la prensa en la sede de Juntos.

Tres miembros de la comunidad inmigrante comparten sus historias

Poca gente conoce bien las principales preocupaciones de la comunidad inmigrante. Al margen de la retórica política, no son muchos los que prestan atención a las necesidades de esta importante parte de la población de Filadelfia.

Esta semana, una madre de dos niños, una activista y un beneficiario del DACA compartieron sus testimonios con la prensa en la sede de Juntos.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Protección Temporal

Buenas noticias empresarios

Adiós a un 'problem solver'

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

Poca gente conoce bien las principales preocupaciones de la comunidad inmigrante. Al margen de la retórica política, no son muchos los que prestan atención a las necesidades de esta importante parte de la población de Filadelfia.

Esta semana, una madre de dos niños, una activista y un beneficiario del DACA compartieron sus testimonios con la prensa en la sede de Juntos.

Coincidiendo con la huelga del “Día sin Inmigrantes”, que pretendía mostrar el impacto verdadero de la población inmigrante en la ciudad, sus voces ayudaron a reforzar el mensaje.

Lea las declaraciones-  llenas de emoción y esperanza - de Olivia Vazquez, Olivia Prince y Edgar Vijegas más abajo.

Olivia Vázquez:

“Buenas tardes a todos y gracias por venir. Mi nombre es Olivia Vasquez y soy una organizadora comunitaria en Juntos. Para aquellos que no lo saben, Juntos es una organización en el Sur de Filadelfia que pelea por nuestros derechos como inmigrantes y por los derechos humanos y educativos. Como sabrán, miles de familias y negocios cerraron el día de hoy y no enviaron a sus hijos a la escuela en medida de protesta para demostrar lo que sucedería si las redadas a gran escala llegaran a Filadelfia. Tan solo la semana pasada, vimos varias redadas llevándose a cabo alrededor del país y, si bien no han sucedido aún en Filadelfia, necesitamos estar listos cuando sucedan.

Filadelfia es aún una ciudad santuario y sabemos que tenemos mucho trabajo por hacer y que seguiremos capacitando a nuestras comunidades en cuestiones de derechos. Enseñándoles a no abrirle la puerta a la ICE o a la policía. Y a nuestros aliados, enseñarles cómo ayudar documentando no sólo redadas de inmigración sino paradas policiales que siguen sucediendo en nuestra ciudad. Hoy fue también una demostración de que nuestras comunidades ya no tienen miedo, que están listas para actuar y que necesitamos pelear hasta que nuestra comunidad en Filadelfia se convierta en una ciudad santuario de verdad, que defienda y difunda el significado de santuario. El primero de Mayo convocaremos a una protesta laboral y un boicot al Día Internacional del Trabajador para apoyar nuestras políticas y el fin de la criminalización de comunidades de color, y el fin de las redadas y deportaciones de nuestras familias en Filadelfia”. Olivia Vasquez.

Olivia Ponce:

Buenos días, mi nombre es Olivia Ponce y soy una líder comunitaria aquí en Juntos. Vine a este país hace 17 años desde México. Tengo dos hijos, uno de ellos es ciudadano norteamericano y otro se encuentra temporalmente bajo la protección de DACA. Hoy nos hemos reunido aquí para erguirnos en solidaridad con todas las familias que aún se encuentran afectadas por redadas masivas y deportaciones de sus seres queridos. Sabemos que esto sucede todos los días y que con la nueva administración, que abogó por el odio hacia todas las personas de color y hacia las minorías, nuestras familias se encuentran más vulnerables que nunca.

Vivimos en Pennsylvania, un estado que ha ayudado a triunfar a alguien como Donald Trump, un estado donde se encuentra el centro de detención Berks, donde madres e hijos han sido detenidos y privados de libertad por 17 meses, madres que como yo vinieron en búsqueda de una vida mejor para sus hijos, un estado donde las leyes anti-inmigración están a punto de ser aprobadas. Es por eso que necesitamos que nuestro gobernador Tom Wolf se ponga del lado de nuestras comunidades inmigrantes y que rechace las leyes anti-inmigratorias con su poder de veto. Nuestra ciudad de Filadelfia es reconocida como una ciudad santuario, pero como ciudadanos sabemos que eso no es del todo cierto. La ICE jamás ha dejado de rondar las calles, entrando a nuestros hogares y separando familias de seres queridos. Aún existen agentes que criminalizan a todas las personas de color. Filadelfia fue una de las ciudades que firmó para detener las detenciones de la ICE y mientras este fue un paso en la dirección correcta, aún queda mucho por hacer.

Trump le ha declarado la guerra a nuestra comunidad y a muchas otras, como la afroamericana, musulmana, femenina y LGBTQ. Hoy queremos dejar claro que Filadelfia, la ciudad del amor fraternal, necesita hacer mucho más para proveer santuario no sólo a comunidades inmigrantes sino a todas las comunidades. Si queremos asegurar que nuestros derechos y los de todo el mundo no sean violados, nuestros políticos necesitan pelear con nosotros, porque cada ser humano merece vivir una vida digna y de respeto.

Edgar Vijegas:

“Buenas tarde a todos. Mi nombre es Edgar Vijegas. Tengo catorce años y soy el líder juvenil de Juntos. Soy estudiante de octavo curso en Mary Washington, aquí en Filadelfia. Mis padres llegaron de Mexico hace diecisiete años para poder darnos a mi y a mis futuros hermanos un futuro mejor. Hoy, yo y la mayoría de mis compañeros no fuimos al colegio en solidaridad con el “Día Sin Inmigrantes”.

Hemos hecho esto para demostrar a América que sin inmigrantes este país no funciona. En mi clase, más del 30% de los estudiantes son Latinos, y en total más de la mitad de los alumnos de la escuela son Latinos. Si nos deportan a todos, imaginen qué vacía se quedaría.

Las escuelas de nuestros barrio sufren ya de falta de financiación y en los colegios de los alrededores -en los demás vecindarios negros y “marrones” - hay tanta policía que parece que nos vayan a encarcelar cualquier día, en lugar de ser un sitio al que vayamos a aprender.

Es injusto que tantos adolescentes tengan que preocuparse ahora de que sus padres puedan ser deportados, de que un día regresemos del colegio y nos encontremos con que nuestros padres ya no están en casa. Mis padres son los únicos que pueden hacerse cargo de mis hermanos y de mi. Si les deportan, tendré que dejar el colegio y encargarme yo mismo de ellos.

Mi familia sufrirá económicamente y tendré que encontrar un trabajo para ayudarles a tirar adelante.

Mi familia y yo de hecho ya vivimos en la pobreza, igual que muchas otras familias inmigrantes del país. Los jóvenes americanos no tendrían que sufrir este tipo de miedo, ni tampoco este odio por parte de nuestro gobierno, solo por el color de nuestra piel. No deberíamos estar preocupándonos de que nuestras familias se separen. No deberíamos preocuparnos de que nuestras escuelas se queden sin recursos. No deberíamos preocuparnos de ser criminalizados por el color de nuestra piel o nuestro estatus de inmigrante. Sabemos cuán estresados pueden estar los adolescentes en la escuela, y lo que la sociedad piensa de ellos. Y ahora tenemos que preocuparnos además de que el gobierno nos oprime. Los jóvenes son el futuro. Somos la próxima generación y representamos lo que será este país. Por eso queremos que los Estados Unidos nos defienda, detenga el odio y proteja a la gente que más necesita.”

 
00:00 / 00:00
Ads destiny link