Días después de que Alaska reeligiera como senadora a la republicana Lisa Murkowski con votos escritos a mano, su rival del movimiento ultraconservador Tea Party, Joe Miller, presentó hoy una demanda en la corte estatal para invalidar la carrera de su oponente y lograr así el escaño.

Miller pide en su demanda que se anule la capacidad del estado de determinar la intención de voto de los electores en el complejo sistema de papeletas escritas a mano que el pasado miércoles dio la victoria a Murkowski, según informó la cadena local KTUU.

El candidato del Tea Party ganó las primarias del partido republicano con el apoyo de la ex gobernadora del estado y líder del movimiento, Sarah Palin, pero Murkowski, que perdió esas primarias y ocupa desde 2004 el escaño por Alaska, recibió la autorización de la Junta Electoral del estado para presentar su candidatura igualmente.

Gracias a un viejo sistema conocido como "write in", que permite a algunos candidatos derrotados en las primarias competir por un escaño mediante votos escritos a mano, Murkowski resultó virtualmente reelegida, con una ventaja de más de 10.400 votos.

De entre esas papeletas, 8.153 muestran errores en la forma de escribir el apellido de la senadora, con caligrafías que rezaban "Murkowsky" o incluso "Murkowskee".

Esas faltas de ortografía, y las dudas en torno a la validez de los boletos en los que los votantes escribieron "Murkowski, Lisa" o "Lisa Murkowski Republican", han creado un debate respecto a si deben aceptarse para reelegir a la senadora y son ahora la base a la que se aferra Miller para hacer valer su demanda.

Miller presentó originalmente su demanda en una corte federal, pero un juez determinó que el asunto debería decidirse a nivel estatal.

Sin embargo, el juez también dictó una suspensión temporal de toda certificación de la elección al Senado, lo que implica que, aunque las autoridades del estado y los observadores electorales hayan aprobado hasta ahora la reelección de Murkowski, no podrá ocupar su asiento hasta que finalice el proceso judicial.

El voto que está en liza, que había convertido a Murkowski en la primera senadora de Estados Unidos elegida por votos escritos en más de medio siglo, supuso un duro revés para Palin y para el Tea Party, que logró arañar algunos asientos en el Senado, pero no ha tenido éxito en varias de sus carreras más ambiciosas.

Palin desbancó en 2006 del puesto de gobernador de Alaska al padre de Murkowski, Frank, lo que creó un clima de frialdad entre la reina del Tea Party y la senadora, de 53 años.

A falta de que se resuelva la lucha entre los dos republicanos, e incluyendo el escaño que al fin y al cabo quedará en manos del partido, la composición del Senado durante los próximos dos años será la siguiente: 51 demócratas, dos independientes que votan con ellos -lo que hace que sean en la práctica 53- y 47 republicanos.

Antes de las elecciones había 57 demócratas, dos independientes y 41 republicanos.