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Francisco Sagasti, de 76 años, es ingeniero industrial y exconsejero técnico del Banco Mundial y parece tener la voluntad de celebrar elecciones en 2021. Photo: Sebastian Castaneda / Reuters.
Francisco Sagasti, de 76 años, es ingeniero industrial y exconsejero técnico del Banco Mundial y parece tener la voluntad de celebrar elecciones en 2021. Photo: Sebastian Castaneda / Reuters.

Perú sigue adelante con el nombramiento de Francisco Sagasti como nuevo presidente interino

Sagasti hereda la dirección de un país demasiado quemado por la corrupción en las últimas décadas entre manifestaciones masivas y muertos a manos de la policía.

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Desde el lunes que las calles arden de rabia en Perú como si las décadas de corrupción hubieran formado una ciénaga inflamable en la que se sacrifican tanto líderes políticos como jóvenes ciudadanos. Un deforme vergel alimentado por la corrupción endémica y las conspiraciones gubernamentales que ha intoxicado hasta el hartazgo a todo Perú.

El país lleva ya más de veinte años encadenando profundos escándalos. Desde el año 2000 y el caso Fujimori se han visto implicados Alejandro Toledo (2001-2006), el suicida Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016). En 2018 Pedro Pablo Kuczynski renunció al cargo de presidente por una denuncia de compra de votos y lazos con la empresa brasileña Odebrecht, por lo que su vicepresidente Martín Vizcarra ascendió al cargo.

Sin embargo, encadenando catástrofes, este 9 de noviembre Vizcarra fue destituido tras las declaraciones de testigos afirmando que éste habría recibido sobornos cuando era gobernador de Moquegua (2011-2014). La moción de censura en realidad empezó en septiembre cuando varios medios señalaron un caso de corrupción a través de la contratación de charlas motivacionales con el ministerio de Cultura por el precio de 50.000 dólares. 

Como era la segunda vez que sucedía en la misma legislatura y teniendo en cuenta el carácter unicameral del Perú, el presidente del Congreso Manuel Merino ascendió al cargo constitucionalmente. Pero dicho movimiento fue interpretado por muchos ciudadanos ya hartos como una triquiñuela más para modificar el calendario electoral. 

Las manifestaciones llegaron a su cenit el sábado y, pese a que el ministro de Interior aseguró varias veces que no se empleaba armamento letal, fallecieron en manos de la policía Jack Pintado, de 24 años, y Inti Sotelo, de 22, al recibir perdigonazos en la parte superior del cuerpo. 

Aquello encendió todavía más las revueltas e hizo que el Fiscal de la nación iniciara un procedimiento contra Merino por homicidio, abuso de autoridad y lesiones graves, que junto a los 94 heridos y las denuncias de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos provocó la dimisión de Merino el domingo. 

Ante el vacío de poder, esa misma noche intentaba el Congreso salir hacia adelante con una supuesta candidata de consenso, la legisladora izquierdista Rocío Silva Santisteban, pero fracasó al alcanzar solo 42 de 60 votos, con 52 en contra y 25 abstenciones. 

Pero este lunes lo intentó de nuevo con éxito con el candidato a legislador centro-liberal Francisco Sagasti del Partido Morado, con 97 votos a favor y 26 en contra. Este político de 76 años, ingeniero industrial y exconsejero técnico del Banco Mundial, parece tener la voluntad de celebrar elecciones en 2021. En su primer discurso se ha dirigido a los jóvenes en las protestas, procurando el ambiente para una transición pacífica: “No podemos volverlos a la vida, pero sí podemos desde el Congreso y desde el Ejecutivo tomar las medidas para que esto no vuelva a suceder”.