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Nuevas normas del G20 para que bancos paguen su rescate

La cumbre de G20 de Seúl acordó unos requisitos de supervisión y capital más estrictos para las instituciones financieras.

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La cumbre de G20 de Seúl acordó hoy unos requisitos de supervisión y capital más estrictos para las instituciones financieras, con acento en los grandes bancos globales, que tendrán que someterse a un mayor control para evitar nuevas crisis.

El nuevo marco acordado en Seúl intenta evitar que de nuevo los gobiernos tengan que acudir al rescate de bancos u otras entidades financieras consideradas "demasiado grandes para caer", y para ello les pedirá mayores reservas que eviten rescates como los de RBS en Reino Unido o de la aseguradora AIG en EEUU.

Los líderes de los países ricos y emergentes adoptaron hoy los nuevos requisitos de capitalización acordados en septiembre por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, conocidos como Basilea III, que supondrán un aumento de los requisitos sobre el capital ordinario de las instituciones financieras desde el 2 al 7 por ciento.

Además, el G20 se comprometió a aplicar las recomendaciones del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) para establecer un marco regulador adicional para que los bancos considerados de gran importancia en el sistema financiero mundial puedan hacer frente a un escenario de crisis.

El FSB tendrá la misión de especificar cuáles son las "instituciones financieras sistémicamente importantes" (SIFI, en sus siglas en inglés) y actuará como el eje central de un marco regulador internacional coordinado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El FSB, que dirige el italiano Mario Draghi, se encargará de identificar y clasificar a los bancos con dimensión internacional (SIFI globales) y propondrá normas de capital adicionales para que los bancos más importantes del mundo tengan "capacidad de absorber las pérdidas más allá de los estándares de Basilea III".

Según Draghi "los requisitos de Basilea serán el mínimo y a ellos se sumará un marco supervisor coordinado y multilateral para evitar lo que vivimos con Lehman Brothers", que desató con su quiebra la crisis financiera en septiembre de 2008.

El miércoles, el diario Financial Times publicó un listado de SIFI globales, que incluía al Banco Santander y al BBVA, y que lastró a los grandes bancos mundiales en la Bolsa ante el temor a que se les obligue a destinar más recursos a engordar sus reservas.

La ministra española de Economía, Elena Salgado, consideró "razonable" que los principales bancos españoles sean vigilados como entidades sistémicas, mientras que en España fuentes del sector lo consideran "injusto".

Según dijo a Jonh Kirton, codirector del grupo de investigación del G20 en Seúl, "no es lo mismo que tenga problemas el Banco Santander, que está ramificado por Latinoamérica y Europa, que si lo hace el Banco Agrícola de China, muy grande pero limitado a sus fronteras".

Para Draghi, esta reforma era necesaria, ya que "la sociedad no aceptaría que se gaste dinero público en un nuevo rescate de bancos. Este marco regulador permitirá que los propios bancos hagan frente a su rescate".

En opinión de Kirton no hay duda de que el G20 ha dado un paso positivo que creará bancos más fuertes y fiables, "lo que a la larga les beneficiará y aumentará la confianza en ellos".

En una reunión empresarial previa a la cumbre de Seúl, en la que participaron una veintena de los principales banqueros mundiales, se pudo medir la repuesta a esta nueva medida en el sector bancario, con opiniones favorables a iniciar a la adaptación a estas medidas y otras más críticas con la formulación.

El presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, dijo ayer que ante esta nueva y compleja situación "solo hay una solución, un marco multilateral y basado en indicadores objetivos".

Sin embargo, Peter Sands, presidente del banco Standard Chartered, fue más crítico al asegurar que el término SIFI "es un concepto complicado, porque asume de antemano un escenario de crisis y hace suposiciones sobre qué tipo de instituciones van a ser indispensables".

Draghi cerró hoy su participación en la cumbre del G20 con una rueda de prensa en la que intentó disipar las dudas y aseguró que determinar los requisitos de capital de los bancos a través de variables como sus redes de negocios o tamaño no perjudicará al sector.

Para finales de 2012, el FSB tiene previsto comenzar a implementar sus medidas en cooperación con el Comité de Basilea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones para "tener un sistema financiero más sólido y mejor capitalizado", según Draghi.