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El 5 de mayo de 1862 el Ejército mexicano, bajo el mando del general Ignacio Zaragoza, se enfrentó a las fuerzas castrenses francesas que avanzaban hacia la capital del país para consumar la conquista de México. EFE/Francisco Guasco
El 5 de mayo de 1862 el Ejército mexicano, bajo el mando del general Ignacio Zaragoza, se enfrentó a las fuerzas castrenses francesas que avanzaban hacia la capital del país para consumar la conquista de México. EFE/Francisco Guasco

México y Estados Unidos: una encrucijada diplomática

“Tenemos mucho más que nos une, que lo que nos divide”, Roberta Jacobson, ex embajadora de Estados Unidos en México.

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Durante la semana pasada, muchos “celebraron” el 5 de mayo como si se tratara de la independencia de México, sin constatar que es una fecha que representa el íntimo nexo entre la sociedad estadounidense y la mexicana.

Si bien el 5 de mayo se ha transformado en la conmemoración de la Batalla de Puebla (1862) – victoria del ejército mexicano contra las fuerzas militares enviadas desde Francia por Napoleón III con la intención de establecer una monarquía “favorable a Europa” – su celebración fue paulatinamente establecida por aquellos latinos que vivían en territorio estadounidense (precisamente en California, Nevada y Oregon) quienes recibieron la noticia de la victoria con una alegría y pomposidad que se ha perpetuado en el tiempo.

Fueron esos Latinos – quienes pasaron a formar parte de Estados Unidos después de que en 1848 la nueva potencia se hiciera con la parte norte de México, participaron de la Guerra Civil y buscaron desde temprano oportunidades de trabajo en la minería – quienes hicieron del 5 de mayo una celebración estadounidense.

Hoy, más de 150 años después, las relaciones entre ambos países se han visto deterioradas por una omisión histórica y por el resurgir de posturas racistas por parte del gobierno estadounidense bajo el mandato de Donald Trump.

Muros, deportaciones, persecuciones y verborrea nacionalista, han sido los primeros indicios de una eminente ruptura de relaciones.

Pero hay quienes insisten en que es fundamental una diplomacia equilibrada, en especial por el interés que debe tener cada nación en la estabilidad de su vecina.

A través de las negociaciones del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), Estados Unidos y México han intentado dejar en claro sus posturas económicas, minadas por los constantes ataques de Trump a la comunidad mexicana.

El embajador mexicano Gerónimo Gutiérrez, aseguró durante la celebración del 5 de mayo en la Casa Blanca que “la relación entre México y Estados Unidos pasa por una difícil encrucijada”.

Durante la ceremonia, en la que no se contó con la presencia ni de el presidente Trump ni del vicepresidente Mike Pence, Gutiérrez recordó que “existe mucho en juego en la relación entre los dos vecinos”, reportó EFE.

“Como lo he dicho antes, nuestra relación atraviesa un difícil tiempo y se encuentra en una encrucijada”, dijo el diplomático, insistiendo en que ambas naciones deben aprovechar la oportunidad para construir una relación “más madura y de beneficio mutuo”.

“Una (relación) que respete nuestras diferencias, reconozca nuestros retos comunes, pero sobre todo que sea guiada por la noción de que tenemos un futuro compartido”, sostuvo.

De esta manera, Gutiérrez recordó la importancia del TLCAN durante los últimos 25 años, los beneficios que han obtenido ambas naciones y la importancia de seguir ese camino de trabajo.

“Un México fuerte y exitoso está en el interés de Estados Unidos, tanto como un Estados Unidos fuerte y exitoso es el del interés de México”, aseguró.

Muestra de ello ha sido el reconocimiento de Roberta Jacobson, ex embajadora de Estados Unidos en México, quien durante 30 años ha trabajado en pro del afianzamiento de las relaciones bilaterales.

Durante una reunión que duró una hora con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, la diplomática se despidió el pasado viernes de su puesto como embajadora, y subió a YouTube un vídeo en el que declaró que “vivir en México sólo reforzó lo que aprendí después de 30 años de trabajar en la región: en la región tenemos mucho más que nos une – comida, familia, cultura e historia – que lo que nos divide”.

A través de la cuenta México City, Prensa Embajada E.U. en la plataforma, Jacobson señaló que “nuestras naciones se han apoyado una a otra para lidiar con las consecuencias de grandes tragedias, así fuera la inundación en Texas o el temblor de septiembre en México. Quedó claro nuestro compromiso de ayudarnos unos a otros cuando lo hemos necesitado”, reportó el diario mexicano El Sol del Centro.

Ahora es sólo cuestión de ver si desde la Casa Blanca la disposición y la voluntad permanecen siendo las mismas.

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