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Misterioso secuestro, misteriosa liberación

Misterioso secuestro, misteriosa liberación

"Por lo que se refiere a los secuestradores, por supuesto que como hombre de fe, ya perdoné" dijo el político, Diego Fernández de Cevallos.

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El prominente político Diego Fernández de Cevallos fue liberado este lunes en buen estado de salud pero débil tras haber sorteado el secuestro político más prolongado en la historia de México y sin que se conozcan detalles sobre su liberación.

Al llegar a su casa, Fernández de Cevallos, que lucía una larga barba blanca declaró que, "por lo que se refiere a los secuestradores, por supuesto que como hombre de
fe, ya perdoné y como ciudadano creo que las autoridades tienen una
tarea pendiente, pero sin abuso, sin atropello".

Desde esta mañana, cuando se dio a conocer su liberación, el paradero
del político se mantuvo en secreto hasta el mediodía, momento en el que
apareció a las puertas de su casa en Lomas de Virreyes, poniente de Ciudad de México.

Agradeció a los periodistas "su actitud verdaderamente profesional y humana" a lo largo de los siete meses y seis días en que permaneció secuestrado.

"Hubo mesura, categoría moral, se privilegió la vida de una persona. Naturalmente esto para mí representa todo", apuntó el político.

Citó de memoria una frase de
El Quijote con la que se identificó: "Mis arreos son las armas, mi
descanso, el pelear, mi cama, las duras penas, mi vivir, siempre
luchar".

Sobre su futuro dijo: "Tengo una actitud
perfectamente definida: vivir para adelante, sin miedos, sin cobardías,
sin arrogancia, pero con definición y con valor".

Fernández de Cevallos,
una figura central en el conservador Partido Acción Nacional (PAN), el
mismo en el que milita el presidente mexicano, Felipe Calderón, fue
secuestrado el pasado 14 de mayo en su rancho "La Cabaña", en el central estado de Querétaro.

Desde el primer momento en que se conoció el rapto la información sobre el caso fue manejada con misterio y reserva.

La familia del político pidió en su momento públicamente a las
autoridades que no investigaran el caso para no perjudicar las
negociaciones con los secuestradores, lo que sorprendentemente fue
aceptado por el Gobierno mexicano, que a través de la Fiscalía federal anunció que se hacía a un lado en las pesquisas del crimen.

Incluso, la mayor cadena de televisión de México, Televisa, notificó a sus televidentes que ese canal se abstendría de ofrecer información sobre el secuestro por respeto a la familia, y que su silencio duraría hasta el "desenlace" del caso.

Varios medios de comunicación y columnistas de diarios y revistas en los últimos meses anunciaron en vano que la liberación de "El Jefe Diego" se daría en los "próximos días", pero las semanas y los meses siguieron pasando.

Destaca el caso del periódico El Universal, que en primera plana y a cinco columnas anunció el pasado 28 de noviembre su liberación, información que fue después desmentida.

Los captores de Fernández de Cevallos se comunicaron un puñado de veces con los medios de comunicación mexicanos a través de
correos electrónicos, y se autodenominaban "Los Misteriores
Desaparecedores", aunque en su último comunicado se hicieron llamar "Red
por la transformación global".

Los criminales difundieron por ese medio dos fotografías de la víctima con el torso desnudo y los ojos vendados, y en sus mensajes lanzaban reivindicaciones sociales de
izquierda, críticas a la economía neoliberal e irónicamente condenaban
la violencia e inseguridad que padece actualmente el país.

Al conocer la noticia, el presidente Calderón y el PAN se congratularon en sendos comunicados por la liberación de Fernández de Cevallos.

La Presidencia señaló que la Fiscalía "continuará con las
investigaciones para aprehender a los responsables y llevarlos ante la
Justicia".

Fernández de Cevallos, de 69 años, fue candidato del PAN a la Presidencia en las elecciones de 1994, en las que perdió frente a Ernesto Zedillo, y ha sido uno de los personajes más influyentes en su partido y en la política mexicana en las últimas dos décadas.

Nació en la Ciudad de México el 16 de marzo de 1941, en una familia de 15 hermanos. Su padre, José Fernández, fue uno de los socios fundadores del PAN.