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Jefes de policía de EEUU exigen reforma migratoria

Jefes de policía de EEUU exigen reforma migratoria

Denuncian la impunidad e inseguridad del sistema de inmigración.

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Art Acevedo, jefe de Policía de Austin y presidente de la Asociación Nacional de Agentes de Paz Latinos (NLPOA).

Jefes de policía de varias localidades
con gran presencia de indocumentados en EEUU unieron hoy sus voces
para denunciar el clima de inseguridad e impunidad que genera en sus
comunidades el actual sistema de inmigración y exigir una reforma.

A una semana para la reunión en la Casa Blanca sobre la
viabilidad de aprobar una reforma migratoria este año, los jefes de
policía de localidades tan alejadas como Austin (Texas), North
Charleston (Carolina del Sur) y Topeka (Kansas) subrayaron que el
debate debe ir más allá de cualquier postura política.

"Se trata de restablecer la confianza en las fuerzas del orden",
dijo en una conferencia telefónica Art Acevedo, jefe de policía de
Austin y presidente de la Asociación Nacional de Agentes de Paz
Latinos (NLPOA).

"Nuestra comunidad está llena de inmigrantes que viven con miedo,
y que por tanto dudan a la hora de cooperar con la ley", aseguró
Acevedo, un inmigrante nacido en Cuba y residente en EEUU desde
1958.

"Por miedo a ser denunciados a las autoridades de inmigración, no
se atreven a declarar contra los criminales, cuando sus testimonios
son cruciales para la investigación. Perderles como testigos crea un
clima de impunidad para sus agresores, y extiende la inseguridad en
nuestra comunidad", continuó Acevedo.

En la localidad en la que patrulla Acevedo, que cuenta con un 35
por ciento de población hispana, los indocumentados escuchan
"demasiado a menudo" la frase "si me denuncias, llamo a
inmigración".

A Ron Miller, jefe de policía de Topeka, ciudad situada en "el
corazón de Estados Unidos", le preocupan especialmente las quejas
que le llegan de personas que aseguran que los agentes federales les
detuvieron por el mero hecho de ser inmigrantes, y no por haber
cometido delitos.

"Necesitamos un sistema que deje de considerar el estatus
migratorio a la hora de juzgar a criminales", dijo Miller. "Si
cometen actos ilegales deben ser perseguidos, por supuesto, pero si
son las víctimas deben ser protegidos como cualquier ciudadano, y
eso no está ocurriendo".

Miller abordó este asunto junto con otros expertos en un estudio
reciente de la Fundación de Policía, que concluye que la aplicación
del programa 287(g) de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por
sus siglas en inglés) acarrea más inconvenientes que ventajas.

Dicho programa permite a los agentes federales llegar a un
acuerdo escrito con los oficiales locales para que ejerzan funciones
de un agente de inmigración.

Según el estudio, muchos agentes locales se sienten divididos
entre su voluntad de ayudar a las autoridades federales y la
preocupación de que ello anule la confianza que las comunidades de
inmigrantes han depositado en ellos a lo largo de los años.

Para Miller, esa confianza es "crucial" para la estabilidad y
seguridad de la localidad, por lo que considera más fiables las
prácticas en las que los agentes locales se aproximan a cada
comunidad en función de sus necesidades.

A pesar de ello, considera necesario un "esfuerzo conjunto de las
fuerzas de seguridad federales, estatales y locales" para planificar
una reforma nacional que funcione a nivel local, y que sea, además
de humana, "racional y pragmática".

Jon Zumalt es jefe de policía de North Charleston, una localidad
en la que un 7 por ciento de los residentes son indocumentados que
"trabajan duro, pero al ser ilegales no tienen dónde poner el
dinero, y les roban".

"Aunque sólo nos enfrentamos desde el punto de vista local, creo
que tenemos que estar en la mesa mientras esto se debate. No podemos
seguir tolerando tantas injusticias ante nuestros propios ojos",
dijo Zumalt.

La mayor frustración de Zumalt, una que comparte con Miller, es
la dificultad de identificar a los inmigrantes que no poseen ningún
tipo de documentos.

Por eso confía en la promesa de la secretaria de Seguridad
Nacional, Janet Napolitano, de que trabajará para mejorar las bases
de datos de indocumentados.

"Cuando Estados Unidos se mira en el espejo, debería verse
reflejada en los rostros de los agentes del orden que ha elegido",
opinó Miller. "No podemos dejar que el sistema de inmigración lo
impida", sentenció.