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Fernando Armstrong, Census 202 regional director, spoke about the opportunities presented by the census in a visit to the AL DÍA newsroom on Aug. 7. Photo: Emily Neil / AL DÍA News
Fernando Armstrong, director regional del Censo 2020, habló de las oportunidades del Censo 2020 durante una visita a AL DÍA News el 7 de agosot. Foto: Emily Neil / AL DÍA News

Fernando Armstrong abraza las oportunidades del Censo 2020

El director regional del censo de 2020 reflexiona sobre su trayectoria--y sobre  la evolución del censo desde sus primeros días como líder del censo en Puerto…

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Siempre estuvieron sobrecargados con bolsas llenas de papeles y documentos, con portar mapas que trazan las rutas y estrategias para llegar hasta a los hogares más remotos. Los exploradores intrépidos se reunían en restaurantes de comida rápida y se agachaban sobre los materiales esparcidos sobre el piso de sus salas, mientras determinaban sus trayectos y revisaban los avances que habían logrado en su búsqueda por contar a cada persona individual que vive en los EE. UU. y sus territorios.

Era el año de 1980, y en ese entonces el censo constituía una empresa que requería de fuerza de voluntad, estrategia, delicadeza --y dedicación incesante. Era un proyecto al que Fernando Armstrong se había dedicado en cuanto empezó a trabajar en el censo en 1980, en su país natal de Puerto Rico en 1978, y es una misión a la que aún sirve con pasión en el actual papel que desempeña como director regional para el censo de 2020 en la región de Filadelfia.

 

 

Las diferencias en el proceso, entre la primera vez que empezó su carrera y el Censo de 2020, dijo Armstrong, es que ahora, lo único que se necesita es un teléfono. El poder de la Internet y la tecnología han transformado el proceso completo para bien.

En una visita a la sala de redacción de AL DÍA, el 7 de agosto, Armstrong reflexionó sobre lo que ha sido el trabajo de toda su vida --y las formas en que la tecnología han transformado el conteo de 10 años de manera que ahora es más “fácil, rápido y seguro” que nunca participar en el censo.

Toda una vida de cambios

Armstrong, quien habla suavemente, pero con precisión y convicción, dijo que las herramientas y metodología del censo hoy en día y el área son un mundo aparte comparado con las reuniones llenas de papeles sostenidas en las casas y restaurantes.

“Ayuda en la forma que he participado en los censos conforme estos han evolucionado desde ser un censo de papel hasta ahora en que se aprovechará y beneficiará de la tecnología que antes no estaba disponible”, le dijo Armstrong al Director ejecutivo de AL DÍA, Hernán Guaracao.

Estos avances incluyen poder responder en línea, así como por teléfono, al enviar una encuesta, o, al final, al completar la encuesta en la presencia de un trabajador del censo que llega a su casa a ayudar a la persona a completar la encuesta.

Estos avances son clave, dijo Armstrong, para producir un “buen censo”, uno que ofrece el conteo más preciso posible.

“Me emociona precisamente porque he visto el progreso del censo a lo largo de los años y de las décadas. Y puedo ver de primera mano cuán importante es para una comunidad, para un estado, para un país, tener un buen censo”, dijo Armstrong.

Estos avances también será especialmente eficaces, dijo Armstrong, para hacer frente a uno de los mayores desafíos del censo de 2020.

Un momento de orgullo

Desde marzo de 2018 el presidente Donald Trump y el Departamento de comercio han presionado por la inclusión de una pregunta sobre ciudadanía en el censo de 2020.

Aún cuando la Corte Suprema bloqueó la inclusión de la pregunta basado en que el razonamiento de la misma como manera para enforzar la Ley del Derecho al Voto era “artificiosa”, el presidente Trump insistió al inicio que sería incluido, y luego se echó atrás. La decisión fue definitiva. No se incluiría pregunta alguna sobre la ciudadanía en el censo.

Aunque Armstrong y otros han asegurado al público sobre este hecho, él dijo que también era importante observar que el censo funciona de forma separada de todas las otras facetas del gobierno y no comparte la información de los participantes con ningún otro organismo del gobierno. Pero muchos temen que el fantasma de la pregunta sobre la ciudadanía desalentará a muchas familias de inmigrantes, inclusive a algunos Latinos,de responder el censo.

Armstrong dijo que su mensaje a las familias que podrían sentirse reacios a responder debido a sus preocupaciones sobre la privacidad es: “Dennos una oportunidad”.

“Yo diría dennos una oportunidad para probarles que es seguro, que nada les sucederá a ustedes, a su familia. Les sucederán muchas cosas buenas a ustedes y a sus vecindarios, y a su comunidad, si participan”, dijo Armstrong.

“Existen momentos en los que uno tiene que reconocer su responsabilidad hacia la comunidad. Es un deber civil, así como votar es un deber civil. Se deben apreciar y aprovechar esas oportunidades. Y esta oportunidad sólo se da cada diez años. Si van a seguir acá, si sus hijos seguirán en la escuela, si continuarán utilizando las instalaciones médicas y los hospitales, es para su propio beneficio estar en el censo”, dijo.

Aparte de los beneficios inherentes a la participación en el censo, en cuanto a la asignación más precisa de fondos y a obtener una mejor representación en el gobierno, Armstrong dijo que los avances tecnológicos que le permiten a las personas responder mediante sus teléfonos inteligentes han facilitado el proceso enormemente --y también sirven como barreras de seguridad importantes que protegen la privacidad de las personas.

Ahora que las personas pueden responder el censo en línea o por correo, es más fácil asegurar que nadie del censo tenga que llegar a su residencia y tocar su puerta. El primero de los cinco envíos, que se enviará en marzo de 2020, invita a las personas a participar en el censo y les ofrece instrucciones sobre cómo hacerlo. En total, existen cinco envíos que la Oficina del Censo envía a las residencias recordándoles a las personas que completen el censo antes de que envíen a un encuestador a visitar la residencia para poder ayudar a la persona a completar el cuestionario.

“No hay ninguna forma en que se pudiera identificar a alguien, no hay forma en que la dirección pudiera ser identificada, no hay forma de que una persona individual o vecindario específico o familia específica puedan ser sancionados sobre la base de su participación en el censo”, afirmó Armstrong.

Al final, Armstrong dijo que para asegurar que todos estén contados, los esfuerzos en toda la ciudad y regionales serán los que marcarán la diferencia --así como una actitud de que el censo es “una oportunidad única para decirle al mundo quienes somos”.

“Pienso que cuando podamos transmitir ese mensaje al público y a la comunidad latina, la comunidad asiática y la comunidad de inmigrantes, cuando podamos comunicar que es seguro y confiable, que es importante, pienso que veremos a muchos grupos que son parte de la comunidad Latina incluidos que lo verán como un momento de orgullo”, dijo Armstrong.

“Esta es mi oportunidad de estar orgullo de quien soy, de dónde vengo. De lo que mi familia trae a la ciudad, de lo que mi familia trae al país”, agregó.

Un legado de trabajo en equipo

El proceso del censo tiene un papel societario importante, aparte de su misión, ya que ofrece cientos de miles de empleos temporales en todo el país a lo largo de su año de movilización.

En Filadelfia, habrá dos oficinas, cada una con 600 personas que trabajan a tiempo completo o medio tiempo, que participarán en los sondeos y otros procesos para asegurar que cada persona en la ciudad esté contada.

En la región, Armstrong supervisará un total de aproximadamente 57,000 empleados del censo en nueve estados.

Armstrong dijo que a pesar de los honores, galardones y logros que ha recibido en su carrera de varias décadas de duración, el legado que quisiera dejar consiste principalmente en las maneras en que ha ayudado a apoyar a los profesionales con los que ha trabajado en los esfuerzos del censo a lo largo de los años.

“Pienso que lo único que me gustaría tener en términos de legado es saber que he podido darle oportunidades a muchas personas, y que ellas han podido aprovechar las oportunidades y se han convertido en mejores profesionales y mejores miembros comunitarios --y que tienen la capacidad, habilidad y están dispuestos a reemplazarme”, dijo Armstrong.

“Trabajo arduamente cada día por encontrar a las personas que ocupen mi lugar. Ese es mi trabajo”, agregó.

Aunque pueda ser su trabajo, parece que ese es un paso que Armstrong aún tiene que lograr. Y en el 2020, el apasionado director del censo continuará liderando el camino. 

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