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Joe Biden (izq) y Elizabeth Warren (der). Fuente: Getty.
Joe Biden (izq) y Elizabeth Warren (der). Fuente: Getty.

¿Qué implicaría una fórmula Biden-Warren?

A pesar de no parecer una combinación ideal, la adhesión de la Senadora Elizabeth Warren a la papeleta de Joe Biden podría cambiar radicalmente el panorama de…

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La esperanza de que el Partido Demócrata girara completamente hacia una ruta progresista durante las primarias era muy corta. A pesar de la fuerza de candidaturas como las del Senador Bernie Sanders y la Senadora Elizabeth Warren, muy en el fondo sabíamos que la maquinaria demócrata no permitiría correr el riesgo de ver a Donald Trump ser reelecto por una apuesta muy alta.

Sin embargo, la nominación de facto del ex vicepresidente Joe Biden parece haber obligado a todas las fuerzas que gravitan alrededor del Partido a cerrar filas y prestar atención a los votantes durante las primarias.

Un asunto es clave: entre mujeres, Latinos y Afroamericanos está el grueso demográfico que podrá determinar el resultado de las elecciones en noviembre, y Joe Biden no puede agruparlos a todos detrás de su figura y sus propuestas.

Para ello, necesitará una compañera de fórmula invencible.

Después de haberse comprometido en el debate del 15 de marzo en elegir a una mujer como vicepresidenta, el equipo de la campaña Biden puso en marcha el proceso de selección de quien le acompañará contra la fórmula Trump-Pence en noviembre.

Entre elucubraciones sobre una potencial Stacey Abrams o incluso una mujer Latina, el nombre que más ha sonado ha sido, precisamente, el de la Senadora Elizabeth Warren quien, tras retirarse de la contienda y dar su apoyo al ex vicepresidente, respondió a Rachel Maddow en una entrevista para MSNBC que, de ser considerada como compañera de boleta, lo aceptaría sin dudarlo.

Simultáneamente, la senadora se ha mantenido activa en redes y en una suerte de campaña mediática contra las escasas y erráticas medidas de la Administración Trump para lidiar con la pandemia del Coronavirus, en lo que muchos perciben como una estrategia para hacerse “atractiva para el equipo de Biden”, que está “considerando seriamente elegirla”, según explicó The Atlantic.

En una conversación con Edward-Isaac Dovere, reportero del medio, Warren insistió en que la salida para la crisis política nacional es un asunto de perspectiva.

"Joe Biden describe esta [elección] como la batalla por el alma de la nación. Tiene razón,” dijo la Senadora. "Pero hay más. Es la batalla por la supervivencia de una nación que trabaja para la mayoría de su gente o sólo para una delgada élite en la cima."

Una compañera “ideal”

La candidata que hizo campaña detrás del “tengo un plan para eso” parece entonces ser la solución estratégica para el equipo Biden, no sólo a la hora de atraer votantes que aún dudan del ex vicepresidente, sino para poner en marcha soluciones tangibles.

Warren no sólo ha puesto sobre la mesa planes de recuperación económica enfocados en el bienestar social, sino también fue la primera en publicar un plan para lidiar con el COVID-19 a finales de Enero, mientras la Administración seguía dudando de la veracidad de la amenaza a la salud pública.

Mientras el asesor económico de Trump, Larry Kudlow, afirmaba que la pandemia “no hundiría la economía”, Warren explicaba con pelos y señales la necesidad de más de 400.000 millones de dólares en un paquete de respuesta económica a la larga.

Y esto no ha sido pasado por alto por el equipo Biden.

Según explicó el Boston Globe, el ex vicepresidente y la Senadora han estado hablando en privado en muchas ocasiones durante las últimas semanas, “incluyendo cuando Biden le llamó después de que su hermano mayor muriera por coronavirus”.

“Sería una vicepresidenta estupenda”, dijo al medio Valeria Jarret, una de las principales asesoras de la administración Obama, quien además argumentó que las diferencias entre ambos políticos encuentran terreno neutral en la situación del país.

"Siento que se llevan mejor que las personas que siempre han estado de acuerdo entre sí de la manera que a veces sucede", dijo Jared Bernstein, que fue el economista jefe de Biden mientras era vicepresidente y que ahora forma parte de uno de sus grupos de trabajo. "Creo que ambos te dirían que han aprendido mucho el uno del otro".

Sin embargo, la pregunta que queda en el aire sigue sin responderse: ¿Será esta dupla suficiente para atraer el voto de color?

“Ella es muy, muy buena”, dijo Harry Reid, ex líder de la mayoría demócrata en el Senado al Boston Globe. “La comunidad progresista estaría muy contenta, pero, de nuevo, tienes otras cosas que debes tener en cuenta: la reciente fuerza del voto negro en Kentucky, Virginia y Louisiana.”

De igual manera, la batalla de Warren contra Wall Street y el “top 1%” podría poner en jaque el apoyo de inversionistas y multimillonarios con el que cuenta Biden.

Un asunto de edad

Por otra parte, y en miras de distanciarse del formato “hombre, blanco, heterosexual y adulto mayor”, el equipo Biden también está considerando una compañera de fórmula que garantice un segundo período presidencial demócrata después del vicepresidente.

Según explicó la Associated Press, sin aún haber llegado al puesto, Joe Biden “ya está pensando en dejarlo.”

Su preocupación se centra en que su edad y su salud mental y física resulten un problema durante su administración, asegurando que no buscará la reelección pues se considera a sí mismo como “un candidato de transición” que de pie a “una generación más joven de liderazgo”.

Considerando que Elizabeth Warren es tan sólo 7 años más joven que el ex vicepresidente, existe la posibilidad que otras figuras como Kamala Harrs de 55 años sean más atractivas para la decisión final.

De una u otra manera, la posibilidad de tener la primera mujer vicepresidente en la historia del país es cada vez más tangible.