En Seattle, cuando las protestas de George Floyd llegaron a un punto de ebullición entre los manifestantes y las fuerzas del orden, la policía recibió instrucciones de abandonar el recinto Este de la ciudad. El recinto fue cerrado con tablas y abandonado, lo que dio a los manifestantes la oportunidad de crear una zona autónoma el 8 de junio. 

En una entrevista con el periodista de CNN Chris Cuomo el 11 de junio, la alcaldesa Jenny Durkan había dicho que la zona autónoma de CHOP por los manifestantes podría ser un "verano de amor".  

Sin embargo, el fin de semana hubo un tiroteo en el que tres personas fueron asesinadas y una murió, lo que provocó la preocupación de Durkan y, en última instancia, la decisión de reclamar la zona autónoma y permitir que las fuerzas del orden vuelvan a la comisaría.

Los manifestantes no serán removidos por la fuerza, pero Seattle trabajará con las organizaciones para convencer a los manifestantes de que abandonen el área.

Aunque autónomos, las fuerzas del orden afirman que aún responden a cualquier llamada que sea cuestión de vida o muerte. 

"Seattle no está bajo asedio y estamos respondiendo a cada llamada y a cada área de la ciudad", dijo el Jefe de Policía de Seattle, Carmen Best, a Cuomo la semana pasada. Esto vino después de que la policía de Seattle recibió un correo electrónico diciendo que ignorara las llamadas de emergencia provenientes de la zona autónoma del Capitolio a menos que fuera un "evento de bajas masivas". 

Aunque todavía no hay un plazo para cuándo se va a reclamar la zona, la policía volverá a su sede para responder a las llamadas de emergencia. Durkan subrayó que el cambio será pacífico en el anuncio público al lado del Jefe Best, aunque ninguno de ellos explicó lo que pasaría si hubiera resistencia.