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Ane Ormaechea, maestra de Southwark "Dragón TWI"  y voluntarios Sofía Chaparro, de la Universidad de Pennsylvania estudiante doctoral, plan de lección.

Usando dos idiomas para salvar las escuelas en Philly

Seis escuelas primarias de Filadelfia –Southwark, Cayuga, Elkin, McClure, Muñoz-Marín, y Taylor —han dado inicio, exitosamente, a programas populares de dos…

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“No soy un niño español.”

Eso es lo que Sebastián, un niño de 6 años de edad, le dijo a su madre estadounidense y padre costarricense bilingües cuando le leyeron un libro en idioma español o lo motivaban a practicar hablar el idioma. Jessica Esquivel, la madre de Sebastián, lo había inscrito en un colegio católico en el que recibía 30 minutos de enseñanza en idioma español cada semana.

“Esperábamos que se volviera bilingüe”, dijo Esquivel. Ella y su esposo hablan español en casa y aunque su hijo entendía, se rehusaba a hablar. En ese momento decidieron aumentar el aprendizaje formal en idioma español de Sebastián de menos de una hora cada semana a más de seis horas al día. 

Empezó con un tweet. El diario Passyunk Post publicó un artículo sobre el nuevo programa de dos idiomas de Southwark Elementary School en donde niños de kínder hispanohablantes, anglohablantes y bilingües se reunían en un aula para aprender lo que cada niño de kínder en la escuela pública de Filadelfia aprende, pero en dos idiomas. Esquivel se cruzó la ciudad desde su casa en el noroeste de Filadelfia para asistir a la noche para padres de familia ofrecida por la escuela, para escuchar sobre las investigaciones, conocer al director y hacer un tour. Salió convencida.

“Sebastián estaría recibiendo idioma español todo el día y gratuitamente”, dijo Esquivel. “Estamos realmente impresionados porque él, sin lugar a dudas, ahora habla español. Inicia conversaciones con nosotros en español y nunca había hecho eso antes”. 

La familia Esquivel no está sola. Seis escuelas primarias de Filadelfia –Southwark, Cayuga, Elkin, McClure, Muñoz-Marín, y Taylor —han dado inicio, exitosamente, a programas populares de dos idiomas. Las familias en el norte de Filadelfia o del sur de Filadelfia – sean anglos o latinos, monolingües o bilingües—quieren que sus hijos aprendan tanto en inglés como en español. 

Ane Ormaechea, la maestra de kínder en dos idiomas en la escuela de Southwark da clases a un grupo diverso de estudiantes. Al principio del año, siete niños sólo hablaban inglés. Algunos estudiantes tienen mayor dominio del español que del inglés. La mayoría de los miembros de la clase de 24 alumnos habla dos idiomas. Los niños son anglosajones, afroamericanos y latinos, con familias de Nicaragua, Ecuador, Venezuela y México. 

La diversidad en el aula es lo que atrajo a la familia Esquivel a Southwark.

“Yo quería que él estuviera en un entorno con compañeros latinos”, dijo Esquivel. “Al estar mi hijo en una escuela no diversa, aunque ha ido a Costa Rica a visitar a la familia, en realidad no se daba cuenta que era Latino o de lo que significa ser Latino, y realmente quería que él acogiera ese lado de su herencia cultural”. 

Ormaechea dijo que los estudiantes como Sebastián han prosperado al estar inmersos en un ambiente con compañeros de clase bilingües.

“El otro día alguien le dijo algo en inglés y él dijo ‘en español’”, dijo Ormaechea riendo. “Conozco a muchas personas cuyos padres son mexicanos o de otras partes, y generalmente pueden decir unas cuantas palabras o entender español, pero en algún momento, cuando fueron a la escuela, bloquearon eso porque no querían ser el chico o la chica diferente”. 

El idioma como una ventaja, no una barrera

Antes del programa de dos idiomas, cuatro escuelas primarias públicas de Filadelfia ofrecían un programa de idioma transicional para estudiantes hispanohablantes. El programa empezaba con enseñanza en español, pero su meta final no era promover el bilingüismo, sino usar el español para introducirse gradualmente al inglés. 

Nelson Flores, un profesor de la Universidad de Pensilvania, trabaja con la Oficina de Planes de estudio y programas multilingües para rediseñar la manera en que el Distrito escolar de Filadelfia aborda la educación idiomática.

Flores dijo que hace 50 años, las escuelas públicas de Filadelfia eran conocidas a escala nacional por tener una excelente educación bilingüe en una variedad de idiomas –desde chino hasta ruso. La escuela media Roberto Clemente y la Escuela secundaria Edison alguna vez se jactaron de tener programas de dos idiomas. Parte de la investigación de Flores es averiguar por qué esos programas desaparecieron.  

“Ahora somos parte de la historia” dijo Flores. “La esperanza es que ahora que contamos con una nueva promoción de estudiantes que empieza la escuela, podemos entonces desarrollar el programa tanto en la escuela media como la escuela secundaria para que los niños tengan una educación bilingüe desde kínder hasta grado 12”. 

"Las investigaciones muestran que los estudiantes en programas bilingües generalmente puntean más alto en esas pruebas estandarizadas"

Nelson Flores

Por ahora, el programa de dos idiomas de cinco años de duración les enseñará a los estudiantes todas las asignaturas, inclusive matemáticas, ciencias, lectura y estudios sociales, en ambos idiomas. En el aula de Southwark, la enseñanza es 90-10 –es decir, el 90 por ciento del plan de estudios es en español y el 10 por ciento en inglés. Cuando los estudiantes lleguen a quinto grado, la meta es implementar un programa de proporción 50-50. 

Pero el aprendizaje es aprendizaje sin importar de qué idioma se trate.

“Cuando uno aprende dos idiomas, realmente está desarrollando sus habilidades cognitivas profundamente”, dijo Flores. “Las investigaciones muestran que los estudiantes en programas bilingües generalmente puntean más alto en esas pruebas estandarizadas”. 

Allison Still, la directora interina de los Planes de estudio y programas multilingües del distrito, dijo que las habilidades que desarrolla el niño a través de su educación se trasladan entre idiomas.

“Las investigaciones han mostrado que los niños son muy capaces de aprender en dos idiomas”, dijo Still. “De hecho, los beneficia de forma positiva”. 

Conforme más y más padres de familia aprenden sobre esas investigaciones, la demanda de programas bilingües ha crecido.

Angélica, hija de Andrea Valera, está en la clase de Ormaechea. Valera habla y entiende inglés y practica ambos idiomas con su hija. Aunque no se proponía darle a su hija una educación bilingüe, cuando Valera escuchó sobre el programa por parte de los maestros, decidió inscribirla.

“Me interesó que mi hija aprendiera ambos idiomas porque es algo muy bueno para su educación, en este país se necesita de varios idiomas”, dijo Valera. 

El director de Southwark, Andrew Lukov, dijo que el programa –Dragón TWI—no nació como una orden jerárquica por parte del distrito, sino como una solicitud comunitaria basada en valores compartida por la oficina central.

Esther Morales, directora de educación en Puentes de Salud, dijo que la educación bilingüe ha estado en demanda en la comunidad durante más de cinco años.

“Su enfoque en el apoyo bilingüe de largo plazo es lo que nos llevó a tener un programa educativo y hacer una alianza con Southwark”, dijo Morales. “Ellos no querían que sus hijos olvidaran el idioma español”. 

Los padres de familia involucrados en los programas de dos idiomas del norte de Filadelfia sentían lo mismo. Muchos son padres de familia puertorriqueños y dominicanos de cuarta generación que dicen que lamentan no haber desarrollado sus propias habilidades en idioma español, y querían que sus hijos tuvieran la oportunidad de volver a tener contacto con su herencia lingüística. Pero también hay familias afroamericanas que quieren que sus hijos adquieran habilidades bilingües. 

Erica Darken, la especialista en planes de estudio en dos idiomas para la oficina multilingüe del distrito, dijo que hay listas de espera para los niños que quieren inscribirse en el programa de dos idiomas en el norte de Filadelfia. Lewis Elkin School en East Allegheny tiene dos clases llenas y la escuela Bayard Taler en Erie Avenue ya llenó su cupo.  

“En el norte de Filadelfia, hay un rango. Algunas clases tienen un porcentaje más alto de estudiantes que hablan español como primer idioma y un porcentaje más bajo de estudiantes que hablan inglés como primer idioma, y en otras escuelas es al revés”, dijo Darken.

En el sur de Filadelfia hay demanda tanto por parte de las comunidades hispanohablantes como por parte de las de habla inglesa. 

Trish Downey, a miembro de la Asociación civil de East Passyunk, vive a una distancia de unas pocas cuadras de Southwark, donde su hija está inscrita en el programa de dos idiomas. Aunque Downey estudió español en su escuela secundaria y universidad en el centro de Pensilvania, nunca hizo uso diario del idioma. Su esposo, por el otro lado, nunca recibió educación formal alguna en español pero aprendió algo del idioma de sus compañeros de trabajo.

“Él lo habla tanto mejor que yo, pero yo soy mejor para leer instrucciones. Juntos logramos descifrar las cosas”, dijo Downey.  “La belleza de este programa es que uno cuenta con una red de personas que son hispanohablantes”.

“Cada vez es un mundo más y más local. Interactuamos todo el tiempo con diferentes culturas y diferentes idiomas”, dijo Downey. “Es importante estar abierto a ello y tener un sentido del prójimo, un sentido de empatía con alguien que está aprendiendo el idioma de uno, porque uno tuvo que aprender el de ellos”.

Llevando familias –y fondos—de vuelta a las escuelas públicas

Los programas bilingües con frecuencia son vistos como programas de lujo para que los estudiantes anglosajones obtengan habilidades mercadeables, mientras que los estudiantes hispanohablantes con frecuencia son vistos como académicamente atrofiados. El distrito trabaja para redefinir el bilingüismo como una prioridad que no es solo para quienes pueden costearlo. En las seis escuelas con programas en dos idiomas, más de 90 por ciento del cuerpo estudiantil tiene desventajas económicas. En cinco de los seis, dicho porcentaje es de más de 95. 

Pero no sólo la población de las escuelas tiene pocos recursos financieros. El distrito mismo ha presenciado el recorte de su presupuesto durante años, a tal punto que muchas escuelas han sacrificado programas y personal de apoyo de tiempo completo como enfermeras, asesores y bibliotecarias. Mientras tanto, el número de escuelas chárter ha crecido en Filadelfia conforme los padres de familia buscan otra opción para la educación de sus hijos. Quienes tienen recursos financieros y oportunidad inscriben a sus hijos en la escuela privada. Otros dejaron la ciudad por completo para optar por escuelas totalmente financiadas en los suburbios, lo que contribuyó a privar al distrito aún más de su base impositiva.  

"Abrir este programa a las personas de fuera del área y los hablantes no nativos de toda la ciudad, creo que trae más recursos financieros"

Jessica Esquivel

Sin embargo, el programa de dos idiomas está trayendo a algunos padres de familia de vuelta.

Aunque las familias provenientes del área de captación de la escuela son prioridad para el programa, a aquellos fuera del área también se les da oportunidad de inscribirse.

Jessica Esquivel es tan solo una entre los padres de familia que sacó a su hijo de la escuela católica y lo inscribió para empezar en Southwark. Aunque el aula aún tiene déficit de útiles y espacios, como centros de escucha y libros de lectura nivelados, ella dijo que los padres de familia se han unido para recolectar fondos para cosas como espacios donde sus hijos puedan guardar sus libros.

“Abrir este programa a las personas de fuera del área y los hablantes no nativos de toda la ciudad, creo que trae más recursos financieros”, dijo Esquivel. “Los padres de familia buscamos el apoyo de amigos y familiares. Eso es bueno, pero no deberíamos tener que hacerlo”.

Allison Still de la oficina multicultural del distrito dijo que los programas de dos idiomas no requerirán de fondos adicionales porque los maestros aún son contratados sobre la base de los números de inscripción. De hecho, dijo Still, la diversidad idiomática y cultural en las escuelas de Filadelfia se debe resaltar como una forma para sostener la educación pública al seguir siendo competitivas.

“Poder aprender un segundo idioma con compañeros que hablan ese idioma es una oportunidad que muchas escuelas privadas, chárter y suburbanas no tienen. Creemos que es una enorme atracción y una forma de ver el idioma y la cultura como una ventaja en vez de una carencia”, dijo Still. “La enseñanza y alfabetización bilingües es lo que hará que estos estudiantes destaquen”.

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