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Donald Taylor ha sido presidente de Cabrini College en Radnor Pensilvania, desde julio 2014. Samantha Madera / AL DÍA News
 
 

Cabrini busca ser una universidad para latinos

El presidente de Cabrini College, Donald Taylor, habló sobre su visión para el crecimiento de la universidad; su objetivo de convertirse en una institución…

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El presidente de Cabrini College, Donald Taylor, se sentó en la mesa redonda de AL DÍA y habló sobre su visión para el crecimiento de la universidad; su objetivo de convertirse en una institución reconocida por servir a los latinos, y sobre ser el primer hombre y el primer no católico al frente de esta institución en Radnor, Pensilvania.

Aunque Cabrini College fue fundado en 1957, por las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, como una universidad católica para mujeres, ha sido una institución mixta desde la década de los setenta, que además ha sido reconocida como un ejemplo de cooperación entre religiones.

Taylor ha sido presidente de Cabrini College desde julio del 2014, y desde entonces se ha propuesto expandir la huella de esta institución, y convertirla en una universidad de primera opción para una variedad de estudiantes. 

A continuación, lo que Taylor tuvo que decir.

 

Sobre Cabrini y el perfil de sus estudiantes:

Tenemos unos 1.300 estudiantes de tiempo completo —es una universidad principalmente residencial de artes liberales— y unos mil estudiantes de posgrado en áreas  como la educación, negocios, liderazgo… Más de la mitad de nuestros estudiantes son de primera generación, entre el 45 y 50 por ciento son elegibles para ayuda financiera federal y una tercera parte son estudiantes de diversas minorías.

 

Sobre su visión para Cabrini:

Nuestra visión es ser una escuela de primera opción para todo tipo de estudiantes y satisfacer sus necesidades cualesquiera que sean; no solo estudiantes de artes liberales sino también estudiantes de posgrado; ser una escuela de primera opción para jóvenes y estudiantes adultos, estudiantes internacionales, militares… y expandir la huella de la institución.

 

Sobre los planes de expansión y el plan “Cabrini’s 2020 Roadmap to Growth”:

Nuestra visión es servir a 3.500 estudiantes para el 2020. Estamos trabajando mucho y nos hemos asociado con ‘high schools’ en el valle Delaware, que son consistentes con nuestra misión. Entre ellas ocho ‘high schools’ y seis más que vamos a finalizar en las próximas semanas. Algunos ‘high schools’ envían a sus estudiantes a Cabrini o toman clases ‘online’ y así obtienen crédito para la universidad incluso antes de graduarse, lo que hace posible que terminen la universidad en solo tres años. También nos hemos asociado con colegios comunitarios y escuelas de posgrado para recortar el tiempo que se requiere para completar un programa, lo que a la vez hace la experiencia más asequible. Nos hemos asociado con la escuela de odontología de Temple, de tal forma que los estudiantes pasan tres años en Cabrini, tres años en Temple, y así se ahorran un año de estudio. Tenemos programas similares en farmacología con Jefferson; en terapia física con Widener; negocios con LaSalle, y tendremos más próximamente. 

 

Sobre el objetivo de ser reconocida por el gobierno federal como una institución al servicio de los hispanos:

La madre Cabrini y su orden establecieron una cantidad de escuelas y centros de salud en América Latina, España, y otras partes del mundo. Cuando la madre Cabrini hablaba sobre “educación del corazón” se refería entre otras cosas, a servir a estudiantes de primera generación, inmigrantes y a personas que han sido marginadas y que debido a consideraciones socioeconómicas pueden no tener acceso a la educación y a servicios de salud. Las misioneras dicen que la universidad fue fundada hace 60 años para servir a inmigrantes italianos e irlandeses. Lo que yo digo es que ahora la población ha cambiado y hay que enfocarnos en la población latina y asiática americana.

 

 

Sobre ser el primer hombre al frente de Cabrini:

Cuando estaba en conversaciones con las misioneras, le pregunté a la madre superior qué tan significativo sería que yo fuera el primer presidente hombre, y ella me dijo “supéralo,  hemos sido una universidad mixta desde 1970”. Pero conforme comencé a reunirme con gente en la comunidad me di cuenta que el hecho de que Cabrini tuviera por primera vez a un hombre como presidente, estaba causando cierto revuelo en los suburbios y ayudaba a expandir nuestra marca en la región de Filadelfia. Hay una población mayor en el valle Delaware que conoce a Cabrini por su experiencia de los cincuenta a los setenta, como una universidad solo para mujeres en el que la mayor parte de la facultad eran las mismas misioneras. Ser el primer hombre al frente de la universidad es significativo porque hace frente a este asunto.

 

Sobre ser el primer presidente no católico de esta universidad católica:

Toda mi carrera en educación superior he trabajado en universidades católicas. Le doy la bienvenida a los valores, tradiciones, la misión y la herencia de la enseñanza católica. Si no fuera así, nunca hubiera sido nombrado presidente por las misioneras si no creyeran con todo su corazón que yo estaba totalmente comprometido con la misión. Puedo decirle a mis estudiantes que no soy católico pero que hay valores que resuenan en el mundo de todos nosotros: respeto, hospitalidad, y darle al bienvenida a los otros.