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Día del Trabajo, fecha de reflexión sobre inmigrantes

Día del Trabajo, fecha de reflexión sobre inmigrantes

La pobreza y la marginalidad son males endémicos de esta comunidad.

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El deceso de Edward Kennedy, un eterno
defensor de los inmigrantes, y la celebración del "Día del Trabajo"
en EEUU, el próximo lunes, invitan a la reflexión sobre la pobreza y
marginación en la que viven entre tres y cuatro millones de
trabajadores migrantes en Estados Unidos.

Ellos constituyen el espinazo de una potente industria agrícola
que genera anualmente 28.000 millones de dólares en Estados Unidos:
son los que cultivan y cosechan las frutas y verduras en California,
Texas, Washington, Florida, Carolina del Norte, Oregón, Michigan,
Idaho, Arkansas, Oklahoma o Luisiana, entre otros estados.

Pero, con demasiada frecuencia, lo hacen en condiciones
peligrosas y de baja remuneración: su ingreso está por debajo del
nivel de pobreza pero, a cambio, están expuestos durante largas
horas al sol, la deshidratación, y con el riesgo de accidentes y
contaminación con plomo, nitrato y diversos pesticidas.

Si no lo pagan con su vida, muchos afrontan condiciones más
propias de un país subdesarrollado: viven en casuchas, trabajan con
poca protección solar ante temperaturas que superan los 37 grados
centígrados y, debido a su transitoriedad, tienen poco acceso a
servicios médicos y de beneficencia pública.

Con frecuencia necesitan la ayuda de algún sindicato u organismo
cívico solidario en busca de indemnización.

Ese fue el caso con vendimiadores que cuidan de los viñedos en el
valle central de California. El grupo "Justicia para Trabajadores
Agrícolas", documentó en julio pasado "muchas" violaciones a las
leyes laborales, principalmente la falta de suficiente agua o
sombrillas.

El Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW) y la Unión de
Libertades Civiles de EEUU (ACLU) demandaron en julio pasado a la
agencia encargada de la seguridad en el trabajo, Cal-OSHA, a la que
acusaron de ser incapaz de proteger a los 650.000 trabajadores que
trabajan la tierra en 35.000 granjas en California.

La demanda dice que seis trabajadores murieron en 2008 debido a
la inclemencia del sol, pero Cal-OSHA insiste en que fueron tres y
que ha incrementado las inspecciones y los esfuerzos para proteger a
los trabajadores.

Que aún en su pobreza y precarias condiciones laborales los
trabajadores viven relativamente mejor que en México o en
Centroamérica, de donde proviene la mayoría de ellos, sirve de poco
consuelo a quienes militan por una reforma migratoria integral en
EEUU.

La novela clásica "Las uvas de la ira", del estadounidense John
Steinbeck, sirvió en 1939 como radiografía de la situación de los
trabajadores migrantes durante la Gran Depresión, mientras que en
1960, el documental de CBS, "Cosecha de la Vergüenza" ("Harvest of
Shame"), expuso ante el mundo las persistentes deplorables
condiciones en las que continuaban trabajando.

En la continua crisis económica de 2009, que ha golpeado con
severidad a la comunidad inmigrante, pareciera que Steinbeck y el
documental siguen siendo relevantes.

Las condiciones laborales han mejorado muchísimo desde la Gran
Depresión, claro está, pero los asuntos de subsistencia y seguridad
laboral son igual de apremiantes.

Con la muerte de Kennedy el pasado 25 de agosto, los defensores
de los trabajadores del campo han perdido a un valioso aliado, ya
que, junto a César Chávez (1927-1993), tuvo un liderazgo sin par en
defensa de sus intereses.

"La pérdida de Kennedy hará más fácil que se continúe ignorando
la tragedia de estos trabajadores y que no se responda a sus
necesidades", dijo a Efe Bobbi Ryder, presidenta del Centro Nacional
para la Salud de Trabajadores Agrícolas, con sede en Buda (Texas).

¿Cómo podemos como sociedad ser tan ciegos a la tragedia y
desigualdad que sufren las familias que llevan la comida a nuestras
mesas?", agregó Ryder, al insistir en que los trabajadores agrícolas
"siguen marginados, con poco acceso a techo, agua potable y comida adiario".

Ryder coincidió con otros activistas en que una reforma
migratoria -otro de los grandes proyectos de Kennedy- ayudaría a
mejorar las condiciones de los trabajadores del campo "que son parte
vital de nuestra economía y fuerza laboral".