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Beth Grossman, candidata republicana a Fiscal Distrital de Filadelfia. Foto: Samantha Laub / AL DÍA News
Beth Grossman, candidata republicana a Fiscal Distrital de Filadelfia. Foto: Samantha Laub / AL DÍA News

Beth Grossman, la candidata republicana a la Fiscalía de Filadelfia

A un mes de la jornada de elecciones generales, los candidatos para ocupar el cargo de Fiscal Distrital destapan sus cartas con el fin de conquistar la mayor…

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La primera en hacerlo antes los micrófonos y cámaras de AL DÍA es la fiscal y candidata republicana Beth Grossman, quien aspira al cargo para devolverle la credibilidad a la entidad judicial de la ciudad.

Beth Grossman es la candidata republicana a Fiscal Distrital, pero no siempre fue del partido rojo. En 2013, cuando varios servidores públicos demócratas empezaron a enfrentar investigaciones judiciales, Grossman  decidió volverse republicana para, según ella, ser parte del cambio y equilibrar las fuerzas políticas de la ciudad.

Grossman reclama sus más de 21 años de experiencia como fiscal como su mejor carta de presentación para aspirar al cargo. Dice que estas dos décadas en la entidad le han permitido conocer a profundidad lo que funciona y lo que no funciona en la entidad.

Para hacer los cambios que requiere el ente investigador, Grossman asegura que su estrategia, de resultar elegida, será implementar un enfoque preventivo que ayude a disminuir la población carcelaria a través del fortalecimiento de programas de alternatividad penal como los pre-arrest diversion, youth court programs y re-entry programs.

De acuerdo con la candidata republicana, estos programas  han demostrado ser exitosos porque con ellos  “se obtienen más resultados, especialmente con nuestros jóvenes” porque evita que atraviesen por experiencias traumáticas como el procesamiento penal en una corte.

“Mi objetivo no es aumentar encarcelamientos, sino reducir los arrestos a las razones justas. Todavía tenemos mucha violencia armada, por alguna razón la fiscalía disminuyó los arrestos en este frente cuando aún perdemos muchas vidas por esta causa. Esa es la causa real de las muertes aquí y creo que debemos mantener el foco sobre este problema”, afirmó.

Grossman también es partidaria del Data Sharing, que no es otra cosa que el intercambio de información judicial entre autoridades policiales y administrativas de la ciudad para el procesamiento de delitos. Dice que no solo debe hacerse con el Departamento de la Policía, sino también con el departamento de Licencias e Inspecciones para sellar aquellas propiedades abandonadas que se convierten en foco de criminalidad.

“La otra cosa de la que soy una profunda partidaria, porque durante ocho años lideré la unidad Public Nuisance Task Force –en la que trabajé en temas que afectan la calidad de vida como  de expendios de drogas, los burdeles, los negocios amonestados,– es el trabajo de la mano con las diferentes comunidades en la ciudad”, afirma.

Preguntada sobre si cree que el programa de incautación de bienes civiles (Civil Asset Forfeiture) necesita cambios –programa que dirigió y que, según sus críticos, es un instrumento de castigo desproporcionado porque afecta a familias enteras quitándoles lo poco que tienen-, Grossman reconoce que el programa es susceptible de sufrir mejoras, pero defiende su gestión al frente de él.

“Nadie quiere ser vecino de una propiedad usada como expendio de drogas ilícitas. La mayoría de las propiedades que incautamos o bien fueron bienes sin dueño aparente o bienes en los que sus propietarios no les interesaba la clase de arrendatarios que vivían en sus propiedades”. 

Afirmó que nunca recibió órdenes sobre cuántos bienes o dinero debía incautar, que su trabajo nunca tuvo la intención de lograr beneficios para la ciudad, sino de prevenir o ponerle fin a actividades ilegales.

Preguntada sobre cómo va la campaña, asegura que los apoyos han ido creciendo con el tiempo. Sin embargo sabe que no la tiene fácil, el cargo ha sido dominado durante años por el Partido Demócrata, y la mayoría de electores en Filadelfia están registrados como simpatizantes de ese partido. 

Pero eso no es todo. Larry Krasner, su competidor, además de contar con decenas de líderes políticos y sociales locales, arrasó las pasadas elecciones primarias con más de 50 mil votos.

Grossman lamenta que esta sea “una campaña política para un cargo que no es político”. Sabe que el 7 de noviembre habrá una lucha entre David y Goliath, pero está segura de que hará todo lo que esté a su alcance para hacer llegar su mensaje a todos los rincones de Filadelfia y poder ser la sorpresa el día de las elecciones generales.

Espere un desarrollo más profundo de esta entrevista en la edición impresa de AL DÍA del 25 de octubre. 

 

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