La combinación perfecta para un día de asueto con familiares y amigos son las arepas y un partido de dominó.

Sobre todo sí se trata de los venezolanos como Daniel Farias, quien abrió un restaurante cerca al Capitoli para mostrarla diversidad de la comida latina.

Pero lograrlo no fue fácil para alguien nuevo en Harrisburg (PA).

“Toqué las  puertas de los bancos y visité las comunidades financieras para que me dieran un préstamo y me lo negaron, argumentando que ya no dan préstamos a restauranteros porque es un negocio que quiebra fácilmente”.

Sin embargo, tomó el riesgo.

 “Llevó un año en el estado y me dije que aunque la crisis económica está en contra de cualquier optimismo para lograr los sueños, me propuse que si no abría mi negocio ahora, nunca lo haría”.

“Así que mi esposa y yo decidimos usar nuestros ahorros y buscar por todos lados para conseguir el dinero suficiente para abrir Arepa City Latin Eatery. Llevamos pocas semanas y hasta ahora nos va de maravillas”.

“Lo más difícil fue conseguir el local apropiado. En Hershey los precios son muy altos. Y por eso, cuando vi este local, me di cuenta que era el lugar perfecto. Mire, estamos cerca del Capitolio y en el mero corazón de la ciudad de Harrisburg”.

La sorpresa grata ha sido la aceptación del cliente estadounidense, que movido por curiosidad ha acudido a su establecimiento.

“El 60 por ciento de mis clientes son americanos, y el resto latino”.

“Para mis amigos de varias partes de Latinoamérica que viven en el área, el lugar se ha convertido en un medio de ambiente familiar de cada fin de semana. Aquí vienen con sus hijos que muchas veces no tienen oportunidad de conocer más comidas típicas de Venezuela, y cuando prueban las arepas y juegan dominó, dicen sentirse orgullosos de sus raíces.

 “Me gusta venir a este lugar porque me gustan las arepas y jugar dominó con mis amiguitos. Mi arepa favorita es la de pernil con queso”, dijo Alejandro Banchs, de 5 años.

A Carol París, de 7 años, le gusta el lugar “porque veo muchos venezolanos como mi papá y mamá, y eso es bonito porque ya no estamos tan solos”.

Para el residente de medicina colombiano Diego Avella “el restaurante es lo más cercano a las comidas de mi país. Además, que me da oportunidad de convivir con mis amigos latinos”.

Luis París, profesor de la Universidad de Harrisburg, dijo que el lugar muestra la diversidad de la comunidad latina en Harrisburg”.