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Los representantes en la renegociación de México, Ildefonso Guajardo; Canadá, Chrystia Freeland, y Estados Unidos, Robert Lighthizer, durante una conferencia el 27 de septiembre. Foto: Lars Hagberg/Agence France-Presse; Getty Images.
Los representantes en la renegociación de México, Ildefonso Guajardo; Canadá, Chrystia Freeland, y Estados Unidos, Robert Lighthizer, durante una conferencia el 27 de septiembre. Foto: Lars Hagberg/Agence France-Presse; Getty Images.

Canadá llega de último al nuevo tratado de comercio de Trump

Canadá y Estados Unidos han logrado en último minuto pactar en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, dándole al presidente…

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Donald Trump ha conseguido nuevamente salirse con la suya.

Desde que su campaña presidencial estuviera enmarcada – entre otras cosas – por la constante crítica al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el presidente Trump ha sometido el acuerdo conjunto con México y Canadá a forzosas negociaciones durante más de un año que parecen ahora haber llegado a su fin.

A principios de los 90, Estados Unidos y Canadá ya poseían un acuerdo bilateral de Tratado de Libre Comercio que se promovía como “una vía del crecimiento económico sostenido” conocido como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).  En medio de una crisis agobiante, México decidió involucrarse, firmando su parte del acuerdo el 17 de diciembre de 1992.

Pero la crítica de Trump desde el inicio de su incursión en política ha sido la de la “explotación” de la benevolencia estadounidense a la hora de hacer negocios con sus contrapartes internacionales.

Su propuesta entonces fue la de plantear negociaciones bilaterales que le pusieran en posición de fuerza a la hora de llegar a un acuerdo “debido (al tamaño de Estados Unidos) y a su capacidad para dictar términos”, según reportaba Tyler Cowen en su columna para Bloomberg. Según Cowen, la teoría del presidente estadounidense detrás de la renegociación del TLCAN “tiene sentido” pues “los acuerdos multilaterales requieren la aprobación de demasiadas partes, toman demasiado tiempo para negociar y terminan diluidos”.

Al parecer, eso fue exactamente lo que el presidente consiguió.

Después de que México y Estados Unidos llegaran a un acuerdo durante el pasado mes de agosto para firmar nuevas pautas antes de la toma de posesión del nuevo presidente mexicano, la negociación bilateral con Canadá ha sido puesta al punto tan sólo un mes después.

Los medios reportaron este lunes que Canadá se sumaba al acuerdo con sus países vecinos durante la noche del domingo, a escasos minutos de que se venciera el plazo otorgado por Estados Unidos.

El representante comercial del país, Robert Lighthizer y el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, dijeron en una declaración conjunta que "hoy, Canadá y Estados Unidos llegaron, junto a México, a un nuevo acuerdo comercial adaptado para el siglo XXI: el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés)".

Según reportó la BBC, el acuerdo involucra “más de un billón de dólares de operaciones” entre los tres países, y su nueva versión “otorgará a nuestros trabajadores, agricultores, ganaderos y empresas un acuerdo comercial de alto nivel”.

Si bien los congresos de cada uno de los países tienen 60 días para revisarlo y aprobarlo de acuerdo a sus intereses, los cambios que se plantean ahora son “la conformación de paneles binacionales independientes” por parte de cada país en situaciones en las que sientan que “son víctima de decisiones comerciales desleales por parte de otro miembro del acuerdo”; en cuestión de automóviles cada vehículo que sea exportado sin aranceles deberá ser producido en un 75% dentro de alguno de los países, y finalmente el acuerdo tendrá duración de 16 años pero deberá ser sometido a revisión cada seis años.

La “victoria” del presidente entonces se evidencia en el logro de sus promesas y deseos – que serán eternizados por el nuevo nombre del acuerdo – y el hecho de que las nuevas pautas “harán más difícil, o al menos más costoso, que los fabricantes de automóviles utilicen piezas de fuera de América del Norte, especialmente de China”, según explicó el corresponsal de economía de la BBC, Andew Walker.

Mientras tanto, la guerra económica con el país asiático sigue escalando.