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La valoración de las acciones es difícil. A posteriori, el mercado puede permanecer por encima o por debajo de niveles que reflejan los principios básicos económicos durante largos períodos. Cualquiera sea el caso actual, las acciones no están ni de cerca en los elevados niveles absurdos que alcanzaron durante la “burbuja tecnológica”, a fines de siglo. EFE
La valoración de las acciones es difícil. A posteriori, el mercado puede permanecer por encima o por debajo de niveles que reflejan los principios básicos económicos durante largos períodos. Cualquiera sea el caso actual, las acciones no están ni de…

[OP-ED]: El boom de la Bolsa de Trump--¿ilusión o realidad?

Lo último que necesita el presidente Trump, en este momento, es que el mercado de valores baje. Después de todo, tiene abundantes preocupaciones: en el…

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Denominan el alza Trump Rally o Trump Trade. Cualquiera sea el nombre, es notable. El Día de la Elección, 8 de noviembre, el Índice Industrial Dow Jones cerró a 18.332,74, sin mucha diferencia con respecto al año anterior, el Dow llegó a 21.115,55, una mejora del 15 por ciento. Aunque las acciones están levemente por debajo de ese pico, el aumento del mercado se mantiene a alrededor de un 11 por ciento y representa aproximadamente 2,8 billones de riqueza en papel, informa Wilshire Associates. 

Para Trump, eso debe ser inmensamente satisfactorio. Entre otras funciones, el mercado de valores sirve como un barómetro general de la confianza, que es independiente del enemigo por antonomasia de Trump, los “medios dominantes”, y no puede ser manipulado por ellos. Un mensaje del mercado, piensa él sin duda, es que le está yendo mucho mejor de lo que sus críticos reconocen. 

La teoría del Trump Rally es simple: Trump ha animado el panorama económico. Los recortes fiscales para las grandes empresas y los individuos, combinados con el alivio de las regulaciones excesivas y más gastos de infraestructura (carreteras, puertos) incentivarán el crecimiento económico. El crecimiento económico más rápido elevará las ganancias--y mayores ganancias en el futuro justifican precios de acciones más altos hoy en día. En teoría, las acciones representan el valor presente de las ganancias futuras (proyectadas).

Pero hay un problema. ¿Qué pasa si esas ganancias no se materializan? 

Inmediatamente después de la elección, era posible (aunque ingenuo) pensar que Trump podría convencer rápidamente al Congreso Republicano para que aprobara el programa económico. Ahora, ese optimismo parece poco realista. La dificultad en revocar la Ley de Asistencia Médica Asequible mostró los límites del poder de la Casa Blanca. En forma similar, los grandes recortes fiscales podrían estar condenados por el déficit presupuestario. El progreso en el área de la infraestructura y las regulaciones también es lento. 

Entonces, si la razón principal para que se produzca Trump Rally está ausente, ¿qué es lo que mantiene los precios de las acciones altos? Buena pregunta. 

Que quede claro: Los precios actuales de las acciones son históricamente altos según muchas medidas tradicionales. Consideremos la ración precio-beneficios, P/B que muestra la relación entre el precio de las acciones y las ganancias subyacentes (beneficios). Desde 1936, la ración P/B de Standard& Poor promedió 17 sobre la base de las últimas ganancias y precios de las acciones, dice Howard Silverblatt de S&P Dow Jones Indices. Ahora, la P/B es casi 24. 

Los precios de las acciones sobrepasaron el crecimiento de las ganancias. Para Silverblatt, o bien los beneficios adicionales se materializarán o, si eso no ocurre, las acciones caerán. “La P/B es alta,” dice. “Estamos pagando [en los precios actuales de las acciones] ganancias futuras esperadas. En algún momento, necesitamos verlas.” 

La valoración de las acciones es difícil. A posteriori, el mercado puede permanecer por encima o por debajo de niveles que reflejan los principios básicos económicos durante largos períodos. Cualquiera sea el caso actual, las acciones no están ni de cerca en los elevados niveles absurdos que alcanzaron durante la “burbuja tecnológica”, a fines de siglo. Es posible que una mejora general en la economía global justifique los precios más altos. El Fondo Monetario Internacional y algunos economistas privados recientemente elevaron sus pronósticos.

“Comparado con hace un mes”, dice Global Insight, una importante firma de pronósticos, “[nuestras predicciones para el crecimiento económico] en Estados Unidos, Canadá, Japón, Brasil, India y Rusia subieron un poco.”

Pero Trump Rally podría ser una demostración de optimismo excesivo. Altas expectativas de recortes fiscales, ahorros regulatorios y más gastos del gobierno que podrían acabar en una decepción, escribe Mark Zandi de Moody’s Analytics. O podría sucumbir a una crisis de política exterior. Escojan: Corea del Norte, el Medio Oriente, etc. 

Si es así, el alza podría ser contraproducente. El ascenso de las acciones causa un mayor gasto de los consumidores. Zandi calcula ese “efecto riqueza” en alrededor de un 5 por ciento: Un cambio de un dólar en riqueza del mercado de valores da lugar a que los consumidores alteren sus gastos en unos 5 centavos. Si el alza total de 2,8 billones de dólares se borrara, eso implicaría una pérdida en los gastos de consumo de 140.000 millones de dólares.

En verdad, Zandi piensa que el efecto podría ser mayor, porque muchos baby boomers con muchas inversiones--jubilados o cerca de la jubilación--”serían muy sensibles a una caída en los precios de las acciones.” 

Lo que quizás mantiene las acciones altas es la inercia, la conducta de rebaño o la expresión de deseos. Esta semana habrá una prueba, dice Silverblatt, casi 200 empresas importantes reportan sus ganancias para el primer trimestre de 2017. Si las ganancias son fuertes reivindicarán el alza de las acciones. Para Trump y todos los demás, la cuestión es si el alza se apoya en una ilusión o en la realidad.