El sector tecnológico ha sido una de las áreas económicas más destacas y con un desarrollo más explosivo en los últimos años en la Nueva York. Sin ir más lejos, según publicaron varios medios esta semana, el conjunto de la industria de las publicaciones y los sectores en internet, el comercio electrónico y las empresas distribuidoras de software ha crecido más de un 90 por ciento en los últimos 10 años.

Son estos avances los que le han valido a la ciudad de los rascacielos convertirse en un duro competidor para Silicon Valley. Sin embargo, a pesar de las diferencias y las millas de distancia entre ambas ciudades, la dos comparten la misma problemática: la falta de diversidad racial en sus plantillas.

Así, según un informe de la revista Center for an Urban Future el 62 por ciento de los trabajadores del sector son blancos, el 16 por ciento asiáticos, el 11 por ciento latinos y el 9 por ciento afroamericanos. Sin embargo, el censo muestra como las personas de raza blanca sólo suponen el 33 por ciento de la ciudadanos mientras que los hispanos son el 28,8 por ciento, los afroamericanos el 22,8 por ciento y los asiáticos el 12,6 por ciento.

Si Nueva York tampoco aprueba en términos de diversidad, al menos sus números se muestran mejores que los de la ciudad californiana. En Silicon Valley, en compañías como Google latinos y afroamericanos apenas son el 5 por ciento del total de la plantilla.