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México ya llegó

La comunidad de mexicanos en el sur de Filadelfia cuenta como se esta formando el otro barrio Hispano 

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La familia Aguilar pasea por la calle 9 en el sur de Filadelfia, lugar en el que no hace mucho no había tantos negocios mexicanos.    David Cruz/AL DÍA

Si, ahí están, pero están poco unidos.

El barrio mexicano en el sur de Filadelfia está en un punto en el que necesita la colaboración de todos sus miembros para consolidarse como una verdadera comunidad.

“Abundan los restaurantes y las tiendas, pero no hay una verdadera unión, un lugar para que nos conozcamos y ayudemos como raza”, dijo un comerciante de la calle 9 que no quiso ser identificado.

Para quienes atienden a la comunidad y trabajan con los mexicanos del sur de Filadelfia, hay varios factores que afectan la formación de una comunidad como tal.

“Muchos de los que vienen piensan que sólo están aquí para trabajar y nada más”, dijo Peter Bloom, director ejecutivo de Juntos. “Además es difícil que se junten, se politicen, porque también tienen miedo de ejercer sus derechos”.

Juntos, organización creada hace seis años, opera en lo que se considera el corazón de la comunidad y presta servicios de asesoría en cuestiones que fortalezcan a quienes conforman este sector que, a decir del mismo Bloom, seguirá creciendo en los próximos años.

Aunque hasta este momento resulta incierto marcar un inicio específico de la comunidad mexicana en Filadelfia, quienes llevan aquí ya mucho tiempo recuerdan cómo eran aquellos días en que la distancia y el frío eran lo más difícil de sobrellevar.

“Pues uno está aquí, lejos de su familia, trabajando muchas horas y eso es muy difícil”, dijo Carlos Rojas, mexicano con 10 años viviendo en Filadelfia.
Su historia es como la de muchos que han hecho de la ciudad su hogar.
La necesidad lo hizo dejar México. Las recomendaciones de su primo lo hicieron ver que Filadelfia era tierra de bonanza.

“Él me decía que había trabajo en restaurantes, así es como muchos de nosotros hemos prosperado aquí”, dijo.

De aquellos tiempos, Rojas recuerda que no había muchos lugares en dónde comprar comida o productos mexicanos.

“Ahí en la calle 6 y Washington había una tienda que era la única que vendía todo eso”, dijo. “Uno le podía hablar al dueño y él iba repartiendo a domicilio los pedidos”.

No hay una fecha exacta de cuándo dejó de existir el negocio, pero si es recordado por quienes llegaron aquí antes que el gran grueso de la población actual.

Acerca de la calle 9, donde se ha establecido la mayoría de los comercios mexicanos, Rojas recuerda que era una calle sin mucha presencia mexicana.

Según la Encuesta de la Comunidad Estadounidense del 2007, en el área metropolitana de Filadelfia hay cerca de 70.000 mexicanos, duplicando la cuenta que se hizo en el 2002, cuando se estimaron poco más de 35.000.

Otro mexicano que recuerda el inicio es Abel Ortiz, quien llegó a Filadelfia hace 17 años.

Dueño de “Mr. Rodeo”, tienda de botas y ropa vaquera, Ortiz recuerda que “no era común encontrarse a un paisano en la calle”. Cuando dos mexicanos se encontraban en la calle, dijo, lo más común era que se estrecharan la mano y se preguntaran de dónde eran.

“Daba gusto ver a alguien que es nuestra raza acá tan lejos”, dijo. “Pero ahora las cosas ya no son así”.

Atribuyó el cambio al crecimiento de la población mexicana, misma que dijo se encuentra en un punto clave para conformarse como comunidad.

Ese “punto clave” debe propiciar el momento de tener un centro comunitario para fijar la presencia mexicana en Filadelfia, dijo Maximino Sandoval.

“Si no tenemos un centro comunitario no podemos crear un progreso para los que ya están naciendo”, finalizó.