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Latinos con las manos en la masa

Las panadería colombianas se convierten en buen punto de encuentro de inmigrantes hispanos en el norte de Filadelfia.

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Óscar Marín madruga a las 6 para atender a sus clientes de La Fogata. Foto: David Cruz / AL DÍA

Muy temprano por la mañana  se puede percibir el aroma del pan colombiano recién horneado en el norte de Filadelfia.

El moviendo comienza desde las 6:00 a.m. cuando las panaderías abren sus puertas al público, pero antes, desde las 3 de la madrugada los maestros del horno se encuentran de pie amasando y preparando todo.

La Fogata, La Caleñita y Colombian Bakery son las tres panaderías principales en el norte de la ciudad.

“Hace 19 años mi papá comenzó este negocio que mi hermano y yo ahora atendemos”, dijo Mauricio Marín, de 23 años, quien junto con su hermano Oscar  de 19 administran La Fogata.

“El secreto del sabor tan parecido al de Colombia es el queso que usamos, lo traemos de Nueva York porque solo ahí lo producen”, explicó Oscar, quien es el encargado de hacer el pan.

Unas cuadras más abajo, en La Caleñita, su propietaria, María Isabel Tascón, atiende además de sus compatriotas a clientes de Guatemala y México.

“Hay que darle gusto al cliente, por eso yo aquí tengo desde conchas mexicanas hasta pupusas para los centroamericanos”, dijo Tascón.

Como ya es tradición entre la comunidad latina el negocio de Tascón es atendido por la familia, y su sobrino Andrés Felipe Ortega es quien madruga a las 3 para comenzar a hacer los apetecidos buñuelos.

“Casi no duermo, porque en las tardes voy a la escuela a estudiar inglés”, dijo Ortega, de 22 años,  quien hace seis meses llegó de Cali, Colombia en donde se graduó de la Escuela Panificadora del Norte.

En Colombian Bakery tanto el dueño como el panadero son mexicanos, pero han aprendido y por muchos años horneado al estilo andino.

“A mí me gusta hacer cosas mexicanas para que la gente lo conozca y empiece a pedirlo, como el pan de muerto que es tradicional en estas fechas; un día lo saqué y tuvo mucho éxito, al igual que la rosca de reyes el 6 de enero”, dijo el panadero Ignacio Flores, originario de Veracruz, México.

Los propietarios de la Caleñita y Colombian Bakery trabajaron muchos años en la Fogata y luego abrieron sus propios negocios. Todos los negocios coincidieron en que lo que más se vende es el pan de bono, las almojábanas y los buñuelos y que hasta los estadounidenses han descubierto y aprendido a pronunciar sus nombres.