Todo comenzó hace cuatro años cuando estos mexicanos originarios de San Mateo Ozolco, en Puebla, a dos horas de Ciudad de México, decidieron hacer un Carnaval parecido al que celebran desde pequeños en su pueblo y crearon la organización San Mateo Carnavalero.

“El primer año vinieron como 70 personas, fue casi como una fiesta familiar, como un bautizo o algo así”, recordó Gerardo Chico, tesorero de la organización.

El nombre original de la fiesta que se celebra en México es Carnaval de Huejotzingo y consiste en una representación de la Batalla de Puebla de 1862 o el famoso 5 de mayo. Esa fue una batalla que México le ganó al Ejercito francés.

Hace cuatro años “nos juntamos en una casa desde temprano y de ahí desfilamos por la calle Washington hasta el parque Zacks en la calle Cuatro”, dijo David Piña Aparicio, vicepresidente de la organización, quien este año espera a 400 danzantes.

Durante el desfile, los danzantes o ‘carnavaleros’ tienen la opción de vestirse con los trajes del Ejército invasor que se compone de zuavos, turcos y zapadores; mientras que el victorioso ejército mexicano está conformado por los indios serranos y zacapoaxtlas. Ambos bandos llevan mosquetes que en Filadelfia son ficticios, pero en el pueblo disparan pólvora.

“Es lo más emocionante, sentir la adrenalina de los estallidos, pero aquí las reglas son muy estrictas, nunca nos permitirían hacerlo porque sí es peligroso, incluso en el pueblo es común que haya accidentes y hasta muertos”, dijo Clemente Sandoval Aparicio, artesano de la organización.

Sandoval se las ha ingeniado para tallar madera y hacer las réplicas de los mosquetes que cargarán los ‘carnavaleros’.

A la festividad se han ido sumando mexicanos residentes de Filadelfia que no son del mismo pueblo, pero que han hecho este carnaval suyo.

Hay quienes ahora son danzantes y otras abanderadas, es decir, las jóvenes que encabezan el desfile con la bandera de México, y este año también la de Estados Unidos. “Lo decidimos en una junta, porque aquí es donde vivimos ahora y nos tenemos que integrar”, dijo Sandoval.

El público, por su parte, asiste a admirar el espectáculo de los coloridos trajes y máscaras, bailar con las bandas que traen de México o a comer los antojitos mexicanos de los puestos de comida.

“Todos los trajes los mandamos traer de México y cada quien escoge el suyo dependiendo de su gusto o de sus posibilidades económicas porque pueden llegar a ser muy caros”, dijo Sandoval.

Por ejemplo, el traje de  Zacapoaxtla cuesta $4 mil y pesa casi 20 kilos con los que bailan durante aproximadamente dos horas en la calle y otras más en la fiesta.

A cada danzante se le pide una donación de $100, algunos negocios mexicanos los apoyan con más dinero , mientras que el Centro Cultural Mexicano ayuda a conseguir los permisos de la ciudad. El resto de los gastos que alcanzan los  $45 mil los cubren los miembros de la organización.Los organizadores aseguran que el tiempo y el dinero invertido meses previos al carnaval en los ensayos valen la pena por el gusto, la satisfacción personal y el orgullo de portar un traje de ‘carnavalero’.

“Además, es una manera de transmitir a mis hijas esa esencia de quiénes somos y de dónde venimos”, dijo Chico.

Sin embargo, las dimensiones que ha alcanzado el evento que el año pasado tuvo 10 mil asistentes asusta a los organizadores.

“Ya no lo podemos parar, a veces nos da miedo tener a tanta gente. Que tal que alguien se lastime o algo pasa, pero cada año la gente lo espera y muchos de ellos mandan traer sus trajes e invierten dinero que no les podemos decir que no habrá carnaval. Nos gustaría que el gobierno se diera cuenta de la magnitud de esta fiesta y nos apoyara, no sólo económicamente sino con organización”, expresó Sandoval, quien espera gente de Illinois, California y Carolina del Norte.

El Carnaval será esyte domingo 25 de abril. El desfile partirá al medio día de las calles 15 y Warthon por la calle Washington hasta llegar al parque Zacks en donde se presentará Luís Tepoz y su banda La Carcaña, además de dos bandas locales y puestos de comida mexicana.

Trajes de Carnavaleros

El año pasado dos agentes de la Policía supervisaron el desfile, pero este año serán cuatro, lo que cuesta casi $1.400, de los cuales una parte la paga el Centro Cultural, explicó Karina Calva, encargada de Comunidades en el Consulado de México en Filadelfia. Así mismo, el Centro patrocina un seguro que cuesta mil doláres. El permiso de la ciudad no cuesta nada, mientras que al parque se le paga una cuota de limpieza, aunque la mayor parte la limpian los organizadores. 

Para más información visite: www.sanmateocarnavalero.com