“Llegué a Filadelfia hace más de una década, era octubre y hacía frío, llegué aquí al sur y desde entonces no me he movido”, dijo Raúl Castro, uno de los pioneros de negocios mexicanos en el Mercado Italiano.

El primer lugar en el que Castro trabajó fue la pescadería Anastasis, al frente de la esquina que muestra la fotografía de esta página y recuerda que entonces había muy pocos mexicanos trabajando en el Mercado Italiano. “Si mucho había pocas casas en todo el sur en donde vivían paisanos y alguna casa en el centro”, dijo.

“Se puede decir que los patrones en ese entonces jugaron un papel importante en todo el proceso de inmigración, en ese entonces no se sentía sentimiento anti-inmigrante sino al contrario ellos nos acogían, o por lo menos en mi experiencia”.

El mexicano, originario de San Lucas, recuerda que por esa época había un negocio mexicano en toda la zona, llamado ‘La tienda’, en la calle 6 y Washington.

Un recuerdo muy arraigado de aquellos tiempos para Castro es cuando organizó uno de los primeros bailes de South Philly.

 “Yo duré unos meses desempleado y solía visitar una barra en la calle 8 en donde ahora está el Huarache Azteca, me juntaba con un salvadoreño y un argentino”, dijo. “Un día se me ocurrió hacer un baile y le dije al dueño que era vietnamita que si me rentaba el lugar; hice un cartelón a mano y lo puse afuera de la barra”, recordó.

Una gran sorpresa fue cuando llegó el día y casi 300 hispanos llegaron al baile.

“No tenía idea de la magnitud de gente, de paisanos que vivían aquí, por eso para mí esa fue una gran experiencia”, dijo Castro.

Con el pasar de los años, los mexicanos de la zona fueron trayendo a sus familias y la comunidad fue tomando presencia no sólo en las calles sino  estableciendo negocios en esa zona.

Castro es uno de ellos, el restaurante Plaza Garibaldi es el fruto de su trabajo, como lo es el de muchos negocios de mexicanos en el sur.

“Esta es parte de la corta historia que hemos hecho”.