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Dolores Huerta insta a 'revolución electoral'

Más allá de la reforma migratoria, la cofundadora de United Farm Workers habló de la educación como la lucha de derechos civiles de nuestros tiempos.

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In addition to the themes touched upon in this article Dolores Huerta had some things to say about Latina women and the challenges they face. / Además de los temas tratados en este artículo, Dolores Huerta tuvo algo que decir sobre los retos que las mujeres latinas enfrentan. 

La activista de derechos civiles y de los trabajadores agrícolas, Dolores Huerta, visitó el primero de octubre la Universidad de Pensilvania y habló con AL DÍA  sobre el creciente impacto de la comunidad latina en EE.UU. a la vez que recordó a la minoría más grande que con los números viene una gran responsabilidad. 

Ante una diversa audiencia integrada por estudiantes de esta prestigiosa institución y miembros de la comunidad, Huerta habló sobre sus históricas contribuciones a la organización de los derechos de los trabajadores agrícolas aunque lamentó que en estados como Pensilvania o Nueva York aun no existen ciertas protecciones con los que estos trabajadores cuentan desde los '50 o '60 en California. 

"Cosas tan simples como un día obligatorio de descanso a la semana, desempleo para que cuando no estén trabajando sigan recibiendo un cheque, discapacidad para que cuando se lastimen en su trabajo sigan obteniendo un ingreso".

La cofundadora del Sindicato de Jornaleros Agrícolas (UFW) en 1962, agregó que las contribuciones de los trabajadores inmigrantes en la agricultura y la industria de servicios son clave para lograr el apoyo de quienes se oponen a la reforma migratoria.

"Hay que recordarle a los antiinmigrantes que cuando se comen una ensalada, esa verdura fue recogida probablemente por una persona indocumentada, y cuando van a comer a un restaurante, todo mundo habla español en la cocina", dijo Huerta.

Por otra parte, lamentó que mientras se discute el tema migratorio en EE.UU. no se habla de los motivos porque los inmigrantes indocumentados vienen a este país ante el impacto de su política internacional y de negocios. 

Entre ellas destacó el cultivo y exportación de maíz estadounidense subsidiado por el gobierno. 

"No hay forma en que los campesinos de granjas pequeñas en México, con 10 o 20 trabajadores, pueden competir con los EE.UU.", dijo Huerta. "Muchos campesinos vienen aquí desplazados por EE.UU.".

Por una parte, Huerta habló de lo que considera es la colonización de economías extranjeras, y por otra, dijo que los países que no quieren cooperar con EE.UU. son vistos como enemigos.

"Si Hugo Chavez no quiere entrar en un acuerdo de comercio con EE.UU., entonces es nuestro enemigo, lo mismo con Evo Morales, que dijo que el gas natural de Bolivia pertenece a la gente de ese país y no a EE.UU.".

La activista agregó que cuando se trata de socialismo también hay que pensar en modelos escandinavos, como Suecia, Dinamarca y Noruega.

"Somos unos de los pocos países desarrollados del mundo que no somos dueños de nuestros propios recursos naturales", dijo Huerta. "Deberíamos considerar ser dueños de nuestra propia agua, electricidad, compañías de teléfonos y comunicaciones, para usar esos fondos en la gente y no solo en un par de corporaciones".

Más allá de la política migratoria de EE.UU. y del impacto de la política internacional de este país en economías extranjeras, Huerta considera que la educación es la lucha de los derechos civiles de nuestros tiempos. 

La activista habló del "racismo institucionalizado" como una barrera que enfrentan los jóvenes latinos y afroamericano, quienes son suspendidos, expulsados o abandonan sus estudios con mayor frecuencia que los blancos. 

"Si nuestra comunidad no recibe una educación adecuada entonces no vamos a ser capaces de tomar posiciones de poder", dijo Huerta. 

Finalmente la activista instó a la comunidad hispana, que supera los 52 millones de personas, a llevar a cabo una "revolución electoral".

"Hay unos seis millones de latinos elegibles para votar que no se han registrado, y otros tantos millones que podrían convertirse en ciudadanos y no lo han hecho", dijo Huerta al recordar el papel clave que jugó el voto latino en la reelección del presidente Barack Obama. "Imagínense lo que podríamos hacer con otros 10 millones de votos".