Essen Bakery, en Passyunk Avenue, acaba de celebrar su quinto aniversario la semana pasada.

La historia de cómo Tova du Plessis abrió su modesta panadería es tan singular como sus característicos babkas y panes challah caseros.

Llegó a Estados Unidos desde Sudáfrica hace más de 15 años, pero antes de echar raíces en el sur de Filadelfia, vivió en Texas, California y Nueva York.

Du Plessis se llevó su experiencia en pastelería a Filadelfia, pero antes de abrir su propio espacio, trabajó en un hotel local de Center City.

"Trabajaba como pastelera en el Hotel Rittenhouse, y luego tuve a mi hija", dijo du Plessis en una reciente entrevista con AL DIA News. "Después de tener a mi hija, me di cuenta de que quería tener mi propio negocio".

Su nueva vida como madre la empujó a abrir su propio negocio por su flexibilidad, pero tener a su hija cerca mientras creaba su sueño es algo que también significaba mucho para ella.

"Siempre hablaba de tener mi propio negocio, pero nunca pensé en lo que realmente sería", dijo.

Mientras ideaba lo que sería su negocio, du Plessis echó la vista atrás a su infancia en Johannesburgo (Sudáfrica) y recordó que iba a panaderías judías que ofrecían pasteles únicos.

"Crecí en un hogar judío y me apetecía mucho rehacer todos los clásicos que comía en mi infancia", dice du Plessis.

Además de hacer productos de panadería como rugelach de chocolate y tartas de manzana judías, también quería añadir café y sándwiches a la carta.

"Quería construir en torno a eso", dice du Plessis.

Mientras buscaba un espacio para que su pequeño negocio echara raíces, oyó hablar de una mujer que estaba a punto de cerrar su panadería.

Para du Plessis, esto representó un destello de esperanza justo antes de dar el salto de fe y abrir su propio espacio.

"Su ubicación era perfecta, es sin duda un lugar que tendrá mucho tráfico de comida los fines de semana", dijo.

Está a lo largo de la avenida Passyunk, en el sur de Filadelfia, cerca de la calle Dickinson, una de sus muchas intersecciones concurridas

Essen, que significa "comer" en yiddish, fue el nombre que du Plessis eligió para el establecimiento.

Su espacio es pintoresco y su menú pequeño, con una cantidad limitada de pasteles, pero todos de alta calidad y deliciosos.

"Sólo quería centrarme en hacer postres realmente buenos", dice du Plessis.

Cuando la pandemia del COVID-19 obligó a muchos pequeños negocios a cerrar y a depender de la comida para llevar, du Plessis se tomó el tiempo para centrarse en la renovación.

"Desde el principio supe que el comedor interior no funcionaría por la seguridad de los clientes y la nuestra", dijo.

Du Plessis no tardó en reabrir con un nuevo formato y una ventanilla de recogida, que, bromea, le recuerda a la costa de Jersey.

"También puse algunas sillas para que hubiera una especie de cafetería al aire libre", dijo.

Tener un espacio al aire libre le obligó a obtener un permiso de la ciudad para poder ocupar un espacio en la calle. Después de pasar por el proceso con la ciudad, du Plessis dice que ha sido un éxito.

"Hubo algunas cosas sobre la pandemia que sinceramente mejoraron nuestro negocio", dijo. "Se nos ocurrió un modelo de reparto, tenemos mejor visibilidad en el exterior, pero en cierto modo las hicimos porque nos empujaron a ello".

Desde entonces, Essen Bakery se ha transformado en un espacio comunitario, y ella espera que más personas de fuera de South Philly tengan la oportunidad de probar sus deliciosos postres.

Uno de ellos es su pan challah casero, que es hojaldrado y ligero por dentro, con la cantidad justa de dulzura.

Los clientes también pueden probar sus populares tartas caseras de queso y frambuesa.

Essen Bakery se encuentra en 1437 E Passyunk Ave, Filadelfia, PA.