Wells Fargo, el cuarto banco más grande del país y con más de 167 años de historia, es, a día de hoy, "como un barco sin timón perdido en mitad del mar", según un informe reciente publicado por CNN Money.

Una descripción gráfica que da una idea del estado de los asuntos en un banco que no ha sido capaz de sacudirse la enorme nube que se cierne sobre la reputación de la institución, contaminada en los últimos años por grandes problemas de liderazgo —publicitado en los medios nacionales y documentado durante largas audiencias en el Congreso de los Estados Unidos—.

La crisis ha precipitado la salida de dos CEOs en menos de tres años, ha generado millones de dólares en multas de  reguladores federales, gastos considerables para cubrir los costos de los litigios y una confianza en los clientes que es imposible de cuantificar.

El CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, no pudo evitar comentar el asunto al que se enfrenta este otro jugador importante de Wall Street: "No es responsable que una compañía tenga un CEO que se vaya sin un plan", dijo, en referencia a la reciente salida del CEO de Wells Fargo, Tim Sloan.

"No es la forma de llevar la locomotora", aseguró Dimon.

Sin embargo, la máquina debe continuar en movimiento y, como consecuencia, necesita de sangre nueva y un liderazgo más competente que nunca para esta respetada institución financiera con miles de clientes en la región de Filadelfia.

Por eso, resulta refrescante ver caras como la que AL DÍA está destacando en la portada de esta edición, como parte de nuestra Serie Ejecutiva Corporativa.

Casualmente se trata del vicepresidente senior de Wells Fargo, el Sr. Anthony Rosado, cuya historia como uno de los líderes más prometedores del sector de la banca recogemos de las páginas 10 a la 15.

¡Disfrútenla!