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Peña se inspiró en el mundo de los negocios gracias a su madre, que regentaba una panadería en el Upper West Side de Manhattan.  Mike Jachles
Peña se inspiró en el mundo de los negocios gracias a su madre, que regentaba una panadería en el Upper West Side de Manhattan.  Mike Jachles

El Impacto De La Portavoz Nacional De La AARP

Yvette Peña ha formado parte de la América corporativa durante más de dos décadas y ahora se ha convertido en una voz valiosa y defensora de la comunidad…

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Yvette Peña se siente orgullosa de ser hija de inmigrantes de la República Dominicana.

Sus padres emigraron a los Estados Unidos en busca del Sueño Americano o, como ella misma dice, “para allanar el camino para los hijos que iban a tener”.

Criada en el Upper West Side de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, mientras crecía Peña observó dos valores muy destacados en su familia: la educación y el espíritu emprendedor.

Sus tías eran educadoras en la República Dominicana, pero también tenía familiares que tenían una fábrica en su patio trasero.

“Mis padres se enfocaron principalmente en la educación y en esforzarse al máximo”, dijo Peña durante una entrevista con AL DÍA. “Nunca me dejaron decir ‘No puedo’,  era más un  ‘¿Cómo puedes hacerlo? Deja que te ayude.’”

Peña describió el vecindario de su juventud, en Manhattan. como un crisol de culturas. Había muchos latinos y afroamericanos, y más tarde, también llegaron varias familias asiáticas. Su mejor amiga en la escuela católica era de Japón y también tenía otra de Oriente Medio.

La diversidad incluso estaba presente dentro de su propia familia.

“Eso es lo que he sabido toda mi vida”, dijo Peña, “que no todo el mundo se parece a mí, no todos somos iguales”.

“Eso es lo que he sabido toda mi vida”, dijo Peña, “que no todo el mundo se parece a mí, no todos somos iguales”.

Y se siente afortunada de haber aprendido esta lección a una edad tan temprana, porque “eso realmente me hizo respetar y comprender no solo la apariencia de la gente, sino también su estilo de vida y las diferentes culturas que me rodeaban”, explicó.

El entorno diverso, junto con el valor de su educación y el espíritu emprendedor, se quedaron con Peña para siempre y han estado en el corazón de cada capítulo de su vida y carrera.

Aventuras en la República Dominicana

Los viajes a la República Dominicana de niña fueron muy impactantes para Peña, y le permitieron ver un estilo de vida muy diferente al que estaba acostumbrada en Manhattan.

“Me sentía muy libre”, dijo sobre sus vivencias en la isla.

Peña recuerda jugar bajo la lluvia, los mangos, los aguacates frescos y el pescado, el batido de fresas, caminar descalza en la hierba, recoger flores, ir al Jardín Botánico y la playa, entre muchas otras cosas.

“Era muy diferente a la vida en la ciudad, porque en Manhattan apenas salía de nuestra casa de ladrillo rojo”, dijo.

En Nueva York, Peña era una niña que cuidaba de sí misma, y a menudo volvía a casa de la escuela, cerraba la puerta de casa con múltiples cerrojos y se quedaba ahí hasta que su madre llegara a casa del trabajo. Pero en la República Dominicana, su tío dejaba que  ella y a su hermana salieran a pasear libremente por el barrio.

“Cosas que nunca harías si eras un niño en Manhattan”, recordó. “Pero me encantaba, porque era diferente”.

A pesar de que no ha vuelto a viajar a la isla desde que era niña, ahora, cada vez que está en la playa, recuerda el aire, la sal y la humedad de Santo Domingo.

Foto cortesía Yvette Peña
Curiosidad empresarial

La madre de Peña no empezó a trabajar hasta que se divorció de su padre, cuando ella aún estaba en la escuela primaria.

Tuvo varios empleos, hasta que finalmente ahorró suficiente dinero para abrir su propia panadería, de la que fue propietaria y en la que trabajó durante 20 años.

“Vi ese espíritu emprendedor, vi lo que era ser tu propio jefe, vi la dificultad y las circunstancias por las que pasó”, dijo Peña.

Mientras su madre dirigía el negocio, Peña solía ayudarla a hacer los letreros, a llevar la contabilidad y traducir, ya que su madre todavía no dominaba el inglés.

“Vi que tenía una clara orientación a los negocios y al marketing”, recordó Peña, y señaló que se inspiró mucho en el impulso de su madre, capaz de tirar adelante el negocio siendo mujer soltera, divorciada y con dos hijos.

Al inscribirse en Baruch College, Peña decidió especializarse en Administración de Empresas con especialización en marketing y periodismo empresarial.

“Cuando empezaron las clases, solo podía pensar en mi madre trabajando en esa panadería y por todo lo que pasó. Me propuse ser una experta en negocios, y eventualmente también ser dueña de mi negocio”, dijo.

“Al final tomé otro camino, pero fue algo que siempre estuvo en mi corazón”.

Un pie en la América corporativa

El camino al que se refiere Peña fue entrar en la América corporativa.

Después de graduarse de Baruch, el primer trabajo de Peña al salir de la universidad fue en Young & Rubicam / The Bravo Group, donde dirigió las iniciativas de marketing hispano.

Después de trabajar allí durante unos siete años, le apeteció hacer algo diferente.

“Quería crecer”, dijo. “No solo quería hacer [marketing] hispano, quería ser una especialista en marketing completa”.

“Quería crecer”, dijo. “No solo quería hacer [marketing] hispano, quería ser una especialista en marketing completa”.

Se le presentó la oportunidad de mudarse a Chicago y trabajar en Sears, Roebuck and Co. como brand manager.

Dejar Nueva York atrás, la única ciudad que realmente conocía, no fue una decisión fácil, pero Peña sintió que era lo que tenía que hacer para crecer como profesional joven.

“Sabía en mi corazón que tenía que volar del nido, dejar lo conocido por lo desconocido si quería crecer, y eso es realmente lo que hice”, dijo Peña.

“Fue la mejor decisión que pude tomar, porque así es como crecí como empresaria”, agregó.

Sin embargo, entrar en Corporate America supuso desafíos.

Peña señaló dos en particular: el hecho de ser a menudo la más joven de la sala y el hecho de ser mujer.

Como resultado, a menudo experimentó microagresiones, como que la llamaran “niña” o que le dijeran que era demasiado joven para entender ciertas cosas porque era una novata.

“Se fijaban primero en mi apariencia, y no veían lo que pasaba por mi cabeza, lo que yo podía aportar a la mesa”, dijo Peña.

Además, sintió que ser una mujer afrolatina significaba que ciertos puestos de trabajo serían más difíciles de conseguir para ella, por lo que tendría que prepararse más y trabajar aún más duro que sus contrapartes hombres blancos.

Sin embargo, se mantuvo decidida e impulsada a triunfar.

“Acepté el desafío”, dijo. “Creo que cuanta más gente me decía ‘no’, más me preparaba, más motivada me sentía”.

“Entendí que esos obstáculos y desafíos estaban allí para tomarlos y superarlos”, agregó.

Peña ocupó puestos de liderazgo en VMLY&R y Sears & Roebuck antes de llegar a AARP.  Mike Jachles
Retribuir a la comunidad latina

A medida que Peña avanzaba en su carrera,  aumentó su compromiso a retribuir. 

“En cada trabajo que he tenido, he encontrado siempre la manera de retribuir”, dijo.

Ya fuese como voluntaria, tutora o lectora para niños, o trabajando en la Comisión de Relaciones dirigida por el entonces alcalde de Chicago Richard M. Daley, Peña se propuso como misión tener un impacto positivo en la comunidad, especialmente en la comunidad latina.

Esta necesidad de retribuir tiene mucho que ver con los obstáculos que vio enfrentar a su madre, al no tener el sistema de apoyo que necesitaba mientras trabajaba para lograr sus objetivos.

“Siempre quise ayudar a los latinos”, dijo. “Las barreras del idioma siempre fueron grandes, el racismo fue grande. Así que me sentía obligada”.

El anhelo de retribuir forma parte de su ADN.

“Es lo que mis padres y mis tías me inculcaron a mí y a todos los miembros de mi familia”, dijo. “No solo me educaron para crecer como persona, sino para retribuir y ayudar a otras personas a empoderarse”.

Una voz para los mayores de 50

En 2016, Peña se unió a AARP, donde actualmente es la Vicepresidenta de Estrategia de Audiencia Hispana / Latina en la Oficina de Diversidad, Equidad e Inclusión.

“El objetivo principal para nosotros en AARP es capacitar a las personas mayores de 50 años”, dijo Peña, “para que elijan cómo vivir a medida que envejecen”.

“Eso es lo que hago todos los días, pero con un enfoque en la comunidad latina... Me aseguro de posicionar a AARP como una amiga sabia y una defensora feroz”, agregó.

Peña lo hace proporcionando información y recursos cruciales tanto en inglés como en español, no solo a la población de más de 50 años, sino a sus familias.

AARP es la organización sin fines de lucro y no partidista de este tipo más grande de los EE. UU., con casi 38 millones de miembros y oficinas en todos los estados, incluyendo Puerto Rico y las Islas Vírgenes.

“Los pilares en los que nos enfocamos en AARP”, dijo Peña, “casi todo se puede dividir en salud, riqueza y felicidad”.

“Si vives sin salud, dinero y amor, ¿qué tienes?”, se preguntó.

“Si vives sin salud, dinero y amor, ¿qué tienes?”, se preguntó.

Desde que estalló la pandemia, AARP ha sido una voz fundamental para garantizar que se aprueben proyectos de ley en el Congreso que funcionen para garantizar que la población de edad avanzada reciba la ayuda que necesita.

“Como organización de defensa sin fines de lucro y no partidista, tenemos una voz muy fuerte”, dijo Peña.

Con cada iniciativa y esfuerzo, Peña se siente motivada para continuar encontrando formas de conectarse y beneficiar a la comunidad latina.

Algunas de las áreas incluyen el cuidado, las finanzas y la salud mental, áreas donde los latinos y otras personas de color suelen ser los más afectados de manera desproporcionada.

“Esa es la belleza de este trabajo, que realmente afecta a las vidas de la gente... y a sus hogares”, dijo.

Orgullo hispano

Para Peña, el Mes de la Herencia Hispana se celebra todos los días.

“Cuando me miro en el espejo, sé de dónde vengo, sé de dónde vinieron mis antepasados, celebro mi diversidad y celebro la familia que he tenido”, dijo.

Además, Peña dijo que ser nombrada Arquetipo AL DÍA 2021 es un honor y una celebración no solo para ella, sino también para los antepasados ​​que la ayudaron a allanar el camino.

Su objetivo ahora también es dar a cambio.

“Solo pienso en todos los que vinieron antes que yo y, aprovechando este homenaje, quiero hacer lo mismo. Quiero seguir allanando este camino”, dijo.

“Ser homenajeada siempre es una lección de humildad y me hace detenerme y reflexionar sobre lo que he hecho, dónde he estado y adónde todavía tengo que ir”.

A la próxima generación de futuros arquetipos hispanos, Peña les aconsejaría trabajar duro y no permitir que nadie les impida alcanzar sus sueños.

También enfatizó la importancia de tener un mentor y no tener miedo a pedir ayuda a la hora de construir una carrera de éxito.

“El poder de los mentores y patrocinadores, para mí, ha sido fundamental en mi carrera. No estaría aquí sin ellos ”, dijo, dando crédito a su madre y tías como sus primeras mentoras.

Con la cantidad de información disponible hoy en día, Peña siente que es importante acercarse, hablar con la gente y encontrar a alguien que pueda ayudar.

“Construye esa red de contactos, cree en ti mismo y sigue buscando las estrellas, porque hay que empezar por algún lado”, dijo.