Ante la pregunta ‘¿Quién es Damian Rivera?’, su respuesta fue corta y precisa, y a la vez poderosa.

“Soy alguien que busca oportunidades para incidir en el mundo”, dijo Rivera durante una conversación que sostuvo con AL DIA el 25 de septiembre.

Rivera, quien se crió en Spanish Harlem durante la mayor parte de su vida, vio diversas oportunidades para contribuir con su comunidad inmediata, y con el mundo más amplio.

La ventana de oportunidades se le abrió por primera vez en la escuela secundaria cuando fue a una excursión y visitó el recinto de la Rutgers University. La experiencia le abrió los ojos. Rivera recordó que fue “un lugar tan diferentes al que yo estaba acostumbrado”. 

Casi de inmediato dijo, “Quiero ir allí”.

Envió su solicitud durante su último año de estudios en la secundaria y luego fue aceptado para convertirse en un Scarlet Knight.

De estudiante, Rivera asistió a la Conferencia SHPE (Sociedad de ingenieros profesionales hispanos) en la que tuvo el privilegio de hablar sobre un proyecto en el que trabajaba en ese momento; esto lo llevaría, más tarde, a obtener un trabajo con Accenture, como codificador en su centro de tecnología. 

Accenture es una empresa multinacional de servicios profesionales que ofrece servicios de estrategia, consultoría, digitales, tecnológicos y operacionales.

“Pensé que estaría allí durante dos años”, recordó Rivera. “La idea era estar allí durante dos años y luego irme”. 

“Dos años se convirtieron en 21 años”, dijo.

Durante su permanencia de más de dos décadas con Accenture, Rivera fue el director general del centro de servicios de recursos, y también pasó seis años dirigiendo el Hispanic-American Employee Resource Group (Grupo de recursos de empleados hispanos-estadounidenses) de Accenture para Norte América.

Sin saberlo en ese momento, el trabajo realizado por Rivera al dirigir ese Grupo de Recursos de empleados sentaría las bases para su función actual como Director ejecutivo de la ALPFA (Asociación de profesionales latinos para los EE. UU.) 

Aunque Rivera funge como Director ejecutivo de ALPFA desde hace más de un año, su involucramiento con la organización empezó apenas hace unos años.

En 2014, la explosión de gas en East Harlem, NY destruyó la iglesia a la que Rivera asistía con frecuencia de niño. La situación tuvo un impacto fuerte en Rivera ya que tenía familiares que vivían en el área y, por ende, tomó unas vacaciones del trabajo y empezó a reflexionar. 

“Me dí cuenta que a pesar de lo que yo creía que hacía por la comunidad, no hacía lo suficiente”, dijo. “Y empecé a hacerles preguntas a las personas que estaban más involucradas con el impacto en las comunidades. “¿Qué puedo hacer?”

Después de acercarse al ex Presidente de ALPFA, Charles P. García, Rivera tomó nota de las recomendaciones de García en cuanto a que asistiera a más reuniones de la junta y reuniones escolares. Al poco tiempo, le pidieron que diera un discurso en la Lehman College en The Bronx.

Creyendo, inicialmente, que pasaría 10 minutos en el lugar, Rivera pasó varias horas conversando con los estudiantes en la universidad sobre la vida, los obstáculos que se debían superar, cómo incidir y más.

“Cuando salí de allí, pensé, ‘Hay algo especial sobre esta organización. Necesito entender realmente cómo puedo involucrarme más”, dijo.

Cuando fue fundada en 1972, ALPFA estaba enfocada en la creación de oportunidades para los latinos e hispanos en los campos de las finanzas y contabilidad. La formación de Rivera en el campo de la ingeniería no ofrecía una concordancia directa entre su pericia profesional y el enfoque de la organización.

No obstante, con la nueva dirección que ALFPA había empezado a desarrollar en el transcurso de los años, al poco tiempo empezó a ampliar su enfoque lo suficiente para incluir al campo laboral de Rivera.

Rivera también percibió el nivel de pasión de los miembros  de la organización por la misión del grupo, aunado al objetivo específico de incorporar a la comunidad latina como un imperativo empresarial; entonces, Rivera empezó a pensar: “Allí es donde necesito estar”.

Sin embargo, cuando le ofrecieron la oportunidad de fungir como Director ejecutivo de ALPFA, de tiempo completo, no podía dejar de pensar en todo lo que había logrado en Accenture.

“Cómo se imagina, es difícil dejar una carrera en la que uno ha estado durante 21 años”, recordó.

No obstante, después de hablar con algunas personas, se sintió alentado para dar el salto. Ellos lo ayudaron a confirmar que allí se encontraba su pasión. Además, le dijeron a Rivera que le darían un año de permiso de ausencia para que probara, asegurando su posición en Accenture en caso deseara regresar.

“Sinceramente, me dió la valentía de tomar el riesgo de saltar hacia un mundo del que realmente no sabía mucho”, dijo. 

“Y ha sido todo lo que jamás habría podido desear”, agregó Rivera.

Como el cuarto Director ejecutivo de la organización antigua, García tiene el objetivo de construir sobre la base de los legados establecidos por sus antecesores. 

Los líderes anteriores de la organización han hecho crecer a la ALPFA al aumentar el número de capítulos, crear nuevas plataformas, como Most Powerful Latinas, ampliar la iniciativa denominada Women of ALPFA, continuar su convención anual, y mucho más.  

Con más de 90,000 miembros, 45 secciones profesionales y 160 secciones universitarias en toda la nación, las oportunidades de un crecimiento futuro son exponenciales.

“Creo que ALPFA, como organización, tiene una oportunidad maravillosa para influir en muchas personas y realmente marcar la diferencia a escala global”, dijo Rivera.

Bajo el liderazgo de Rivera, la ALPFA ha implementado una nueva plataforma llamada LEAD, que significa liderazgo, compromiso,progreso y desarrollo (por sus inglés en inglés).

La plataforma cuenta con seis áreas de enfoque: competencia de dominios, compromiso social, creación de riqueza, salud y bienestar, compromiso comunitario y emprendimiento e intraemprendimiento.

El objetivo es crear un impacto y desarrollar líderes dentro de la red de la organización. 

Sin embargo, mientras la organización está enfocada en los latinos, no es exclusivamente para latinos.

Con la diversidad cada vez mayor de los Estados Unidos, ALPFA se propone acoger ese nivel de diversidad tanto dentro como fuera de la comunidad latina.

“Somos todo lo que existe de los dos extremos y en medio”, dijo Rivera de la comunidad latina. “Y eso significa que: tenemos la oportunidad de ayudar a otras personas a entender cómo vincularnos y conversar entre nosotros con la mirada puesta en un resultado positivo”. 

Este fue uno de los mensajes presentados durante la Cuadragésima-séptima Convención anual en agosto, cuyo tema principal fue, Journeys…Past, Present & Future.

“Queremos que las personas entiendan cómo su viaje por la vida, y sus trayectos y quienes son, son algo sobre lo que deben estar orgullosos”, dijo Rivera. 

Y no sólo es cuestión de que hagan escuchar sus voces, dijo Rivera; es igualmente importante que también escuchen las voces de otros.

Mediante las conversaciones francas y reales, las personas pueden compartir sus puntos de vista y opiniones --similares y diferentes-- y se pueden lograr verdaderos avances. 

Como Director ejecutivo de ALPFA, Rivera cree que la organización puede ser un modelo a seguir en este aspecto, y ha tomado la delantera en este esfuerzo de ofrecer la plataforma necesaria para el compromiso y la expresión personal. 

“Tengo la responsabilidad, y me tomo esta responsabilidad muy en serio”, dijo. “Y me aseguraré de dar todo lo que tengo para estar seguro de ayudar a otros a encontrar su voz”.

Una de las formas más eficaces de hacerlo, dijo Rivera, es recordarles a los latinos que nunca olviden quiénes son y de dónde vienen. 

ALPFA es una de varias organizaciones a escala local y nacional que trabaja para crear líderes latinos y aumentar la diversidad y representación en los puestos ejecutivos de alto nivel del mundo empresarial estadounidense. 

Por ese motivo, algunos pueden sentir que las organizaciones con objetivos similares compiten, inevitablemente, entre ellas por el mismo grupo limitado de recursos.

Rivera, por el contrario, tiene una perspectiva diferente.

Con otras organizaciones como la Latino Corporate Directors Association (LCDA) y la  Hispanic Association of Corporate Responsibility (HACR), Rivera ve grandes oportunidades para trabajar junto con estas organizaciones para crear impacto duradero.

“Mi objetivo es asegurarme que juntos estemos demostrándole al mercado [que] los latinos son colaboradores”, dijo. “No buscamos luchar unos contra otros por el espacio; hay suficiente oportunidad para todos”.

La colaboración crea más oportunidades de crear redes de contactos, ayuda a construir procesos, y aumenta la visibilidad hacia todo el trabajo que realizan todas estas organizaciones. 

Como el líder de la organización, Rivera espera continuar sosteniendo conversaciones no sólo con lo líderes, miembros, estudiantes y profesionales de ALPFA, sino también con los líderes de otras organizaciones que tienen los mismos objetivos y visión para la comunidad latina.

“El micrófono que uno obtiene al ser el Director ejecutivo de ALPFA es grande… y si hago mi trabajo de forma correcta y empleo mi mayor esfuerzo cuando termine de realizar esta función… aún tendré mi propio micrófono”, dijo. “Pero entonces, tendremos a otra persona con un micrófono”. 

“Nuestro producto final es gente que se siente bien sobre lo que pueden hacer, que aprende cosas nuevas, que tiene nuevos contactos y que incide en el mundo. Ese es nuestro producto”, agregó.