El popular cantante y compositor colombiano Jorge Oñate falleció en la madrugada de este domingo en Medellín por complicaciones derivadas de la COVID-19. Conocido como ‘El Jilguero de América’, Oñate  perdió la batalla a los 71 años tras pasar más de treinta días hospitalizado por problemas respiratorios a los que se sumaron otras complicaciones, informó su representante Mario Puerta.

Artistas y personajes políticos lamentaron su partida en redes sociales. El presidente colombiano, Iván Duque, y el exmandatario Álvaro Uribe Vélez, enviaron mensajes de pésame a la familia del artista.

Lamento profundamente la muerte del Maestro Jorge Oñate. Hombre de la música, del folclor, de la cultura vallenata y encarnacion de los juglares clásicos de nuestras letras. Gracias Maestro por darle tanta alegría a Colombia. Solidaridad con su familiares y amigos.

— Iván Duque  (@IvanDuque) February 28, 2021

Por su parte Uribe expresó en la misma red social: "Se suman los dolores del alma con el fallecimiento del noble amigo Maestro Jorge Oñate".

El viernes 22 de enero, el artista fue ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos del  Instituto Cardiovascular del Cesar tras dar positivo para covid-19, donde tuvieron que  intubarlo y fue monitoreado por un grupo de especialistas, quienes lograron que el cantante superara el coronavirus. Sin embargo, una infección y una pancreatitis se sumarían  a la delicada condición del artista, quien fue trasladado a la capital de Antioquia, el pasado 23 de febrero e internado en el Hospital Pablo Tobón Uribe.

El legado cultural del ‘Ruiseñor del Cesar’ es inmensurable, galardonado en 2010 con el Grammy Latino a la Excelencia Musical, Jorge Oñate inició su carrera musical en 1968 con el conjunto "Los Guatapurí" y un  año después se consolidó como vocalista del grupo "Los Hermanos López". Reconocido por éxitos como "El Cantor de Fonseca", "No voy a Patillal", “Nido de amor", "Ausencia", "El corazón del Valle", "El cariño de mi pueblo" y más recientemente con "El más fuerte". 

Oñate marca un antes y un después para la figura del cantante en el Vallenato, quien hasta antes de su paso por el folclore, era una figura que iba unida a la del acordeonista.