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Naima Coster fue finalista del Premio Kirkus de Ficción en 2018 por su primera novela Halsey Stree. Photo: Sylvie Rosokoff / NYT.
Naima Coster fue finalista del Premio Kirkus de Ficción en 2018 por su primera novela Halsey Stree. Photo: Sylvie Rosokoff / NYT.

Raza, amor y madres “insoportables”: Una historia de Romeos y Julietas del siglo XXI

La segunda novela de la escritora latina Naima Coster, What’s mine and Yours, es un despliegue de empatía a través de una historia donde nada es monolítico,…

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Pedro & Daniel

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En el principio de una buena novela, como ocurre en las primeras escenas de una película, suele estar condensada la tesis de su autor o autora. Como cuando Tolstoi escribió en el comienzo ya archiconocido de Ana Karenina: “Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada”. 

Dejando aparte que la infelicidad o la felicidad son más que una característica, algo subjetivo, un proceso por el que transita una persona, la escena inicial de What's Mine and Yours, la segunda flamante novela de la escritora dominico-americana Naima Coster sienta las bases de una historia sobre la raza y la identidad como algo que tanto nos une como unos separa, incluso en ocasiones de nuestras familias. 

Estamos en el Piedmont Triad de Carolina del Norte un día de 1992. Dos hombres fuman a la salida de un café vacío mientras se cuentan, para matar el tiempo, historias de sus respectivas familias sin saber que esas mismas familias van acabar uniéndose por el infortunio.

Finalista del Premio Kirkus de Ficción en 2018 por su primera novela Halsey Street y considerada una de las mejores autoras menores de 35 años en 2020, Coster, profundiza al estilo de los clásicos rusos y su talento para construir personajes complejos y sumergir al lector en su particular psicología, una historia coral de dos familias cuyos destinos se cruzan cuando una iniciativa del condado desesgrega los institutos y trae al oeste de la ciudad, mayoritariamente blanco, a los chicos negros del lado este.

Como una suerte de Romeo y Julieta, Gee, un chaval negro del este que entra en el nuevo instituto del oeste, y Noelle, una adolescente latina y birracial que pasa por blanca, están condenados a enamorarse y también a soportar a sus respectivas madres. Jade, la ambiciosa madre de Gee, sólo desea que su hijo prospere en una mejor escuela desagregada; mientras que Lacey May reclama que sus hijas medio latinas son blancas y está en contra de la integración escolar. 

Sin embargo, Noelle se siente más latina que su propia familia y además conoce a Gee en una obra de teatro escolar que tiene por objeto salvar la brecha entre esos nuevos alumnos del este y los veteranos del instituto, lo que hace que dos familias en oposición desde buen inicio -aunque ese cigarro conciliador nos insinúa otras cosas- empiecen a forma unos lazos que van regir los destinos de sus hijos y marcarlos por siempre. 

Porque no somos más que pasado, porque lo que se siembra en la infancia y aún lo sembrado por nuestros ancestros sigue bien apuntalado en nuestras conciencias e incluso nuestro ADN y emerge de diferentes formas a través de los años y los lugares.

En este caso, Carolina del Norte y también Atlanta, Los Ángeles y París, a través de múltiples generaciones y unos años que van desde 1992 hasta en torno al 2020 en que la vida de Gee y Noelle, quienes parecen haber llegado al mismo estatus vuelve a colisionar. Pero la infancia, como explora Coster, es un abismo demasiado ancho para que nadie se atreva a cruzarlo.

No hay nada monolítico

Como afrolatina que creció en Brooklyn y consiguió una beca para asistir a un instituto mayoritariamente blanco, Naima Coster conoce de buena mano lo complejo que resulta ahondar en cómo este proceso de integración forzada.

“Fue una experiencia que ciertamente me abrió las puertas", dijo a Star Tribune. "Se habla menos de las dificultades de esa experiencia cuando eres uno de los únicos niños de color en un espacio mayoritariamente blanco. O lo que supone para tus relaciones familiares ser el único de la familia que llega más lejos".

Si bien Coster admite que las escuelas segregadas perpetúan la desigualdad, el personaje de Gee en su novela vive las contradicciones de esta oportunidad, porque al tiempo que haber asistido al nuevo instituto de mayoría blanca le ha abierto puertas como adulto, “también le atormenta la pregunta de si merecía lo que logró cuando otros en su familia no pudieron hacerlo. Es una carga pesada".

“Creo que hay muchas familias -mixtas y de otro tipo- en las que las diferentes personas de la familia tienen diferentes relaciones con su identidad aunque compartan una herencia y unas raíces comunes".

Naima Coster también tuvo que hacer frente a este sentido de la responsabilidad. Aunque escribía desde niña y fantaseaba con dedicarse a la escritura, sintió la presión de estudiar una carrera “lucrativa y estable” y envió solicitudes a facultades de medicina. Por suerte para la literatura, hizo su sueño realidad y acabó cursando un máster en la Universidad de Columbia.  

Lectora de Edwidge Danticat, Angie Cruz y Patricia Engel, sus libros la inspiraron y la hicieron creer que las historias que escribía iban a llegar algún día a sus lectores. 

Y como ocurre en las historias de sus predecesoras y compañeras de ruta, en el centro de What's Mine and Yours está la identidad racial.

En la novela de Coster, Noelle, de raza blanca, se identifica como latina y se enfrenta a su madre, algo que es común, según la autora, a muchas familias birraciales. 

“Creo que hay muchas familias -mixtas y de otro tipo- en las que las diferentes personas de la familia tienen diferentes relaciones con su identidad aunque compartan una herencia y unas raíces comunes", sostiene.

Incluso en su propia familia, la autora ha tenido que hacer frente a este tipo de cuestiones complejas que muestran que la identidad no es un monolito ni tampoco la raza.  

“En mi familia, conozco a hermanos que se identifican como de diferentes razas, aunque comparten el mismo conjunto de padres. Mis propios padres eran latinx [término neutro para referirse a los latinos] y caribeños, pero sólo mi padre se identificaba como negro", concluye Coster. 

En suma, What’s Mine and Yours es una novela que consigue que el lector se haga preguntas, que asienta debate y crea empatía tanto a través del humor como de su prosa impecable, pero además explora la identidad de una forma bastante único entrando de lleno en la mente de sus personajes, aunque por momentos su singular estructura pueda resultar confusa. Tanto como la propia noción de identidad, la familia o el amor.