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Mónica Puig de Puerto Rico celebra derrotar a Angelique Kerber de Alemania durante la final por la medalla de oro en tenis en los Juegos Olímpicos de Rio 2016 en el Centro Olímpico de Tenis del Parque Olímpico en Río de Janeiro. EFE

La raqueta de oro boricua

La tenista boricua Mónica Puig es la primera deportista de la historia en ganar una medalla de oro en representación de Puerto Rico.

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Mónica Puig sabe muy bien que ha hecho historia para su país. Nacida en Hato Rey, en San Juan de Puerto Rico, hace 22 años, esta joven tenista de larga cabellera rubia se ha convertido en el primer atleta en ganar una medalla de oro para la isla boricua, al derrotar a la alemana Angelique Kerber en la final individual femenina de tenis de Rio 2016. 

“Solo con llegar a la final, ya sabía que había hecho historia. Pero quería ser también la primera medallista de oro en unos JJOO para Puerto Rico, así que tenía otro motivo para ganar: no solo para mí, sino para Puerto Rico”, declaró Puig en una entrevista para Telemundo filmada en la playa de Copacabana a la mañana siguiente de su victoria. La joven tenista, número 34 en el ranking mundial de la WTA, apareció bajo el sol de Copacabana con el suéter de la selección puertorriqueña, shorts vaqueros y la medalla de oro al cuello, y sin dejar de sonreír en todo el tiempo, explicó ante la cámara de Telemundo que ganar el oro no fue una simple cuestión de suerte, sino el  fruto de “muchas horas de entrenamiento y muchas horas en el gimnasio”. 

Su aspecto relajado y tranquilo en la playa de Copacabana poco tenía que ver con el estallido de emoción de la que fue víctima la noche anterior, tras vencer a su rival alemana y hacerse con el oro. Puig se arrodilló en el suelo de la cancha y no pudo contenerse las lágrimas en un largo tiempo, mientras en su Puerto Rico natal, donde las calles se habían quedado vacías mientras se retransmitía partido, se produjo una explosión de alegría y emociones. En Twitter y Facebook proliferan los videos que muestran a una multitud gritando y haciendo sonar los cláxones de los coches por las calles de San Juan para celebrar la primera medalla de oro de la historia de Puerto Rico. “Es nuestra forma de celebrar, gritando de felicidad, gritando “sí se puede”, “yo soy boricua”… Puerto Rico es una isla única, tenemos un corazón bastante grande para nuestro país, y eso es muy visible”, dijo Puig, abrumada por la multitud de felicitaciones y mensajes recibidos en las horas siguientes de decenas de seguidores boricuas.  El mensaje que más le emocionó de todos ellos fue el mensaje de sus abuelos maternos, que aún viven en Puerto Rico. “Los quiero mucho y gracias por ser tremendos abuelos”, declaró con los ojos llorosos durante el programa de televisión  Un nuevo día (Telemundo) emitido la semana pasada.

A pesar de haber crecido entre Miami y Boca Raton, FL – su lugar de entrenamiento – Puig siempre ha querido mantenerse leal a su isla natal y ha rechazado la posibilidad de competir con la selección de EEUU, como han hecho otros medallistas boricuas. La tenista Gigi Fernández, por ejemplo, ganó la medalla de oro en la final de dobles en los Juegos de Barcelona y Atlanta, pero competía bajo la bandera estadounidense. 

 “La delegación de Puerto Rico es muy pequeña, pero estamos muy unidos, cenamos juntos, pasamos mucho rato juntos… Es que de eso se trata en unos Juegos, de estar unidos”, comentó Puig bajo el sol de Copacabana. Puerto Rico compite con su propia delegación desde el año 1948.

Mónica Puig empezó a competir en el mundo del tenis profesional en el año 2010, y hasta ahora contaba solamente con un título oficial en su palmarés (Internacional de Estrasburgo, en 2014). NO obstante, la tenista ha conseguido sorprender al mundo desde Rio al derrotar a dos de las top 10 internacionales:   la alemana Angelique Kerber, segunda en el ranking mundial y actual campeona del Open de Australia, a quién robó el oro al ganar 6-4, 4-6 y 6-1, y la española Garbine Muguruza, campeona del French Open, a quién eliminó 6:1 6:1 en las eliminatorias. 

“Me ha impresionado mucho el nivel de calma y la intensidad que Puig ha mantenido a lo largo de toda la competición”, declaró a The New York Times la excampeona del mundo estadounidense Chris Evert, que conoce a la jugadora desde hace tiempo y sigue sus entrenamientos en Boca Raton, FL. Su entrenador oficial es el argentino Juan Todero, miembro de la Asociación Americana de Tenis (USTA), y uno de los artífices de su revés a dos manos, punto fuerte de la boricua. “Puig llegó a los Juegos sin presión, y esto le ha permitido jugar las mejores semanas de su carrera, y de su vida”, declaró Kerber a la prensa después de perder el partido contra su rival portorriqueña. 

De abuelos catalanes emigrados a Puerto Rico ( de ahí su apellido, “Puig”- pronúnciese “Poo-tch” y no “Puich”, como dicen los periodistas de la televisión estadounidense, sean latinos o anglosajones), Mónica asegura que siente un fuerte apego por la isla. “Todavía tengo familia en Puerto Rico y he regresado muchas veces. Es mi lugar favorito para cuando quiero ir a la playa o ver a la familia. La isla me ha dado tanto, tanto amor y apoyo a lo largo de toda mi carrera, que simplemente les debo esta medalla”, confesó a The New York Times.  

La medalla de oro de Puig ha sido como una inyección de optimismo para  para la isla, que atraviesa graves problemas financieros y económicos, sumados a la amenaza del virus Zika. “Sé que mi país aprecia de verdad este logro, y yo de verdad quería poder darles esta victoria a ellos”, declaró Puig a la prensa. “Toda la alegría que has traído, @MonicaAce93”, posteó uno de sus seguidores en Twitter, adjuntando un video en el que aparecía un grupo de jóvenes sin camiseta saltando en el maletero de una pick-up y chillando de alegría por las calles de San Juan para celebrar la primera medalla de oro de Puerto Rico. A miles de kilómetros de distancia, en Rio, Puig tampoco podía contener la emoción. A los segundos de derrotar a su rival alemana, Puig se arrodilló en el suelo de la cancha y rompió a llorar, ofreciendo  uno de los momentos más emocionales de los JJOO. La atleta seguía llorando al subir al podio y recibir la medalla de oro al son del himno nacional “La Borinqueña”.  Su padre le había enviado la letra de la canción por email esa mañana, “por si acaso”, explicó Puig en la rueda de prensa. Llegó a memorizarse algunas estrofas, aunque tuvo que reconocer que el esfuerzo fue en balde. “Si hubiese parado de llorar, igual hubiera empezado a cantar, pero el caso es que no podía. Tuve un un nudo en la garganta todo el rato”, dijo.

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Pica Power!

La noche del pasado 13 de agosto, pocos minutos después de que la tenista puertorriqueña Monica Puig ganara la medalla de oro en los JJOO de Río,  el hashtag #PicaPower se convirtió en un trending topic en Twitter, consiguiendo que el mundo digital se olvidase por unas horas de los tópicos negativos que salpican a la isla, como la crisis financiera o la amenaza del virus Zika . 

“#picapower Historia para PR! Nuestra primera medalla de oro en unas olimpiadas.  Grande Mónica!!… ;

 Mejor momento en la historia del deporte puertorriqueño @monicaace93 gracias ...coqui #picapower; 

QUE RICO ES SER BORICUA!!! ARRIBA #PicaPower.

Pero, ¿qué significa “PicaPower”?, le preguntaron a la tenista boricua durante una entrevista reciente en el programa Un Nuevo Día , emitido por Telemundo. Puig explicó que el hashtag #PicaPower es un derivado de una frase que ella siempre utiliza: “en la vida, a veces hay que picar muchas piedras para conseguir lo que quieres”. 

Descendiente de emigrantes catalanes en Puerto Rico (de ahí su apellido), Mónica Puig se ha convertido en un motivo de orgullo y emoción para sus compatriotas isleños, a pesar de que ella se crio en Miami. Su padre, un ingeniero cubanoamericano, decidió mudarse a Estados Unidos por motivos de trabajo y desde entonces la familia sigue viviendo allí. Su hermano mayor, Ricky, es ingeniero aeronáutico. “Obviamente, nunca olvidé mis raíces. Iba a Puerto Rico cada verano, y hablo español con fluidez”, comentó Puig en una rueda de prensa del torneo Wimbledon en el año 2013, cuando todavía no había ganado ningún título.  

También fue en Miami donde Puig empezó a jugar a tenis. “Mi madre jugaba al tenis de pequeña, así que me apuntó a clases. Me quedé enganchada. Nunca pensé, por eso, que me iba a convertir en profesional. Fue un poco como una metedura de pata de última hora, en el sentido de que no era una persona que obtuve resultados de forma inmediata. Tardé un tiempo en ver que todas las piezas empezaban a encajar. Fue entonces empecé a notar algo especial por este deporte”, explicó Puig durante la rueda de prensa celebrada en Wimbledon en 2013. Puig se convirtió en profesional del tenis en 2010 y cuatro años después ganó su primer título oficial, al ganar la final de singles en el Internacional de Estrasburgo. 

Cuando le preguntan si tiene algún ídolo en el tenis, Puig responde que siempre se inspiró en Jennifer Capriati y Serena Williams. “Pero ahora sobretodo me fijo más en el circuito masculino, porque hay mucha más consistencia”, reconoció en el año 2013, tres años antes de ganar el oro en Rio.  

Según la web de la WTA,  a Mónica también le gusta ir a la playa, relajarse en casa, leyendo o escribiendo,  o pasando el rato con su familia y sus perros. En su cuenta de Twitter aparecen varias fotos y videos de la tenista junto a un cachorro de ojos azules llamado Rio. “A Rio no le gustan las raquetas”, bromea en uno de sus tweets, en el que ha colgado un video donde el perro parece asustarse de su raqueta. 

Los días de descanso después de los JJOO ya han terminado para Mónica y la tenista  ha vuelto los entrenamientos diarios en Boca Raton para poder competir en el US OPEN de Nueva York, que empieza el próximo 29 de agosto.

  “Estoy todavía súper emocionada. Rio fue una experiencia inolvidable, y pues no sé qué más decir porque siento que estoy todavía viviendo un sueño”, expresó Puig durante el programa Un Nuevo Día, en el que apareció con un vestido corto,  la bandera boricua en la mano y  la medalla de oro en el cuello. “He tenido un año muy sacrificado”, de largas horas en la cancha y muy pocas con su familia, pero me ha ido muy bien, así que no me puedo quejar”, comentó.

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