LIVE STREAMING
Charlien Hunnam como el joven Rey Arturo en 'King Arthur: Legend of the Sword', dirigida por Guy Ritchie. Foto: Warner Bros Pictures.
Charlien Hunnam como el joven Rey Arturo en 'King Arthur: Legend of the Sword', dirigida por Guy Ritchie. Foto: Warner Bros Pictures.

‘King Arthur: Legend of the Sword’, la leyenda vuelve a la pantalla gigante

La idea es forjar la leyenda del que ineluctablemente se convertirá un buen día en rey. Como en toda narrativa de formación del heroísmo, una porción…

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Luto en Colombia

Piñatas para todos

Un latino en las estrellas

Un verdadero líder hispano

Embajador cultural latino

El G.O.A.T. llega a Fili

In Unison exposición

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

La idea es forjar la leyenda del que ineluctablemente se convertirá un buen día en rey. Como en toda narrativa de formación del heroísmo, una porción importante de la intriga está dedicada a la preparación. Habrá entonces largas secuencias de entrenamiento con la célebre espada que tanto tiempo pasó enterrada en la piedra. Habrá también aprendizaje en el bosque profundo, donde el hombre se enfrenta a sus habilidades de sobrevivencia. La magia, las criaturas maléficas y los códigos de la  caballería recordarán las versiones más antiguas de la leyenda. Pero el estilo inconfundible de Guy Ritchie, inalterable desde Snatch (2000), estará siempre ahí para recordar que se trata de algo sin precedentes, algo más ambicioso, en la medida de lo posible desmarcado de los clichés de lo épico y de lo mitológico, quizá no del todo logrado, pero sin duda portador de una mirada directoral muy personal. Si hay un aspecto del film para destacar, es precisamente la autenticidad del estilo. 

En cuanto a los fallos, la lista es quizá más amplia. A pesar de las buenas actuaciones de Jude Law y Charlie Hunnam, las interpretaciones de los personajes secundarios dejan mucho que desear. Los grandes momentos bélicos, espectaculares desde el punto de vista de la producción, tienden a prolongarse en exceso. La cámara lenta en los gestos del héroe con la espada se antoja anacrónica y produce más risa que admiración. Los diálogos, aunque dinámicos, carecen a menudo de continuidad y acusan la ausencia de explicaciones que clarifiquen los giros de la narración. Es como si Ritchie, obsesionado con la originalidad de su estética, hubiera dejado de lado lo relativo a la construcción de la intriga.

CONTENIDO RELACIONADO

Concebido como el punto de partida de una trilogía, ‘King Arthur’ tiene el tono narrativo de un prólogo, lo que produce al mismo tiempo un efecto de suspenso y un estancamiento de la acción que puede resultar agotador. De una escena a otra, la tensión narrativa puede ya sea disolverse y provocar el desinterés del espectador, o incrementarse, logrando pasajes de gran expectación. El movimiento de un polo a otro es tan impredecible como recurrente, y la sensación es la de estar viendo una película entretenida que, sin embargo, no termina nunca de atrapar nuestra atención.    

La leyenda de Excalibur comienza con un joven que aún no conoce su verdadera identidad. La búsqueda de sí mismo en un universo fantástico constituye el núcleo de esta primera parte de su historia. Su antagonista: un rey hechicero que tiene a Camelot bajo su control. Como es de esperarse, la ilusión nace cuando la espada reaparece, lista para ser retirada de la piedra. Pocas sorpresas en una narración predecible que sin embargo lleva el sello de un estilo claramente definido.