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I Love Dick, de Chris Kraus, pasó desapercibida en 1997. Ahora Amazon prepara una serie de televisión inspirada en esta novela sobre el amor, el arte y las infidelidades. Estará  protagonizada por Kevin Bacon. 
I Love Dick, de Chris Kraus, pasó desapercibida en 1997. Ahora Amazon prepara una serie de televisión inspirada en esta novela sobre el amor, el arte y las infidelidades. Estará  protagonizada por Kevin Bacon. 

I Love Dick: Cuando los esnobs del mundo del arte se aburren del amor

La novela, que pasó desapercibida cuando se publicó por primera vez, en 1997, se ha convertido en un referente de la literatura feminista y ha servido de…

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A los ojos del establishment artístico y académico, Chris Krauss y Sylvère Lotringer son un matrimonio perfecto. Artistas, profesores de universidad, de pensar liberal y postmoderno, sin hijos. Viven juntos desde hace siete años en una zona residencial de las afueras de Los Angeles y comparten la misma rutina de cafés, libros y conversaciones de alto nivel sobre filosofía y cultura hasta que una noche Dick, un viejo amigo, de perfil artístico-académico como ellos, les invita a cenar cerca de su rancho.

Esa noche cambiará el rumbo del matrimonio para siempre. Chris se enamora perdidamente de Dick, con quien cree haber tenido “sexo conceptual” durante la cena,  pero en lugar de guardárselo en secreto, se lo cuenta a su marido. “Como [el matrimonio] hace mucho tiempo que ha dejado de tener sexo, los dos mantienen viva su intimidad a través de la deconstrucción: es decir, contándoselo todo” , escribe el narrador en off que cuenta la historia durante la primera parte de esta novela de Chris Kraus publicada en 1997, I Love Dick.

A lo largo de esta primera parte, el lector se convierte en el espectador del juego de correspondencia que se establece entre Chris, Sylvère y Dick. En lugar de enfadarse o ponerse celosos, el matrimonio decide empezar a escribir cartas a Dick por separado, confesándole su amor, sus sentimientos y reflexiones, en lo que acaba convirtiéndose una especie de proyecto artístico colaborativo: una “performance” conceptual, como las que ambos vivieron durante su juventud en el Nueva York de los 70.

“Sylvère, un intelectual europeo que da clases sobre Proust, es experto en análisis de las minucias del amor. Pero cuanto tiempo se puede estar analizando una sola noche y una llamada de tres minutos?”, dice el narrador en off.

Esta competición absurda entre intelectuales pedantes se manifiesta en las continuas alusiones de Chris - una videoartista frustrada, como se define ella misma- a Sophie Calle y otros artistas conocidos de su época de juventud, como si tuviera que fardar de sus conocimientos artísticos ante Dick y su esposo.

Las cartas del matrimonio no tienen respuesta de Dick, y no les importa. El objetivo final es la publicación de dichas cartas, quizás hacer una película. A Chris le gustaría superar su frustración profesional, su complejo de inferioridad al lado de Sylvère, un filósofo más destacado que ella; le gustaría decir las cosas que piensa de verdad. “Como artista, Dick le parece exageradamente naif, aunque a ella le gustan ciertas formas de arte malo, arte que ofrece transparencia en la forma de las esperanzas y deseos de la persona que lo ha hecho. El arte malo hace que el espectador sea mucho más activo”, nos dice el narrador de Chris, que en realidad es la voz de la autora (y se llama igual).

En la segunda parte del libro, lo que empieza siendo un juego artístico se acaba convirtiendo en una realidad, y el matrimonio acabará divorciándose. “¿Puede un matrimonio colaborar en en un billet doux (cartas de amor)? Si Sylvère y Chris no se hubieran opuesto tan firmemente al psicoanálisis, se hubieran dado cuenta de que estaban en un punto de inflexión”, advierte el narrador antes de dar paso a esta segunda parte del libro, en la que Chris toma la voz en primera persona.  

 “¿Se habría enamorado Chris de ti si yo no hubiera estado presente para hacerlo tan vergonzoso? ¿Es el conocimiento una forma desesperada de aceptación? ¿O la aceptación trasciende en ella misma para lograr un estadio más interesante?”, le escribe Sylvère a Dick, insistiendo en hacer reflexiones exclusivamente en el plano intelectual. 

Cuando Kraus toma finalmente la voz, el libro  da un giro feminista y las emociones surgen. Kraus se da cuenta de que nunca será tomada en serio como intelectual mientas siga siendo considerada “una extensión” de Sylvère, así que decide abandonarlo. A la vez, Chris dejará de acosar a Dick por carta como si se tratase de un proyecto de arte, y empieza a escribirle sobre sus sentimientos de verdad. Kraus se vuelve menos analítica para dar rienda suelta a las emociones y recuerdos,  aunque la línea entre lo artístico y lo personal seguirá siento un tanto borrosa hasta la última página.

I Love Dick fue publicada al español por la editorial Alpha Decay. (Amo a Dick)