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El Doctor Jesús Esquivel recibió el Esperanza Advocate Award en el Andrew Mellon Center in Washington, D.C.
El Doctor Jesús Esquivel recibió el Esperanza Advocate Award en el Andrew Mellon Center in Washington, D.C.

Viajar de Philly a México para luchar contra el cáncer

Nacido en México y formado en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (México), el doctor Jesús Esquivel recibió un reconocimiento de Esperanza por su labor…

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El avance y la gran inversión en investigación y desarrollo de terapias en el campo de la medicina han convertido a los Estados Unidos en uno de los países preferidos por los profesionales nacionales, pero también internacionales, para completar su formación y llevar a cabo el desarrollo de su carrera médica y/o quirúrgica. Y los latinos no son una excepción.

Entre ese nutrido grupo de médicos sobresalientes que toman la determinación de desempeñar la medicina en el país estadounidense se encuentra el ganador del último Esperanza Advocate Award, el doctor Jesús Esquivel.

Nacido en México y formado en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (México), el doctor Esquivel decidió, aconsejado por su padre (también cirujano), completar su formación en los Estados Unidos. Primero, realizó una residencia de cirugía general en el New York Hospital of Queens (Flushing, NY), donde se convirtió en residente jefe de cirugía. Más tarde se especializó en cirugía oncológica del aparato gastrointestinal en el Washington Hospital Center (Washington, DC) bajo la tutela del doctor Paul Sugarbaker. Además, ha trabajado en el St. Agnes Health Care Hospital de Baltimore y ejerció de ‘Liason Phisician’ para el Colegio Americano de Médicos ente el 2005 y el 2008.

Su currículum evidencia que Esquivel no hizo caso, sin embargo, a la segunda recomendación de su padre “no te cases con una americana, porque nunca volverás”.

Cerca de 25 años después de esas palabras, Esquivel continúa residiendo en los Estados Unidos, concretamente en Filadelfia, donde desempeña el puesto de director médico internacional de iniciativas oncológicas y director nacional de investigación de HIPEC (hyperthermic intraperitoneal chemotherapy) —la técnica en la que está especializado— en el Cancer Treatment Centers of America (CTCA) Eastern Regional Medical Center de Filadelfia.

Sin embargo, sus más de dos décadas fuera de México no han impedido que Esquivel mantenga una estrecha conexión con su páis natal, un vínculo que desde 2007 se mantiene más vivo que nunca gracias a una inciativa que le ha valido el reconcimiento de Esperanza el pasado 18 de junio en el marco del National Hispanic Prayer Breakfast.

“Utilizamos una máquina especial para poder hacer este tipo de cirugías y mi maestro, el doctor Sugarbaker, tenía una máquina extra, porque había conseguido un modelo más nuevo y me dijo, te la regalo y si quieres empezar a hacer un programa como este en México, así nació”, cuenta el doctor Esquivel a AL DÍA.

Desde entonces, el doctor Esquivel (con la ayuda de compañeros de profesión) ha visitado varios centros de México —Guajaca, Mérida, Toluca, Ciudad de México y Guadalajara— realizando intervenciones gratuitas a pacientes locales, enfermos de cáncer.

“Yo me dedico a la cirugía de los tumores avanzados en el abdomen con una técnica muy especializada que no existía en México. Desde el año 2007 he estado yendo a lugares fuera de la Ciudad de México, en los cuales los pacientes no tienen acceso a este tipo de tratamiento”, explica Esquivel.

Aunque las cirugías realizadas en las diferentes clínicas méxicanas es solo una parte del proyecto: “La segunda forma es enseñar también a los cirujanos para que puedan desarrollar también este tipo de cirugía en sus otros hospitales”.
“Primero yo me asocio con un cirujano en el hospital al que vamos a ir, porque siempre es necesario tener a alguien que va a seguir el cuidado de ese paciente. Me presentan los casos a través de internet y decidimos cuál es el mejor caso para poder hacer la cirugía y al mismo tiempo enseñarles este tipo de tratamiento”, detalla.

Quizá esa sea la parte principal de la inciativa, mostrar su técnica a médicos locales, ya que, como reconoce Esquivel, “uno solamente puede ayudar a un número determinado de personas, pero con cada uno que enseñamos ellos pueden ayudar a otro número igual de personas y así crece la oportunidad de servir a más pacientes”.

Preguntado por las diferencias entre el tratamiento de pacientes en Estados Unidos y México, Esquivel señala que “en México los recursos son mucho más limitados, entonces en unas zonas más pobres nos enfocamos en que por lo menos se les pueda dar el mejor tratamiento posible desde de punto de vista médico. Por supuesto en México se les ofrece mucho calor humano, pero muchas veces es necesario más que eso”.

En cuanto al galardon de Esperanza, confiesa: “Es una motivación para corroborar que estamos haciendo las cosas en buen camino. Y que cuando uno hace algo bueno otras personas le están prestando atención y cómo frecuentemente digo ‘el ayudar es contagioso’. Entonces si nosotros podemos motivar a gente joven para que, por muy diestros que sean en cualquier procedimiento, lo más importante es enseñar a otras personas para que lo puedan hacer mejor y lo puedan seguir perpetuando a través del tiempo”.

Por último, ¿un consejo para aquellos jóvenes médicos latinos que quieran desarrollar sus carrera en los Estados Unidos? “Si tuviera que compararme con personas que han hecho sus estudios aquí en Estados Unidos, definitivamente es mucho más difícil, pero yo soy la muestra de que no es imposible. Si tiene uno dedicación y está enfocado en conseguir esa meta, se puede lograr”.

Esquivel también aprovecha para lanzar un importante mensaje: “Nunca olvidarse de nuestros países, y sobre todo apoyar a los pacientes en nuestros países de origen también”.