Puede que el último gran brote de ébola dejase de formar parte de la actualidad diaria de los países desarrollados hace unos meses, sin embargo, en el continente africano la enfermedad, aunque casi controlada — Liberia anunciaba hace unas horas la apertura de fronteras con Sierra Leona —, todavía permanece activa. Igual que lo hacen varios grupos de investigadores internacionales, determinados a lograr la erradicación de un brote que se ha cobrado la vida de más de 9.000 personas. Y a la luz de los últimos hallazgos parece que podrían estar dando sus frutos. 

Hace tan solo unas horas se presentaba el más reciente, un dispositivo desarrollado por miembros del Massachusetts Institute of Technology que, según anuncian, es capaz de ofrecer un diagnostico de la enfermedad en tan solo 10 minutos, sin necesidad de un laboratorio y con un mecanismo que, desde la organización, comparan con el del un test de embarazo. 

Ahorrar el tiempo, por un lado invertido en la realización de la prueba — en la actualidad se realiza mediante la extracción de una muestra de sangre para un análisis de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) que detecta material genético del virus —, por el otro en su traslado a un laboratorio — encontrar uno cercano puede ser un problema en países como África —; es el principal fin de este hallazgo. 

“Como hemos podido comprobar con el último brote de ébola, en algunas ocasiones los síntomas que presenta la gente no son claros¨, explica a MIT News Kimberly Hamad-Schifferli. miembro del Departamento de Ingeniería Mecánica y del Lincoln Laboratory del MIT. ¨Queríamos dar con un diagnóstico rápido que pudiera diferenciar entre diversas enfermedades.

Sin embargo, además del ahorro de tiempo la gran novedad de este dispositivo, que todavía está pendiente de su aprobación por la Agencia Americana del Medicamento, reside en su capacidad para detectar hasta tres enfermedades hemorrágicas, además del ébola también el dengue y la fiebre amarilla, en función de su color. Para ello, sus creadores han usado nanopartículas triangulares en colores como el rojo, el naranja y el verde que reconocen los anticuerpos de las diferentes enfermedades; de tal manera que cuando la sangre entra contacto con la tira, la proteína viral que encaja con los anticuerpos hace que la nanopartícula en cuestión se vuelva visible.

Continúan las pruebas de fármacos y vacunas

Por otro lado, también hace escasas horas, se conocían los resultados preliminares del ensayo clínico del fármaco japonés favipiravir. Unos test, que comenzaron a mediados del mes de diciembre en el centro de tratamiento de Ébola de Médicos Sin Fronteras en Guéckédou (Guinea), y que por el momento han revelado la eficacia del medicamento en aquellos enfermos con carga viral baja; no así en aquellos en los que la enfermedad se encuentra en un estado avanzado. 

Dos noticias que se unen al anuncio realizado por la Organización Mundial de la Salud a principios del mes de enero del comienzo de las pruebas de dos vacunas, consideradas seguras, en voluntarios sanos de Estados Unidos, Europa y el oeste de África.