El senador por Pensilvania Bob Casey pidió al Congreso una actuación rápida en la lucha contra el virus del Zika mediante la aprobación de los fondos de emergencia solicitados por el presidente Barack Obama el pasado 8 de febrero.

Casey se refiere a los 1.800 millones de dólares con los que Obama pretende luchar contra el virus tanto dentro de Estados Unidos como fuera de sus fronteras, donde las consecuencias están siendo más severas para mujeres embarazas y sus bebés. 

“El Congreso necesita ser proactivo, no reactivo para asegurar que nuestras comunidades están preparadas para responder a la amenaza”, ha declarado Casey en una conversación telefónica con los medios.

La petición de Casey se produce dos días después de que Pensilvania confirmase los dos primeros casos del virus por parte de dos personas que han viajado a Latinoamérica y de los que el senador no ha podido proporcionar más datos.

Lo que sí ha destacado es, que pese a que la mayoría de la gente no desarrolla síntomas severos, para otros las consecuencias pueden ser muy serias. “No se trata de una amenaza que podamos tomarnos a la ligera, debemos asegurar que nuestros proveedores de salud y los trabajadores de salud pública tienen los recursos necesarios para combatirla. Como aprendimos del ébola los patógenos pueden viajar por el mundo muy rápido y por ello tenemos que invertir en infraestructuras de salud pública tanto en casa como en el exterior”.

Según ha desglosado Casey, de los $1.800 millones requeridos por Obama: $828 millones estarían destinados al CDC, $200 millones para la investigación de una vacuna, $210 millones para un fondo de emergencia especial para tratar el Zika y futuros brotes, $353 millones para tareas como educación y mejora de los centros o $41 millones para el Departamento de Estado, entre otros.

“El Congreso necesita moverse rápido y yo estaré presionando para que se tomen acciones sobre la petición del fondo de emergencia lanzada por el presidente”, ha sentenciado Casey.