Hace años que la tecnología permite conocer y recorrer la distancia que separa el punto A del punto B. Nuestro domicilio, el lugar de trabajo, un restaurante o un centro médico suelen se los ‘puntos’ habituales; sin embargo, ¿qué sucedería si en lugar de recorrer las calles de una ciudad este viaje ‘virtual’ se realizase, por ejemplo, por el interior de una rodilla? El resultado sería una especie de ‘Google Maps’ en el que mapa sería, por increíble que pueda parecer, el propio cuerpo humano. 

Precisamente así ha sido bautizada la nueva tecnología, desarrollada por la compañía alemana Zeiss y puesta en práctica, entre otros, por un equipo de investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), liderado por Knothe Tate. El ‘Google Maps del cuerpo humano’ usa algoritmos similares a los que emplea el famoso buscador para permitir, por ejemplo, hacer zoom en un punto determinado; gracias a ello se pueden observar desde roturas en los huesos hasta las conexiones de los vasos sanguíneos. 

“Por primera vez tenemos la capacidad de recorrer el cuerpo hasta el nivel de una célula para conocer cómo se nutre y cómo todo el sistema está conectado”, explica Tate en el vídeo de presentación lanzado por la universidad australiana. “Esto podría abrir la puerta a nuevas terapias y formas de prevención”, matiza.