Las copiosas cenas de Thanksgiving siempre nos dejan entre dos aguas. La alegría de haber disfrutado con los nuestros y el desespero por haber caído de nuevo en la tentación de haber comido demasiado. La indigestión es uno de los problemas más comunes entre los latinos. ¿Quién no ha sufrido tras haber hecho buena cuenta del pavo, los dulces y la buena sidra?

Tienes en tu mano una nueva oportunidad para evitar volver a sentirte mal después de una celebración gastronómica. La época navideña está a la vuelta de la esquina y, como todos los años, viene cargada de dulces y tentaciones. Sigue estos cuatro consejos de los especialistas para proteger a tu estómago de las incómodas indigestiones.

1. Conoce tu cuerpo y prepáralo

Si habitualmente sufres indigestiones, debes comenzar a cuidar tu cuerpo. Existen protectores de estómago que puedes adquirir en la farmacia. Este medicamento crea una pequeña película en el estómago que evitará la formación de ácido. Idealmente se toman antes de comer pero consulta con tu farmacéutico qué tipo de protector de estómago es el más adecuado para tu dolencia.

2. Compensa tus excesos

Después de una comida copiosa, es importante ofrecerle una tregua a tu cuerpo. En lugar de dejarle sin probar bocado hasta el día siguiente, ofrécele una cena a base de alimentos ligeros como caldos, purés de verdura o pescado al vapor. La ingesta hará que vuelva poco a poco a la normalidad.

3. Larga vida a las infusiones

Si todavía no eres fan de las infusiones esta es sin duda la mejor época para aficionarse. Las infusiones de hierbas tales como la manzanilla, el poleo-menta, el hinojo y el anís verde ayudan a tu aparato digestivo a lidiar con digestiones pesadas. Trata de reemplazar tu café diario por una de estas delicias y te sentirás mejor. Si no sabes por qué infusión decidirte puedes comprarlas todas en un herbolario y mezclar una cucharada sopera de estas hierbas con un litro de agua hirviendo.

4. Si no hay celebración no hay indigestión

Entre comida y comida hay muchos momentos para seguir con la rutina habitual. Aprovecha para ingerir alimentos diuréticos que te ayudarán a eliminar los líquidos retenidos y las toxinas de tu cuerpo. Incluye en tus comidas cebollas, apio, verduras de hoja verde, hinojo y perejil. Olvídate del alcohol y bebe mucho agua e infusiones.