El año pasado, los ciudadanos de Filadelfia tuvieron la suerte de conocer mejor la obra de la artista mexicana Frida Kahlo gracias a la magnífica exposición organizada en el  Museo de Arte de Filadelfia.

Si estuvo entre los afortunados que consiguieron ir a verla, imagínese ahora que al llegar a la exposición se hubiera encontrado con una reproducción en blanco y negro de un cuadro famoso de Frida,  y un cartel debajo que dijera: "¿Alguien puede decirnos qué pasó con esta pintura perdida o dónde podemos encontrarla?".

Pues bien. Este es el letrero que ven estos días los visitantes de la nueva exposición sobre Frida Kahlo y Diego Rivera en Poznan, de Polonia, donde hace más de 60 años despareció una de las obras más conocidas de la artista: La mesa herida.

La obra, de 8 por 4 pies ( más grande que una puerta estándar) se expuso por primera vez en 1940 en Ciudad de México, en una Muestra Internacional de Surrealismo. Se trata de un autorretrato de la artista sentada en una mesa manchada de sangre, junto a dos niños. Alrededor de la mesa hay también un ciervo, un esqueleto y una figura del imaginario precolombino, dando pie a un ejemplo claro de surrealismo.

Desafortunadamente, en 1955, la pieza viajó a Polonia – entonces bajo el radar de la Unión Soviética- para ser expuesta en una exhibición de arte mexicano- y desde entonces, nunca más se supo.

"Es una de las razones por las que hicimos esta exhibición, alguien en Polonia podría recordar haber visto esta obra alguna vez, en algún lugar", comentó a Agence France Presse Helga Prignitz-Poda, organizadora de la actual exposición en Polonia.

La curadora estima que si bien se trata de una pieza excelente, y que hoy en día y valdría alrededor de $20 millones, en aquel entonces su "representación surrealista y absolutamente cruel de la doble Frida" iba en contra del realismo- socialista, el estilo preferido por el gobierno soviético. Según Prignitz-Poda, se calcula que más de 150 cuadros de Kahlo terminaron quemados, desaparecidos o pertenecen a coleccionistas privados. 

"Hubo declaraciones oficiales que decían que esta pintura no era exhibible, que era tan terrible que realmente no creyeron que valiera la pena pagar el transporte. Es posible que los propietarios (rusos) no lo quisieran de vuelta”, añadió, según AfP.

Los críticos han interpretado La Mesa Herida como un reflejo del conflicto emocional que sufrió la artista al enterarse de que su marido la engañaba con una muchacha más joven, lo que  la impulsó a tener affaires con el revolucionario comunista Leon Trotsky y la bailarina Isadora Duncan.

“El cuadro es un guiño a La Última Cena, de Leonardo da Vinci”, con las figuras colocadas alrededor de una mesa, mirando de frente al espectador”, escribe la crítica de arte Allison McNearney en The Daily Beast. Los pies de la mesa tiene forma de piernas humanas, con tendones y huesos, y Kahlo, en el centro de la mesa, parece imitar la posición de un mártir.