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Las curiosas medidas anti COVID de Kimmel y Jennifer Aniston durante los "pandemmy". 
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Los Emmy 2020 presumen de “diversidad”, pero vuelven a dejar fuera a los latinos

El poderoso speech de América Ferrera fue la única nota de color latino de los premios de la televisión, que se realizaron de forma virtual por efecto de la…

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“No nos ven, no nos entienden, no se preocupan por nosotros”, dijo hace unos días John Leguizamo refiriéndose a la entrega de los Emmy 2020, que se celebró ayer 20 de septiembre por primera ver en su forma virtual debido a la pandemia -los pandemmy, qué buena broma. 

La gala, presentada de nuevo por Jimmy Kimmel, fue un desierto de nominaciones para los latinos en la industria audiovisual, que era a lo que Leguizamo se estaba refiriendo, tan indignado como los internautas que decidieron no ver la ceremonia siguiendo su anuncio de boicot. 

Si bien este año los organizadores quisieron imprimir a los premios una “presumible” diversidad marcada por los galardones otorgados a producciones y profesionales afroamericanos.

Como Watchmen, que consiguió el premio a Mejor miniserie, a Mejor actriz de miniserie (Regina King), Mejor actor de reparto (Yahya Abdul-Mateen I) y Mejor guion de miniserie (Damon Lindelof y Cord Jefferson por Watchmen). Mientras que la estadounidense de origen nigeriano Uzo Aduba se llevó el premio a Mejor actriz de reparto por su participación en Mrs. América. 

Para variar, las series eminentemente blancas, tanto las de ricos que dejan de serlo (Schitt’s Creek) como el shakespeareano drama de una familia de magnates (Succession) fueron las verdaderas protagonistas, amasando siete y cuatro galardones. 

Pero no estamos aquí para hablar de una serie tan sobrevalorada como Schitt’s Creek, ni de la genialidad de Succession o de la singular adaptación del comic de Alan Moore Watchmen de la que él mismo desdeñó. Sino de esas ausencias que por ser tan rotundas dicen demasiado acerca de los buenos propósitos y la inclusividad en la industria audiovisual. 

Ellos dijeron: “Es el año del Black Lives Matters”, es el año de la primavera antirracista, pero volvieron a hacer lo que mejor hacen, simplificar la cuestión de la falta de visibilidad de las minorías étnicas en Estados Unidos -minorías que, de hecho, son mayoría- y dejar a los latinos, los asiáticos americanos y muchos más fuera de competición. 

¿Adónde quedó la veterana Rita Moreno? Su olvidido por parte de la Academia de la Televisión, según escribió el columnista Michael Schneider para Variety, fue imperdonable. Sobre todo porque One Day at a Time, donde Moreno comparte pantalla con Justina Machado, ha obtenido un gran éxito de crítica pero ha sido “prácticamente ignorada por los votantes de Emmy, salvo una nominación anual en la edición de imágenes multicámara para una categoría de serie de comedia”.

En cuanto a América Ferrera, productora y protagonista de Superstone, una serie que te saca una carcajada mientras te señala los problemas del mundo laboral, y productora de Gentefied, los Emmy resolvieron su cuota de “latinidad” dándole la palabra, que Ferrera aprovechó y muy bien pese a la ironía de que su aparición fuera la única. 

La mexicoamericana realizó un conmovedor discurso en donde habló con sinceridad acerca de sus comienzos en el mundo de la actuación, cuando fue descartada de una audición porque no sonaba “muy latina”.

Quizás una de las críticas más lúcidas fue la de un usuario de Twitter, que escribió: “Tal vez mis ojos nunca se despeguen de la parte de atrás de mi cráneo sobre la Academia negándose a nominar a ninguna actriz Latinx para los #Emmys y luego llevando a América Ferrera a hablar sobre la diversidad”. 

Porque esa fue en pocas palabras la sensación general de la noche: el olvido y la banalización, el lavado de cara de la industria blanca y privilegiada que intenta sumarse a cierto espíritu reivindicativo sin entender la profundidad del problema. Un sistema gobernado por eslóganes pero al que se le ve el plumero cuando, como dice Leguizamo, “somos menos del uno por ciento de las historias que se cuentan en las plataformas y las cadenas. Eso es 'apartheid' cultural".

No hubo alfombra roja, escriben los cronistas sobre la gala. No la hubo por la COVID, pero tampoco la hubo para los latinx en la industria. Ahora la cuestión es cuándo la habrá.