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The Liberator se estrenó ayer 11 de noviembre con motivo del Día del Veterano. 
The Liberator se estrenó ayer 11 de noviembre con motivo del Día del Veterano. 

The Liberator: La Segunda Guerra Mundial fue más diversa de lo que nos han contado

Netflix acaba de estrenar una serie de animación hiperrealista donde sus protagonistas son soldados mexicoamericanos, nativos americanos y afroamericanos. Un…

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Alrededor de 500.00 soldados latinos, especialmente mexicoamericanos, y unos 25.000 nativos americanos combatieron en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, muy poco sabemos de estos héroes que se enfrentaron al nazismo y que cuando llegaron a sus casas convertidos en veteranos, tuvieron que seguir haciendo frente a los prejuicios y la discriminación, sin que América apenas les agradeciera la idea de haberse jugado la vida por un país que aún los tenía por ciudadanos de segunda fila. 

Ahora una arriesgada serie de animación, que Netflix estrenó ayer para hacerla coincidir con el Día del Veterano, arroja luz sobre la enorme diversidad de los soldados que combatieron en Europa y que raramente se representan en las producciones de Hollywood. 

Basada en la novela de título homónimo The Liberator, del escritor y periodista experto en la Segunda Guerra Mundial Alex Kershaw, esta serie animada de cuatro partes nos cuenta la historia real de un joven de Arizona, Felix “Shotgun” Sparks, que combatió en Europa llegando a las puertas de Dachau, y de los soldados que formaban parte de su Regimiento, el 157º. 

Luchar por la ‘Doble ‘V’

Tanto en el libro de Kershaw como en la serie, Sparks aparece como un joven que tras haber nacido en Arizona y presentarse al servicio en Fort Sill, Oklahoma, en 1941, es testigo del trato discriminatorio que reciben chicanos y nativos americanos, que no podían ni siquiera echar un trago durante su tiempo de entrenamiento porque se les negaba la entrada  en los bares cercanos.

Así lo explicaba un veterano que formó parte del regimiento de Sparks, Guy Prestia, y que había estado entrenando en Virginia y Georgia: 

“Vi todo tipo de discriminación en nuestro propio país durante el entrenamiento básico. En el Sur, esa gente todavía estaba luchando en la Guerra Civil”.

Sin embargo, según le explicó el profesor de historia militar David Silbey a Arturo Conde de NBC, combatir en la Segunda Guerra Mundial supuso un cambio para los norteamericanos, ya que no sólo las mujeres salieron de su vida doméstica y demostraron que podían trabajar en la industria y sacar adelante el país sin ayuda de los hombres, sino que, al haber luchado por su nación, mexicoamericanos, negros y nativos americanos sintieron que la manera en que América les trataba, de un modo injusto y desigual, no estaba a la altura de su sacrificio y fue una semilla para que reclamasen mejores empleos y educación, y una parte de ese sueño que se habían ganado a riesgo de perder su vida. 

"Estaban muy orgullosos de su historia y su etnia", dijo Kershaw. "Muchos, como los negros, luchaban por lo que llamaban la 'Doble V': la victoria sobre el racismo en el extranjero y la victoria sobre el racismo en el país".

Una serie que sudó los galones

The Liberator tampoco lo tuvo fácil para convertirse en una serie y hubo momentos en que casi estuvo a punto de no ver la luz, aunque desde la publicación del libro todos los críticos coincidían en que las vívidas escenas bélicas relatadas magistralmente por Kershaw deberían llevarse al cine

La principal dificultad no era convertir un libro cargado de anécdotas en una película de dos horas o una miniserie, como finalmente ha ocurrido, sino hacer malabarismos con el presupuesto para poder rodar en Europa.

Si bien la productora Unique Features compró los derechos para rodarla y encargó el guión a los mejores guionistas de acción, Canal Historia fue dando largas a la sensacional producción hasta que a alguien se le ocurrió que una forma de reducir costes podría ser convertir lo que iba a ser una serie realista en una serie hiperrealista de animación al estilo de Vals con Bashir (Ari Folman, 2008). 

Eso no acababa de encajar con la seriedad y el formato habitual de Canal Historia, así que fue Netflix, con su buen olfato para los títulos exitosos que en algún caso, como ocurre con The Liberator, resultan brillantemente heterodoxos e innovadores, quien se hizo con el proyecto.

El resultado de la unión de la tecnología híbrida de Trioscope con una historia brillante y fiel a la verdad lo pueden ver en sus pantallas. 

Una pregunta surge ahora: ¿Son producciones de animación realistas como The Liberator el futuro de las series de acción?