Si usted es uno de los 62 millones de hogares que vieron Gambito de dama de Netflix en los últimos 28 días, entonces entiende el bombo. Este programa rápidamente llegó a la cima de las listas de éxitos de la televisión e hizo historia como la serie limitada más exitosa en la plataforma de transmisión. 

Anya Taylor-Joy es la protagonista, y es fácil enamorarse de esta pelirroja de ideas profundas. Ha llevado a muchos a ver la serie en su totalidad durante un sábado por la noche. 

Taylor-Joy encarna a Beth Harmon, que domina el juego de ajedrez a una edad temprana. Al perder a sus padres y ser abandonada en un orfanato, encuentra consuelo en el juego, y crece viajando por el mundo compitiendo contra los más talentosos jugadores de ajedrez, que en ese momento, eran predominantemente hombres. 

El juego de ajedrez se remonta a la India en el año 280 DC. Es un juego complejo, pero lo juegan millones de personas en todo el mundo. La popularidad del programa ha hecho que el juego vuelva a ser el centro de atención, con muchos googleando cómo jugar, o descargando aplicaciones de ajedrez. 

El programa es increíble y ha tenido un impacto asombroso. Los espectadores no se cansaban de la cinematografía, la actuación, el vestuario, el escenario y la trama. Esta semana, sin embargo, muchos se han dado cuenta de que Taylor-Joy tiene una especie de linaje latino. 

Los televidentes y los fans recurrieron a los medios sociales para sacar a relucir el tema de la representación latinx en el show. Taylor-Joy es una latina blanca, y como resultado muchos reaccionaron negativamente a la discusión. 

Muchos cuestionaron que si una latina negra hubiera conseguido el papel de Beth, ¿se celebraría lo mismo? Continuaron argumentando que la única razón por la que se estaba produciendo tal discusión era porque Taylor-Joy era blanca.

La actriz nació en Miami, Florida, y vivió en Argentina hasta los seis años, hablando español hasta que su familia se mudó a Londres. En 2017, le dijo a Remezcla que su infancia fue "realmente bendecida".

"Cuando me mudé a Londres, definitivamente noté cuánto extrañaba a Argentina", dijo Taylor-Joy.

El programa no hizo ningún esfuerzo para destacar la representación latinx, y tampoco lo hizo la propia Taylor-Joy. La discusión que tuvo lugar en torno al tema y el espectáculo sacó a la luz el devastador hecho de que, aunque puede haber cierto reconocimiento y orgullo por su herencia, no es lo que la gente quiere ver en 2020 a menos que se reconozca a todos los latinos, y eso también cruza las fronteras raciales.